Sin billetes para la historia
San Mam¨¦s se despide de la Liga, ante el Levante, 84 a?os despu¨¦s de derrotar en el primer campeonato al Espanyol
![Bielsa y Muniain durante un entrenamiento.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/27PFM5DM3RWDIHXP7HVZKKBHZU.jpg?auth=b0262d4ad8367c2de56033cf97229e4a02b622e3626c5ece792791c73f4f89ab&width=414)
No hay billetes, se dec¨ªa en aquellos tiempos. Desde el viernes no hay entradas para estar hoy (20.00) en San Mam¨¦s. Oficialmente no hay nada en juego, si acaso el lejan¨ªsimo tambor de una plaza en la Liga Europa si se aliaran los resultados futbol¨ªsticos, como en una quiniela m¨²ltiple, con las decisiones de los juzgados deportivos. El rival es el Levante, que participa en la fiesta con el deseo ardiente de que acabe la temporada y las aguas vuelvan a su cauce. Y, sin embargo, no hay entradas para asistir a un partido deportivamente quiz¨¢s intrascendente, pero emotivamente cargado de significado: ser¨¢ el ¨²ltimo partido de Liga que acoja San Mam¨¦s desde que se inaugur¨® en 1913 y desde que se estren¨® en Liga el 17 de febrero de 1929, con una goleada al Espanyol (9-0) con tres goles de Carmelo (no, el portero, no, el delantero de los a?os 20); otros tres de Lafuente (no, el portero, no, el delantero, Ram¨®n); dos de Calero (Andr¨¦s) y uno de Unamuno I (Don Miguel, el escritor y fil¨®sofo, no, Victorio, tambi¨¦n delantero). Ellos jugaron y ganaron aquella Liga, la inaugural, en un San Mam¨¦s que ya forjaba su m¨ªstica de campo m¨ªtico.
El port¨®n de la Liga se echa en La Catedral, que a¨²n ver¨¢ otro encuentro de homenaje el 5 de junio, cuando el Athletic se enfrente a un combinado de futbolistas vizca¨ªnos, antes de que las excavadoras le den candela a los grader¨ªos, 100 a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n (ante el Racing de Ir¨²n y el Sheperd?s Bush, predecesor del Queens Park Rangers) en un triangular amistoso.
Solo por eso, San Mam¨¦s vivir¨¢ la escenificaci¨®n hist¨®rica del ¡°yo estuve all¨ª¡±. Por eso y porque el destino ha querido que haya algo en juego, aunque sea un tambor muy lejano, y porque ese partido puede ser el plebiscito o la cr¨ªtica a Bielsa, cuyo futuro en el club rojiblanco a¨²n es desconocido. Y puede ser el term¨®metro que mida el nivel de aceptaci¨®n o desafecci¨®n con la temporada de los futbolistas o de la directiva tras todo lo acontecido en la campa?a y lo que resta por acontecer.
El encuentro puede ser el plebiscito o la cr¨ªtica a Bielsa, cuyo futuro a¨²n se desconoce
Bielsa ya ha se?alado que no hay oferta sobre su mesa; Urrutia ha aplazado la toma de decisiones a un tiempo a¨²n indeterminado y la nueva plantilla a¨²n est¨¢ por hilvanar, tras las conocidas salidas de Amorebieta (Fulham) y Llorente (Juventus), el 30 de junio. Bielsa prefiere explicar sus sentimientos sobre el estadio que se va: ¡°Yo vengo de un pa¨ªs muy existista, donde el apoyo y el festejo se multiplica cuando el equipo mejor juega. San Mam¨¦s me ha demostrado que es un estadio que en los momentos de debilidad te da la mano para que no te caigas¡±, dijo hace unos d¨ªas confiando en que el esp¨ªritu del nuevo estadio ¡°provocar¨¢ un efecto proporcional a la nostalgia de lo que se va, porque lo hist¨®rico de los estadios no es la arquitectura, sino la gente que lo ocupa¡±.
¡°Para m¨ª es un honor ser un integrante de la plantilla que va a jugar el ¨²ltimo partido de Liga en este estadio y adem¨¢s ser el capit¨¢n y participar en esta fiesta... de tres puntos, algo que no se puede olvidar¡±, afirmaba Gurpegi, que cumplir¨¢ ambos sue?os.
84 a?os despu¨¦s, San Mam¨¦s echa el cerrojo a la Liga, a su Liga, a su magia, a su esp¨ªritu ingl¨¦s (el triangular que lo inaugur¨® lo gan¨® el Sheperd?s Bush) y empaqueta el m¨ªtico arco que romp¨ªa el cielo de Bilbao en busca de un uso a¨²n desconocido. Lo que inauguraron 3.500 espectadores lo despedir¨¢n 40.000. En ambos casos, no hubo billetes. Ni para el futuro ni para el pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.