Un artista llamado Sergio Rodr¨ªguez
El Madrid arrolla al Maccabi gracias a la aparici¨®n estelar del base, que lider¨® un parcial de 24-4 en el segundo cuarto
Hay muchos tipos de jugadores. Estilistas, fajadores, armarios, metralletas, pegatinas o locomotoras. Y luego est¨¢n los artistas. Como dec¨ªan en Sevilla que le pasaba a Curro Romero, los artistas no torean todos los d¨ªas, pero cuando cogen la onda, levantan al p¨²blico de sus asientos pues el respetable es consciente de estar asistiendo a una faena al alcance de unos pocos privilegiados. El Madrid tiene uno y se llama Sergio Rodr¨ªguez. Hubo un tiempo donde se lleg¨® a pensar que hab¨ªa perdido su duende. Lo recuper¨® a tiempo la temporada pasada y desde entonces no hay que quitarle el ojo de encima cada vez que sale a la cancha, no vaya a ser que te pierdas algo grande.
Andaba el Madrid algo desnortado despu¨¦s de que un triple de Hickman completase un primer cuarto donde el Maccabi pareci¨® algo y el Madrid bien poco (14-23). Quiz¨¢s no todo fue culpa de los madridistas, pues visto lo que ocurri¨® despu¨¦s, se puede decir que el Maccabi dio todo lo que ten¨ªa en esos primeros 10 minutos. Al Madrid le cost¨® coger el pulso al partido a pesar del buen inicio de Rudy, la punter¨ªa no estaba afinada y uno de los objetivos del partido, dejar al Maccabi por debajo de los 80 puntos (su estad¨ªstica cuando los consigue es abrumadoramente positiva), tampoco cumpl¨ªa los plazos. Pero lo partidos, como dec¨ªa Juanito, son muy largos, y el fondo de armario, llegados a este punto de la competici¨®n, resulta decisivo. Mientras David Platt, entrenador del Maccabi, tuvo que echar mano de una segunda unidad que deja bastante que desear, en el Madrid le lleg¨® el turno a Sergio Rodr¨ªguez.
Real Madrid, 79 - Maccabi, 53
Real Madrid: Llull (8), Rudy Fern¨¢ndez (15), Su¨¢rez (4), Mirotic (14) y Begic (5) ¡ªcinco inicial¡ª; Sergio Rodr¨ªguez (10), Draper (0), Carroll (8), Reyes (8), Slaughter (5) y Hettsheimeir (2).
Maccabi: Ohayon (4), Hickman (9), Smith (7), Caner-Medley (8) y James (9) ¡ªcinco inicial¡ª; Logan (2), Roth (1), Pnini (1), Landesberg (5), Eliyahu (2) y Planinic (5).
Parciales: 14-23; 24-4; 21-16 y 20-10.
?rbitros: R. Ankarali (Turqu¨ªa), M. Boltauzer (Eslovenia) y R. Lottermoser (Alemania). Sin eliminados.
8.076 espectadores en el Palacio de los Deportes de Madrid.
De su mano, velocidad, extraordinaria visi¨®n de juego y hasta sentido est¨¦tico, Sergio provoc¨® un estropicio del que ya nunca se recuperar¨ªa el Maccabi. Con una velocidad extra en su juego, el Madrid dio un paso adelante en su intensidad defensiva y una vez tapados los caminos hacia su canasta, se lanz¨® hacia la contraria. Era el Madrid fluido y contundente que acaparaba elogios hasta hace un mes, resolutivo como seguramente no hay otro en Europa y fiero en la lucha por el rebote en ambas canastas. Al Maccabi se le hizo de noche y el Madrid, iluminado por Sergio Rodr¨ªguez y con Carroll como martillo pil¨®n, dio un pu?etazo encima de la mesa que dej¨® temblando para los restos a sus rivales, hasta el punto de lograr un parcial en este segundo cuarto escandaloso (24-4).
Como tiene el equipo blanco cierta tendencia a la ciclotimia, hab¨ªa que esperar a la vuelta del descanso para saber si el partido hab¨ªa cogido ya velocidad de crucero o todav¨ªa ten¨ªa reservada alguna sorpresa. La respuesta fue r¨¢pida. Rudy y Mirotic se encargaron de seguir produciendo y Slaughter defend¨ªa mucho mejor que lo que antes lo hab¨ªa hecho Begic. Llegados al meridiano del tercer cuarto (49-36) y a la vista que el Maccabi segu¨ªa en las catacumbas, solo un cortocircuito pod¨ªa poner en duda la primera victoria. Pudo producirse con la sorprendente bronca que tuvieron Pablo Laso y Mirotic a cuenta de una t¨¦cnica se?alada al jugador, pero ni por esas el Madrid se destempl¨®, lo que era se?al de una gran concentraci¨®n. Volvi¨® Sergio Rodr¨ªguez, siguieron entrando los triples y el Maccabi sac¨® bandera blanca de rendici¨®n antes de terminar el tercer cuarto (59-43). El resto fue un ejercicio de alternancia entre la contenci¨®n que ped¨ªa el partido y la natural predisposici¨®n de este equipo para divertirse jugando. Ambas cosas, por cierto, dirigidas por el hombre del partido.
Visto lo visto, con la gran diferencia de potencial y recursos humanos que mostraron ambos equipos, podr¨ªa pensarse que esta eliminatoria no deber¨ªa tener mucha historia. Pero lo bueno de unos playoffs es que cada partido es una nueva aventura. Ma?ana comienza otra, en la que adem¨¢s de fijarnos en el resultado, albergaremos la ilusi¨®n de asistir a otra obra maestra de ese artista llamado Sergio Rodr¨ªguez.
Laso: ¡°Niko debe aprender cosas¡±
Mediado el tercer cuarto, con 49-37 en el marcador, Mirotic recibi¨® una t¨¦cnica por aplaudir una decisi¨®n arbitral y dio lugar a la imagen del partido. Era la cuarta falta personal del ala-p¨ªvot y la acci¨®n enfad¨® sobremanera a Laso que le reprendi¨® con dureza. Mirotic no aguant¨® el rapapolvo de su entrenador y se sublev¨® levant¨¢ndose de la silla con ¨¢nimo de encararse con ¨¦l. Tras unos segundos de tensi¨®n en el banquillo madridista, la intervenci¨®n de Begic, que se interpuso entre ambos, puso fin al episodio. ¡°Niko se queja por una mala decisi¨®n arbitral. Probablemente tenga raz¨®n, pero los jugadores deben entender hasta qu¨¦ punto puedes aguantar la protesta. La t¨¦cnica supuso su cuarta falta y el Maccabi pod¨ªa haber entrado en el partido. No me ha gustado su reacci¨®n y nada m¨¢s. Debe aprender estas cosas, es muy joven, y debe ser inteligente¡±, explic¨® Laso tras el encuentro.
Fue la intrahistoria de un encuentro que se rompi¨® en nueve minutos de excelso baloncesto del Madrid en el segundo cuarto al son que marc¨® Sergio Rodr¨ªguez. Los primeros 10 minutos concluyeron con 14-23 a favor del Maccabi y el segundo acto comenz¨® con un triple de Landesberg a los 23 segundos que otorgaba la m¨¢xima ventaja a los de Blatt, pero ah¨ª fren¨® en seco el Maccabi. El Madrid desat¨® un hurac¨¢n y, con un parcial de 24-1, se ventil¨® el choque. Con una defensa firme, los blancos cimentaron sus transiciones de v¨¦rtigo. Volvieron los contragolpes y los triples (11 de 22). Las asistencias y los puntos del Chacho ¡ªque acab¨® su sobresaliente actuaci¨®n con un doble-doble, 10 y 10¡ª destartalaron a los de Blatt. Los cuatro puntos del Maccabi en ese acto ¡ªun triple y un tiro libre¡ª fueron la peor anotaci¨®n de la historia del conjunto israel¨ª.
¡°Hemos jugado un partido muy completo. Ha sido b¨¢sico nuestro esfuerzo defensivo. En el segundo cuarto hemos dominado muchos aspectos clave para nuestro baloncesto¡±, analiz¨® Laso al tiempo que hu¨ªa de la euforia. ¡°En el segundo partido espero al mejor Maccabi¡±. ¡°Desde mitad del segundo cuarto hasta el final no tenemos excusa. Las estad¨ªsticas lo explican todo¡±, resumi¨® Blatt contundente.
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