Olympiacos, del milagro a la aplastante realidad

El Olympiacos es un campe¨®n hecho y derecho. Por si alguien lo dudaba, por si alguien supon¨ªa que su ins¨®lito triunfo en la final de hace un a?o en Estambul fue un milagro y nada m¨¢s. La paliza que le propin¨® en Londres al mismo rival, el CSKA de Mosc¨², y en similares condiciones de te¨®rica y supuesta inferioridad, result¨® abrumadora. Por eso estar¨¢ de nuevo en la final defendiendo su corona, porque hizo trizas al equipo de Ettore Messina, absolutamente fuera de foco, inerme, con la lengua fuera de principio a final, un alma sin pena en ataque, superado t¨¢cticamente y en casi todos los emparejamientos individuales.

Ni Messina logr¨® encontrar un punto de inflexi¨®n en todo el partido ni Teodosic pudo afinar su mu?eca ni Krstic dijo ni p¨ªo dentro de la zona. El CSKA se qued¨® inesperadamente en la nada, paralizado, incapaz de meterle una marcha m¨¢s al juego o encontrar alg¨²n resquicio por el que revertir una inercia que sumi¨® a su ataque en la miseria, con porcentajes paup¨¦rrimos en todas las modalidades: 33% en tiros de dos, 29% en triples y 57% en tiros libres.

El m¨¦rito fue de un Olympiacos que domin¨® el escenario con una solvencia inesperada. Cerr¨® con candado y atac¨® con solvencia. Spanoulis, Law y Sloukas mecieron cada jugada con much¨ªsimo tacto. La versatilidad de sus p¨ªvots, Hines, Antic y Printezis, y el perfecto engranaje urdido por un entrenador novato en estas lides como Giorgios Bartzokas, hicieron el resto. Tom¨® carrerilla en el primer cuarto y super¨® un peque?o colapso en el tercero cuando Papaloukas y la defensa del CSKA cerraron el grifo y redujeron de 17 a 11 puntos la diferencia. Eso fue todo. Hines y Antic desatascaron la situaci¨®n y el Olympiacos ampli¨® el margen hasta los 21 puntos.

Cada movimiento defensivo del CSKA obtuvo f¨¢cil respuesta en la zona de creaci¨®n griega. Mejor puesto, el Olympiacos gan¨® enteros a medida que iba dominando facetas esenciales: el rebote, las p¨¦rdidas y como regalo inesperado los tiros libres. La ceguera del CSKA de Mosc¨² desde la l¨ªnea de tiros libres delat¨® el desconcierto que fue calando en sus jugadores. El CSKA lleg¨® al descanso con un porcentaje paup¨¦rrimo: 3 de 10. Y el Olympiacos incidi¨® en la herida. No le import¨® recurrir a las faltas y el CSKA fue 30 veces a la l¨ªnea de tiros libres, con solo 17 aciertos. Un pecado mortal tan grande como su d¨¦ficit de 12 rebotes.

Del milagro de Turqu¨ªa la pasada campa?a, cuando el equipo griego logr¨® levantar una desventaja descomunal de 19 puntos en los ¨²ltimos 12 minutos en una final hist¨®rica, se pas¨® a un triunfo rotundo, un aut¨¦ntico mazazo para el CSKA.