El desaf¨ªo de Thiago

A Thiago Alc¨¢ntara (Bari 1991) siempre le ha gustado jugar fuerte, ser protagonista, nada de acompa?ar el partido ni de ser un figurante en un plantel tan lujoso como el del Bar?a. No es que sea un mal jugador de equipo sino que es un competidor nato y por tanto no le sobran compa?eros en el vestuario ni es muy amigo de los entrenadores que le piden calma desde el banquillo como pas¨® en su d¨ªa con Pep Guardiola y ahora con Tito Vilanova. Tiene adem¨¢s un padrino entendido que es al mismo tiempo su padre y se llama Mazinho, y un agente que responde al nombre de Pere Guardiola, hermano del exentrenador barcelonista. As¨ª que no es nada f¨¢cil gestionar el futuro de un jugador de 22 a?os como Thiago y menos si se acepta su f¨²tbol, siempre arriesgado, de nuevo sobresaliente en una final.

¡°Ya veremos tras el Europeo c¨®mo queda todo¡±. Thiago se incorpor¨® a la selecci¨®n sub-21 con un anuncio enigm¨¢tico y amenazante cuando se le pregunt¨® por su futuro despu¨¦s que se supiera que la cl¨¢usula de rescisi¨®n de su contrato hab¨ªa quedado cifrada en solo 18 millones de euros, por no disputar el 60% de los partidos del Bar?a. El club a acept¨® la apuesta cuando formaliz¨® el acuerdo en 2011 y hoy el jugador se siente legitimado para negociar con equipos como el Manchester United o el Madrid. A efectos de minutos, es el futbolista n¨²mero 15 del Bar?a y la situaci¨®n puede empeorar la pr¨®xima temporada.

Nadie tiene m¨¢s confianza en s¨ª mismo que Thiago. Al Bar?a puede que le haya salido el tiro por la culata, excesivamente confiado, como si le diera igual poner 18 que 90 millones en la carta de libertad, porque pensaba que el amor del volante a los colores azulgrana no ten¨ªa precio o por el contrario intuy¨® que pod¨ªa facilitar su salida e ingresar dinero para financiar fichajes como el de Neymar y si puede Thiago Silva. A Vilanova, al fin y al cabo, le interesa tener a 11 titulares porque se evita problemas y trabajo de campo y, al mismo tiempo, se garantiza resultados. Una actitud tan leg¨ªtima como la de los jugadores que se replantean su salida por no entrar en una alineaci¨®n cantada.

La selecci¨®n sub-21 form¨® ayer con cuatro azulgrana: Montoya, Bartra, Thiago y Tello. Ninguno es titular en el Barcelona y dif¨ªcilmente lo ser¨¢n el curso que viene. El posible fichaje de un zaguero no beneficia a Montoya ni a Bartra de la misma manera que la presencia de Tello y Thiago puede disminuir por la incorporaci¨®n de Neymar. Iniesta pas¨® a ser centrocampista con Xavi y Busquets y el primer cambio ser¨¢ seguramente un internacional como Cesc. Thiago mira la pizarra y no se ve despu¨¦s de constatar que en un a?o ha pasado de jugar el 63% de los partidos al 47%. Ya no s¨®lo es una cuesti¨®n num¨¦rica sino de calidad. Titular en el Mundial de clubes de 2011 y en el Camp Nou contra el Madrid cuando mandaba Guardiola, apenas intervino en los partidos decisivos con Tito, a excepci¨®n del que disput¨® en el Bernab¨¦u en la Liga, cuando le contaron 15 p¨¦rdidas de bal¨®n.

Aunque le llev¨® su tiempo, y alguna reprimenda, como cuando celebr¨® de forma desmesurada con Dos Santos el 4-0 ante el Racing en 2010 [y posteriormente ante el Rayo junto a Alves], Thiago se sinti¨® importante con Guardiola y en agosto de 2011 debut¨® con la absoluta contra Italia despu¨¦s de que su padre lo hubiera ofrecido sin ¨¦xito a Brasil cuando no le daban la cuerda que quer¨ªa en el Camp Nou. No conoc¨ªan a Thiago en Brasil y ahora, cuando su hermano Rafinha compite con las selecciones inferiores de la canarinha, se propone jugar el Mundial 2014 con Espa?a. No parece probable que vuelva a un equipo sub-21 con el que ha sobresalido en las dos ¨²ltimas finales, en 2011 y ayer ante Italia, autor de un triplete que expresa el compendio de sus virtudes: toque, regate, desequilibrio, riesgo y desparpajo.

Futbolista de sangre brasile?a, nada le har¨ªa m¨¢s feliz que jugar con Neymar. Ocurre que en el Bar?a no le garantizan minutos y, adem¨¢s, le piden que jure de nuevo la bandera y tenga la paciencia que en su d¨ªa exhibieron Xavi e Iniesta. A Thiago, sin embargo, le gusta el riesgo y entiende que ya le dio la opci¨®n al Bar?a con su ¨²ltimo contrato. Ahora la baraja est¨¢ en manos de un chico de 22 a?os, cuya ficha no alcanza los dos millones y al que le encanta jug¨¢rsela en las finales y no en los partidos de entretiempo. Tres goles le dan de momento la raz¨®n.