Rins gana una carrera accidentada
El espa?ol, de 17 a?os, gana su primera carrera tras la suspensi¨®n por accidente de Iwema, con un traumatismo craneal
Sali¨® volando por los aires y apenas se pudo ver c¨®mo su peque?a moto quedaba hecha a?icos tras numerosos revolcones por el asfalto. A ¨¦l ya no se le vio m¨¢s hasta que apareci¨® en una camilla por la puerta del centro m¨¦dico. Jasper Iwema, holand¨¦s de 23 a?os, hab¨ªa perdido el conocimiento durante uno minutos debido al tremendo impacto de su cuerpo contra el suelo, pero, seg¨²n las primeras informaciones su vida no corre peligro; es m¨¢s, tras unos primeros minutos de angustia se confirm¨® que mov¨ªa brazos y piernas. Fue trasladado en helic¨®ptero al Brackenridge University Hospital de Austin para un chequeo exhaustivo pues se hab¨ªa dado un fuerte golpe en la cabeza.
Ese accidente, ocurrido cuando se hab¨ªan corrido 11 de las 18 vueltas de la carrera de Moto3, marc¨® la prueba, la primera de la historia de este gran premio de Las Am¨¦ricas. Si bien, como si existiera una especie de justicia divina, la victoria fue para ?lex Rins, el chico con mejor ritmo durante todo el fin de semana, el que hab¨ªa liderado al pelot¨®n desde la primera vuelta hasta que los comisarios empezaron a ondear la bandera roja que marcaba la suspensi¨®n de la carrera.
Se impuso el chico con mejor ritmo durante todo el fin de semana, el que hab¨ªa liderado al pelot¨®n desde la primera vuelta hasta que los comisarios empezaron a ondear la bandera roja que marcaba la suspensi¨®n de la carrera
Como la carrera era a 18 vueltas y no se hab¨ªan completado los dos tercios de la misma, cuando se confirm¨® que Iwema segu¨ªa vivo, direcci¨®n de carrera emplaz¨® a los pilotos a una nueva salida para una prueba que se correr¨ªa a solo cinco vueltas. Cuando la prueba se par¨®, a falta de seis giros para el final, Rins y Maverick Vi?ales, que no le hab¨ªa perdido de vista desde la salida, rodaban uno junto al otro en busca del triunfo: siempre delante el de Barcelona, fino y atrevido, constante, veloz, sin perder detalle el de Roses (Girona), listo, paciente, expectante, aguardando el momento oportuno para meter rueda. En tercera posici¨®n rodaba el mallorqu¨ªn Luis Salom, a quien hab¨ªan dejado descolgado superada la mitad de la prueba, inalcanzable el ritmo de la pareja en cabeza. ?l fue el gran beneficiado del par¨®n. Sin comerlo ni beberlo recuperar¨ªa de golpe y porrazo, al formar de nuevo en la parrilla de salida, la distancia que le separaba de aquellos. Tendr¨ªa una segunda oportunidad. Y bien que quiso aprovecharla.
Sali¨® como una bala el subcampe¨®n del mundo de 2012, adelant¨® a Rins, y se puso al frente; mientras tanto, Vi?ales trataba de hacer lo mismo y acab¨® sali¨¦ndose de la trazada en su intento por superar a su gran rival del d¨ªa: cay¨® a la sexta posici¨®n. En solo una vuelta m¨¢s, a falta de tres, Rins hab¨ªa recuperado la primera posici¨®n. Pero Salom se enganchaba a ¨¦l, agradecido por el regalo que le puso a tiro el destino. El chico del equipo de Aki Ajo le atrapaba por aspiraci¨®n en las rectas, el pupilo de Emilio Alzamora recuperaba en cada curva, irreverente, volcado hacia el interior de cada viraje y apurando las frenadas.
As¨ª fue como se decidi¨® la carrera, en la ¨²ltima vuelta: hab¨ªa adelantado Salom, de 21 a?os, al jovenzuelo del grupo, pero este hizo un adelantamiento magistral, de manual, en la curva 11, la m¨¢s compleja del trazado, una horquilla con la que se termina la larga recta del trazado tejano. Rins busc¨® el piano y gan¨® la partida. Como la volver¨ªa a ganar, otra vez, en la ¨²ltima curva, donde Salom se jug¨® su ¨²ltima carta. Y perdi¨®, porque Rins resisti¨® y ¨¦l se march¨® largo, tanto que Vi?ales, siempre atento, aprovech¨® el desliz y termin¨® segundo. Justicia divina. Y Rins, que se apunta su primera victoria en el mundial, manda un mensaje a sus rivales: quiere el t¨ªtulo en su segundo a?o.
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