¡°?Sigo segundo!¡±

Nicolas Portal, el director de Froome, es un joven meticuloso que antes de las etapas hace fotocopias ampliadas del libro de ruta con los perfiles del d¨ªa y los pega alrededor del volante de su Jaguar, desde donde les observan expectantes y amables, normalmente, o como los cap¨ªtulos de un cuento de miedo, como el pasado domingo, en la traves¨ªa de los Pirineos, cuando el 88% de su equipo se qued¨® despatarrado en el primer puerto, dejando al 12% restante, al amarillo Froome, solo y a rueda de los Movistar. ¡°Pero una vez pasada aquella experiencia terrible, estoy preparado para todo¡±, dice Portal, que solo tiene 34 a?os, menos que unos cuantos corredores del pelot¨®n y debuta este a?o como primer director del Sky. Lo dice ya sonriente, repasando la clasificaci¨®n general, comprobando que el peligro respira ya lejos. ¡°Tenemos a Valverde y a Contador a m¨¢s de tres minutos. Y a Quintana, que no me dejaba dormir pues es el mejor escalador, a m¨¢s de cinco¡­ En el Ventoux y en los Alpes ya tenemos un poco m¨¢s de margen de maniobra. Nos bastar¨¢ con vigilar menos ruedas, sobre todo una, la de Valverde¡±, reflexiona Portal, quien conoce perfectamente a Valverde, pues fue compa?ero suyo cuatro a?os en Caisse d¡¯?pargne.

Y aunque Froome no corri¨® en el mismo equipo que Valverde, minutos despu¨¦s repite ante la prensa la misma frase que su director. ¡°La rueda a vigilar es la de Valverde¡±, dijo con su sonrisita habitual. Precis¨® que era la rueda peligrosa porque ¡°es el m¨¢s cercano en la general¡±, pero tambi¨¦n podr¨ªa haber a?adido que, adem¨¢s, sabe que si se mueve Contador, por ejemplo, Valverde ser¨ªa el primero que reaccionar¨ªa, y tanto por obligaci¨®n t¨¢ctica (el segundo siempre corre en equilibrio inestable, entre la duda de atacar para ser primero y la de defender para que no le adelante el tercero) como por voluntad personal. Y esto lo pudo intuir sencillamente analizando los gestos que se dedicaron el de Pinto y el de Murcia en el ¨²ltimo puerto de la etapa pirenaica, recordando lo sucedido en la ¨²ltima Vuelta, que Valverde sigue manteniendo que perdi¨® en el abanico de Ezcaray montado con activa participaci¨®n del Saxo pese a su ca¨ªda, y leyendo las declaraciones del murciano, quien todos los d¨ªas cuando cruza la meta, y ayer tambi¨¦n, lo primero que pregunta es cu¨¢nto le ha sacado a Contador. Y ayer grit¨® en el coche, desde donde su director, Jos¨¦ Luis Arrieta, le motiv¨® durante la concentraci¨®n al grito de ¡°?vas mejor que Contador!¡±: ¡°?Soy segundo!¡±.

No era el mejor recorrido para m¨ª, pero cada m¨ª me encuentro mejor¡±, afirm¨® Contador

Valverde acab¨® contento de su contrarreloj, pese a que reconoci¨® que hab¨ªa calentado poco y hab¨ªa comenzado fr¨ªo, y pese a ceder dos minutos clavados a Froome (la diferencia entre correr a m¨¢s de 54 de media y a 51) no solo por mantener el segundo puesto, sino porque tem¨ªa haber acabado peor, como en la Dauphin¨¦, y porque la desventaja de 3m 25s en la general no la considera inabatible con una estrategia lo bastante agresiva en los Alpes. Contador, por su parte, destac¨® que pese a no encontrarse s¨²per, hizo un tiempo "m¨¢s o menos parejo al resto de los otros corredores" de su entorno. "No era el mejor recorrido para m¨ª, adem¨¢s, pero cada d¨ªa me encuentro un poquito mejor y eso anima".

Quintana y sus 56 kilitos no estaba ni decepcionado ni feliz, sino sereno y esperanzado. Sereno: "Sab¨ªa al ver el viento de espaldas y el recorrido que perder¨ªa estos tres minutos", dijo. Esperanzado: "Mi desventaja en la general es tal que me permite a la vez ser una baza t¨¢ctica para el equipo y tambi¨¦n que Froome por fin me deje alg¨²n metro de libertad en la monta?a¡­"