Balotelli afina la m¨²sica de Pirlo

Pasan los a?os e Italia sigue siendo Pirlo. A sus 34, contin¨²a exponiendo su clase al servicio de los azzurri, desafinados en los remates hasta que Balotelli aprovech¨® el en¨¦simo regalo de la zaga mexicana. Se supon¨ªa su l¨ªnea m¨¢s poderosa, la defensa, pero el capit¨¢n, Francisco Rodr¨ªguez, se encarg¨® de desmentirlo. Aunque eso no fue lo peor para la selecci¨®n de Chepo de la Torre, un conjunto sin ambici¨®n ni personalidad, supeditado a los movimientos del rival, limitado por los mensajes pusil¨¢nimes de su seleccionador.

El f¨²tbol de ¨¦lite vuelve de vez en cuando al patio del colegio: la carerra torpe del defensa con el bal¨®n hacia su porter¨ªa (Barzagli), la piller¨ªa y la velocidad punta del delantero (Giovani dos Santos), que se le adelanta, y la cat¨¢strofe en la mente del zaguero, cometiendo penalti, por supuesto. Hasta dos embestidas le propin¨® Barzagli a Giovani dos Santos antes de caer este abatido en el ¨¢rea. Desde los 11 metros transform¨® Chicharito, su 33? tanto con la Tricolor, a la izquierda del meta Buffon, tumbado hacia el otro lado. Hern¨¢ndez hab¨ªa elegido d¨®nde colocar el esf¨¦rico y no quiso ni mirar el vuelo del experimentad¨ªsimo portero.

M¨¦xico se march¨® al descanso con un empate que ni siquiera se hab¨ªa imaginado, sometido como hab¨ªa estado al dictado de Pirlo. En su centenario como internacional en Maracan¨¢, el mediocentro del Juventus despleg¨® su cat¨¢logo de pases, algunos especialmente bellos (uno de primeras hacia la entrada del lateral Abate por el extremo derecho), pero reserv¨® la obra cumbre para s¨ª mismo: una falta enroscada y potente desde unos 35 metros que burl¨® la barrera mexicana antes de aterrizar por la escuadra de Corona. La curva del bal¨®n fue tan perfecta que el arquero se rindi¨® antes de tiempo, encogiendo su brazo derecho en pleno vuelo.

En teor¨ªa, lo mejor de M¨¦xico era su predisposici¨®n defensiva: el orden, la disciplina y todos esos atributos destacables cuando fallan todos los dem¨¢s. La realidad fue bien distinta. La zaga mexicana fue un desastre de pies a cabeza, una constante invitaci¨®n a los remates de Balotelli, desacertado en todos ellos. Los hab¨ªan facilitado los fallos en la entrega sobre todo de Francisco Rodr¨ªguez, muy impreciso en su intento de sacar el bal¨®n jugado. Tampoco le ayudaron los mediocampistas, subyugados Zavala y Torrado por el aire imperial de Pirlo. A M¨¦xico lo sostuvo la picard¨ªa de Giovani, el oficio de Guardado y la amenaza goleadora de Chicharito.

Tras la reanudaci¨®n, M¨¦xico fue cada vez m¨¢s peque?o, metido en su ¨¢rea, incapaz de dar tres pases seguidos. De la Torre mand¨® a toda la tropa a defender, y alguno incorporado como Mier. Recluido incluso Chicharito a un marcaje casi individual a Pirlo. Sin efecto, claro. Pasaba el tiempo y el dominio de Italia no encontraba recompensa. A pesar de las lecciones en las faltas de Pirlo. Una rasa desperdiciada por Montolivo en la prolongaci¨®n. Y otra, demasiado combada a la otra escuadra. Pirlo es una autoridad en los tiros libres, autor de cinco goles en el pasado campeonato italiano, el m¨¢s prol¨ªfico de las grandes Ligas europeas en esta especialidad. Aun as¨ª se atrevi¨® Balotelli a discut¨ªrselo. Se le coloc¨® al lado en una de ellas y le inst¨® a dejarle probar. El capit¨¢n de la azzurra, como si oyera llover. Ni siquiera respondi¨®.

M¨¦xico se despleg¨® un rato de la segunda parte, aprovechando el p¨¢nico de Barzagli al ver acercarse a Giovani dos Santos. Pero justo cuando De La Torre cre¨ªa haber equilibrado el encuentro, con s¨ªntomas en la azzurra de desesperaci¨®n, volvi¨® a equivocarse Francisco Rodr¨ªguez. Era un pase al tunt¨²n de De Rossi, bombeado a la corona del ¨¢rea, con toda la ventaja para el central mexicano, que se abri¨® de patas. Y se filtr¨® Balotelli para marcar con determinaci¨®n. M¨¦xico ya no reaccion¨®. Es un equipo pensado solo para defender y se ve incapaz de atacar cuando no le queda m¨¢s remedio. Tiene la derrota pintada en el rostro de su entrenador.