El Deportivo contra sus fantasmas

Depende de s¨ª mismo, como entonces, pero fueron tantas las oportunidades falladas, tanto el esfuerzo sin fruto, tanta la desdicha, que nadie se ha podido quitar de la cabeza aquella noche de hace dos a?os en la que el Deportivo certific¨® su primer descenso de categor¨ªa en veinte a?os. Aquel fiasco, en Riazor, ante un p¨²blico entregado, con la guillotina del desastre econ¨®mico acechando¡­ Todo evoca ahora aquel desastre e invita a una prevenci¨®n amplificada adem¨¢s porque entonces el rival, el Valencia, pugnaba por unos puntos sin mayor significado para ellos, y ahora es la Real Sociedad la que visita a los coru?eses para tratar de ganar plaza en la previa de la Liga de Campeones. Toda esa gasolina impulsa a los rivales del Deportivo por evitar el descenso. Celta, Zaragoza y Mallorca atienden al fallo y ese es justamente el orden en cuanto a probabilidades. Toda la presi¨®n, todas las miradas se focalizan sobre los coru?eses que adem¨¢s saben que si fallan hay bastantes opciones de que sea su hist¨®rico archirrival el beneficiado. Y sin embargo, en un escenario como el de Riazor, que ha hecho de la agon¨ªa algo cotidiano, donde se han visto de todos los colores, anida un optimista. ¡°Forza D¨¦por¡±, areng¨® Fernando V¨¢zquez tras comparecer ante la prensa. Se hab¨ªa levantado, pero pronto volvi¨® tras sus pasos para lanzar la arenga, despu¨¦s se retir¨® y regres¨® de nuevo por si no hab¨ªa quedado claro: ¡°Forza D¨¦por, s¨ª¡±.

Desde su llegada al banquillo del Deportivo hace poco m¨¢s de cien d¨ªas, V¨¢zquez ha mezclado did¨¢ctica, populismo y resultados. En lo futbol¨ªstico ha sacado al equipo del fango y en los micr¨®fonos ha demostrado que ¨¦l no precisa asesores a sueldo para orientar mensajes que calen en el vestuario o a los aficionados. As¨ª que ante el recuerdo del pasado inmediato, receta fortaleza, confianza y tranquilidad. ¡°Tenemos una situaci¨®n por resolver y hay que hacerlo con mucha cabeza. Tenemos que ser fr¨ªos para pensar y saber que dentro de un partido se juegan tres o cuatro diferentes con el reloj y el marcador, que dependemos de nosotros y la Real no puede decir lo mismo para lograr su objetivo porque debe mirar hacia el Sevilla-Valencia. Es un intangible que no se puede valorar, pero que quiz¨¢s nos favorezca¡±.

¡°Nos vamos a vaciar, es el partido del a?o¡±, advierte desde San Sebasti¨¢n el delantero Carlos Vela

Dos a?os despu¨¦s de certificar ante el Valencia su descenso a Segunda, el Deportivo desea que la escuadra ch¨¦, uno de sus oponentes m¨¢s enconados desde aquella jornada final de 1994, encarrile r¨¢pido su partido para que en ese transcurrir de la jornada la Real sienta que su objetivo de la cuarta plaza es un imposible. ¡°Nos vamos a vaciar, es el partido del a?o¡±, advierte desde San Sebasti¨¢n el delantero Carlos Vela, que, con todo, deja otro mensaje m¨¢s cercano al conformismo. ¡°Quedemos quintos o cuartos ser¨¢ un a?o grand¨ªsimo¡±, asegura.

Mientras tanto, en Vigo ya circulan camisetas con la leyenda ¡°Donostia, Vigo te ama¡±. Si la Real punt¨²a y el Celta gana al Espanyol, Galicia seguir¨¢ teniendo un equipo en Primera y vestir¨¢ de celeste. Un a?o despu¨¦s de ascender de la mano, los dos grandes gallegos esprintan para salvar su estatus. El Celta ya sufri¨® el trauma de un doble descenso mediada la pasada d¨¦cada, el segundo acab¨® sepult¨¢ndole en una crisis econ¨®mica y deportiva de la que tard¨® cinco a?os en emerger. Y, visto lo visto, y que la deuda es muy superior a la que ten¨ªan los vigueses, cabr¨ªa temer por la salud del Deportivo, sobre el que el propio Javier Tebas, presidente de la Liga de F¨²tbol Profesional, diagnostica que est¨¢ en la UCI. Nada que inquiete al optimista V¨¢zquez. ¡°El club seguir¨¢. Algo que tiene este apoyo no puede morir¡±, sostiene. Y es que la gente nunca ha fallado en A Coru?a. El s¨¢bado, a la hora del partido, unos 5.000 socios habr¨¢n sacado ya su abono para la pr¨®xima campa?a sin saber si ver¨¢n en Riazor al Barcelona o al Guadalajara. Su t¨¦cnico les anima: ¡°Vamos a vivir esa jornada con alegr¨ªa, son noventa minutos para disfrutar, que la afici¨®n est¨¦ tranquila¡±.