Cesc no juega, marca goles

Vive Cesc F¨¤bregas de los goles m¨¢s que de las jugadas. No necesita participar mucho del partido sino que le alcanza con una llegada para resolver el peor de los encuentros y la m¨¢s negada de las actuaciones del futbolista. As¨ª ocurri¨® de nuevo ayer en el Camp Nou. Justo cuando m¨¢s renegaban los espectadores, apareci¨® Cesc y enganch¨® un centro de Alexis S¨¢nchez: 1-0. El gol pone al Bar?a a seis puntos del alir¨®n de la Liga, que es de lo que se trata ahora mismo, m¨¢s que de jugar al f¨²tbol: el conjunto azulgrana ser¨¢ campe¨®n el pr¨®ximo s¨¢bado si vence al Athletic en San Mam¨¦s (18.00) y el Madrid pierde en el Calder¨®n (20.00).

?El gol resume muy bien el discurrir azulgrana por el campeonato: han ganado m¨¢s partidos que nunca por su juego y tambi¨¦n por su empe?o y sobre todo por su rabia. Hasta el gorro est¨¢n en el Camp Nou del desinter¨¦s general por un torneo que desde hace tiempo se le da por descontado al Barcelona.Una situaci¨®n bien extra?a que afecta tambi¨¦n al entrenador.

A Tito Vilanova le sali¨® una alineaci¨®n muy rara, a mitad de camino entre la Liga y la Champions, m¨¢s propia de una ronda cualquiera de Copa, hasta cierto punto desnaturalizada. Acostumbra a ocurrir cuando hay que atender a tantas circunstancias como las lesiones, el desgaste del equipo titular por la falta de rotaciones y un partido en el horizonte tan exigente como el del martes en M¨²nich. A la hinchada le pareci¨® bien que no jugara Messi y en cambio se pregunt¨® en clave europea por la presencia de Villa y Tello y la ausencia de Bartra al tiempo que aplaud¨ªa la titularidad de Abidal. Defendi¨® el Bar?a con cuatro laterales, dos zurdos y un diestro como Montoya situado en la banda izquierda. Al final, sin embargo, no penaliz¨® por su zaga, firme e invicta sino por la esterilidad de su delantera hasta que acert¨® Cesc con su gatillo.

Algo mejor le fueron las cosas a JIM, que cambi¨® hasta de portero para que reaccionara el Levante. El equipo ha perdido intensidad, dej¨® de ser agresivo con el bal¨®n y tomaba derrotas y goles en todos los campos y desde todos costados. Aunque mejoraron sus n¨²meros y el nuevo guardameta par¨® un penalti, el Levante sum¨® su octava derrota consecutiva en el Camp Nou por culpa de Cesc y su capacidad de supervivencia en los partidos m¨¢s desagradables.

Al encuentro le falt¨® calor y ritmo, y naturalmente tensi¨®n, desbravado como estaba el Camp Nou. Hab¨ªa mucha distracci¨®n y dominaba los chascarrillos. Ni siquiera despert¨® cuando irrumpi¨® Undiano Mallenco. El ¨¢rbitro apreci¨® penalti en una entrada de Diop a Iniesta que ni pareci¨® falta ni tampoco se dio dentro en el ¨¢rea del Levante. La benevolencia del colegiado sorprendi¨® despu¨¦s que durante la semana se recordara que los azulgrana hab¨ªan perdido los dos partidos dirigidos por el navarro: Anoeta y Bernab¨¦u. La distensi¨®n influy¨® en el tiro telegrafiado de Villa. Fall¨® el Guaje y acert¨® Keylor Navas.

La acci¨®n aval¨® el dispositivo del Levante, muy recogido y organizado en su cancha, con solo Acquafresca descolgado, bien vigilado por Abidal. El franc¨¦s intervino con rapidez y calidad, solvente cuando rebanaba el cuero y recortaba para salir con la pelota jugada, muy seguro de s¨ª mismo: no quiere que se le renueve por generosidad sino por m¨¦ritos propios. El inter¨¦s de Abidal fue sobresaliente en un partido muy parado del Barcelona. Iba la pelota de pie a pie, sin profundidad ni riesgo, solo pendiente de las aceleraciones de Iniesta, por un d¨ªa impreciso y, sin embargo, presente e intervencionista, irreductible hasta que fue sustituido por Xavi.

A Iniesta le falt¨® acompa?amiento porque anoche no desbordaba Tello ni hab¨ªa noticias de Thiago. Apareci¨® su peor versi¨®n, la del jugador pusil¨¢nime, despu¨¦s de su ¨¦xito en Zaragoza. No emerg¨ªa la creatividad en los medios y no entraban en juego los delanteros. Tampoco mezclaron bien anoche Cesc y Villa. Ni siquiera se contaron tiros a la porter¨ªa del Levante.

A Tito no le qued¨® m¨¢s remedio que corregirse con los cambios y buscar el triunfo desde la ortodoxia. Apareci¨® de nuevo el 4-3-3, con dos extremos por la entrada de Pedro y Villa de 9, y hasta Cesc encontr¨® su sitio en la cancha despu¨¦s de un largo extrav¨ªo. El volante conect¨® un d¨ªa m¨¢s con Alexis y cant¨® a ¨²ltima hora el gol de la victoria, la mejor de las recompensas en un indigesto partido. Que digan misa, aseguran en el Camp Nou. La Liga est¨¢ al caer para el Bar?a con goles como el de Cesc.