Florentino y el futuro del a?o 2000
Con un octavo t¨¦cnico de salida, Jorge Valdano desterrado, un capit¨¢n en la picota, la megaestrella sin renovar, una plantilla que se ha sentido desamparada y sin un opositor electoral, el Real Madrid es hoy el Florentino P¨¦rez F¨²tbol Club. ¡°Estabilidad institucional¡±, sostiene el presidente-candidato. No le falta raz¨®n: no hay mayor raigambre que solo tener que discutir con uno mismo. Hay pocos como Florentino P¨¦rez que puedan certificar 20 o m¨¢s a?os como socio madridista y sean capaces de avalar 80 millones, m¨¦ritos imprescindibles que ¨¦l ha impuesto para ahuyentar posibles adversarios. Tambi¨¦n subraya el ¨²nico cabeza de cartel que la entidad tiene m¨²sculo financiero (y pol¨ªtico, podr¨ªa a?adir). Muy cierto, pero la gente no invade La Cibeles por el cash-flow. En lo deportivo, la aut¨¦ntica raz¨®n de una sociedad cuyos dividendos son las alegr¨ªas, su gesti¨®n est¨¢ repleta de atajos, volantazos, digos y diegos.
En la solemne despedida de Mourinho, el presidente subray¨® como bonanza de este periodo que el Madrid haya vuelto ¡°al sitio que le corresponde¡±. ?Qui¨¦n le baj¨® del trono? All¨¢ por 2000, Florentino P¨¦rez lleg¨® a un campe¨®n de Europa con el ¡°librillo¡± de Vicente del Bosque, un ancla con las entra?as del madridismo. No le fue mal al reci¨¦n llegado a la atalaya de Chamart¨ªn, que festej¨® dos Ligas y otra Champions con aquel incunable con telera?as, seg¨²n ¨¦l. Florentino P¨¦rez aterriz¨® como un dirigente innovador, un adelantado. Se imagin¨® tal futuro que mir¨® con desd¨¦n en un presente que no sent¨ªa suyo. El Madrid de Del Bosque era antediluviano, as¨ª que el t¨¦cnico de casa fue enviado al paro en un pasillo porque hab¨ªa que empresarializar la entidad, evangelizar al planeta y llevar al club al siglo XXV. Un visionario, se dijo entonces, que no repar¨® en levantar torres para recalificar una plantilla de otra galaxia. No val¨ªa con un equipo ganador; hoy se brinda por la semifinal.
Sin un dedo marcando el camino,P¨¦rez afronta solo una cuenta pendiente desde el ¡°librillo¡± de Del Bosque: la estabilidad deportiva
¡°En el Real Madrid no basta con ser segundo¡±, justific¨® para echar a Luxemburgo. ¡°No se ha puesto el acento en la ilusi¨®n y en la administraci¨®n de la cantera¡±, apunt¨® en la destituci¨®n de Queiroz. Dej¨® caer que con Garc¨ªa Rem¨®n ¡°la presi¨®n¡± bloque¨® al equipo. ¡°La estabilidad es ganar, no mantener al t¨¦cnico¡±, esgrimi¨® en la condena a Pellegrini. Con Mou, borr¨®n y cuenta nueva. Ninguno de aquellos discursos est¨¢ ya en vigor: ahora la presi¨®n exculpa, disparatar la imagen del club no desequilibra a la instituci¨®n, se consiente que la cantera sea denigrada y cotiza ser cabeza de serie.
En su alocuci¨®n del lunes, los aplausos por tres semifinales fueron exclusivos para Mourinho. Ni menci¨®n a los jugadores que ahora dice ya no maleducar, como reconoci¨® al dimitir en 2006 (hoy ya no percibe que la mala educaci¨®n sea plantar a un Rey, por ejemplo). Anteayer, cualquier gui?o que hubiera hecho el presidente a la plantilla le hubiera costado caro con un entrenador que se siente fulminado por las guerrillas con un vestuario que algunos, como Florentino P¨¦rez, prefieren tachar de noveladas. Por convicci¨®n personal, el presidente ha hecho una defensa de Mou que no merecieron otros, ganaran lo que ganaran y aunque no enfangaran a la entidad.
Florentino P¨¦rez conduce ahora al club hacia Carlo Ancelotti, el Del Bosque italiano, seg¨²n sus hagi¨®grafos. Es decir, el futuro estaba en 2000. No se sabe qui¨¦n le ha asesorado, puesto que ya no hay valdanos o similares. Queda Zidane para la foto, pero el franc¨¦s fue apartado de la primera l¨ªnea por el entrenador que al presidente le hubiera gustado que continuase. Un galimat¨ªas m¨¢s.
Sin Mourinho, Florentino P¨¦rez tiene el paisaje despejado. Es, queda dicho, lo que ¨¦l llama ¡°estabilidad institucional¡±. Con o sin carrera electoral, hasta el 16 de junio el presidente en funciones propagar¨¢ la millonada de rigor para dar un p¨®ster a las pe?as. Una campa?a en la que lo ¨²nico que estar¨¢ en juego es la autoconfirmaci¨®n personal. No ser¨¢ dif¨ªcil, porque el presidente ve al madridismo ¡°m¨¢s unido que nunca¡±. ?El pseudo o el otro?
Florentino P¨¦rez juega solo y ya no vale ¡°lo que diga Valdano¡± o el dedo de Mou marcando el camino. Sin escudos, ¨¦l tiene una cuenta pendiente con el futuro desde 2000: la estabilidad deportiva, que no pasa solo por un ferguson en el banquillo, sino por una idea, por un nexo delbosquiano, lo que ser¨ªa su mejor legado. Est¨¢ a tiempo, la mayor¨ªa de los socios todav¨ªa le tienen fe.
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