LeBron James y Pap¨¢ Noel

La gente siempre da por hecho que s¨¦ mucho de baloncesto porque jugu¨¦ profesionalmente durante mucho tiempo. Y porque tengo pinta de haber jugado profesionalmente durante mucho tiempo. Cuando la gente da por hecho que s¨¦ mucho de baloncesto, me hacen preguntas como la que me hizo una mujer en el supermercado la semana pasada: ?Qui¨¦nes piensas que ganar¨¢n, los Spurs o los Heat?

Cuando la mujer me hizo esa pregunta, quer¨ªa una respuesta sencilla y directa. Por desgracia, esto invalida lo que ha supuesto previamente: como s¨¦ mucho de baloncesto, s¨¦ que nunca s¨¦ qui¨¦n va a ganar.

Tambi¨¦n s¨¦ que el baloncesto es un negocio. Un negocio muy importante. Y esa es la raz¨®n por la cual mi primera reacci¨®n fue hacerme una pregunta. Algo como: ¡°Bien, ?qu¨¦ resultado interesa m¨¢s a la NBA?¡±.

Por ejemplo, en la final de este a?o, uno podr¨ªa defender el argumento de que una victoria de los Heat ayudar¨ªa significativamente a los resultados netos de la NBA porque una victoria de los Heat consolidar¨ªa el dominio absoluto de LeBron James sobre la cultura del baloncesto y lo elevar¨ªa posiblemente a un estatus parecido al de Michael Jordan, vendiendo de paso muchas, muchas camisetas.

Pero otra persona podr¨ªa se?alar que una victoria de los Spurs confirmar¨ªa la afirmaci¨®n de la NBA de que existe un equilibrio competitivo, y que la NBA podr¨ªa usar la victoria de unos Spurs envejecidos porque se est¨¢ enfrentando a una racha de cinco a?os m¨¢s de dominio de LeBron James, por lo que podr¨ªa resultar acertado interrumpirla mientras pueda (adem¨¢s, hace que la gente mayor se sienta bien al ver que Tim Duncan est¨¢ haciendo un buen trabajo).

Sin embargo, otra persona podr¨ªa decir que no importa, porque lo que importa es qui¨¦n est¨¢ jugando, y que quien est¨¦ jugando lo haga durante un tiempo; y que lo importante era que dos equipos entretenidos de ver llegasen a la final o que la cuesti¨®n era asegurarse de que esa final durase m¨¢s de cinco partidos.

Pero no le dije nada de esto a la mujer en el supermercado. A lo largo de los a?os, he aprendido que la gente no quiere pensar que la NBA es una enorme empresa. No quiere tener en cuenta la tremenda influencia que tienen los ¨¢rbitros y los cronometradores en el resultado de los partidos. Y no quiere que se le recuerde que cada vez que hay mucho dinero en juego en cualquier negocio existe la posibilidad de que alguien pueda sacar provecho. No quiere pensar en ninguna de estas cosas porque se supone que el deporte tiene que ser sencillo, justo y limpio.

Y esa es la raz¨®n por la cual, cuando la mujer que estaba junto al estante de las cebollas me pregunt¨® qui¨¦n iba a ganar la final de la NBA, sonre¨ª y le dije: ¡°?Los Heat!¡±. Y me fui hacia el mostrador de la charcuter¨ªa. A veces, cuando se trata de Pap¨¢ Noel, lo mejor es dejar que los ni?os sigan creyendo en ¨¦l.