Como sardinas

El d¨ªa antes Bjarne Riis, crecido por la magn¨ªfica contrarreloj de sus chicos, Contador y Kreuziger, y henchido al verlos a ambos colocados en el podio, lleg¨® incluso a afirmar que no necesitar¨ªa sacrificar a uno por el otro para intentar ganar el Tour. ¡°Somos ahora segundo y tercero, ?pero por qu¨¦ no podemos acabar primero y tercero, o primero y segundo?¡±, dijo el due?o dan¨¦s del Saxo. ¡°No vamos a dejar de intentar ganar el Tour para conservar el podio¡±.

24 horas m¨¢s tarde, a Riis no se le vio cerca de la meta para analizar la general (segundo, Contador; cuarto, Kreuziger: ambos m¨¢s lejos del l¨ªder, Froome de amarillo y sin gl¨²cidos; ambos con los perseguidores m¨¢s encima, pues en 47s, entre Contador y Purito, quinto, est¨¢n tambi¨¦n embutidos Quintana, tercero, y Kreuziger, cuarto) generada por una etapa, la m¨¢s movida del Tour, marcada en cierta forma por la estrategia torcida de su equipo, que quem¨® a dos de sus hombres, Roche y Paulinho, al ba?o Mar¨ªa en tierra de nadie hasta el pie del primer Alpe d'Huez; que atac¨®, como hab¨ªa prometido, de lejos, en el descenso temido y esperado del col de Sarenne, con su pareja de oro, Kreuziger y Contador, y que termin¨® con ambos en modo mal d¨ªa en la segunda subida al puerto de las 21 curvas y los holandeses borrachos, como hab¨ªan terminado tambi¨¦n en los otros dos grandes puertos de este Tour, en Ax-3 Domaines y en el Ventoux, a su ritmo y limitando las p¨¦rdidas.

¡°Podr¨ªa estar mejor ¡°si Nairo hubiera colaborado¡±, dijo el l¨ªder del Katusha

Para sacar a las cuatro sardinas en orden de la lata que las aprieta una contra otra, al Tour le quedan dos etapas, la de hoy, la gran traves¨ªa alpina con dos gigantes lejanos (Madeleine, Glandon) y dos medianos decisivos (?pine y Croix Fry), y, ma?ana, la muy corta y abrupta etapa del final en el ins¨®lito Semnoz, sobre el lago natural de Annecy, pero si se escucha y da valor al or¨¢culo Froome, solo uno de sus dos acompa?antes es inc¨®gnita, pues a Quintana, el colombiano que tanto le gusta y al que tanto temer¨¢ (m¨¢s a¨²n) en el pr¨®ximo Tour, ¨¦l mismo le adjudic¨® una. ¡°El Movistar ha trabajado muy bien y ha colocado a Quintana en el podio¡±, dijo Froome, ¡°y estoy seguro de que all¨ª estar¨¢ en Par¨ªs¡±.

Para la otra plaza, pelea un ciclista ascendente, Purito Rodr¨ªguez, que, qui¨¦n lo podr¨ªa pensar, con los dos ejercicios m¨¢s antiPurito que se conocen ¡ªuna contrarreloj y un ataque lejano¡ª se ha colocado en una situaci¨®n magn¨ªfica. ¡°Y podr¨ªa estar mejor a¨²n¡±, dijo el l¨ªder del Katusha, ¡°si Quintana hubiera colaborado conmigo en los ¨²ltimos kil¨®metros del Alpe. Se lo ped¨ª, venga, vamos, que podemos acabar segundo y tercero, pero ¨¦l no quiso¡±. ¡°No es que no quisiera, sino que no pod¨ªa m¨¢s¡±, respondi¨® el colombiano, de blanco radiante e inteligente: en el sprint final con el r¨¢pido Purito, le sac¨® de rueda y 3s. ¡°Supo manejar muy bien la situaci¨®n¡±, dijo de su perla su director, Jos¨¦ Luis Arrieta. ¡°Desconfiaba de Purito, pues conoce su picard¨ªa, y sab¨ªa que entre las vallas, donde m¨¢s daba el viento, no iba a tirar para el otro y que le dejara tirado. Ahora, nos toca solo resistir y esperar, pero Purito seguro que intenta ganar la etapa del s¨¢bado, y llevarse ah¨ª el gran lote¡±.

¡°No es que no quisiera, es que no pod¨ªa m¨¢s¡±, respondi¨® Quintana

¡°Que no le quede a nadie la menor duda¡±, dijo Purito, que est¨¢ en una magn¨ªfica forma ascendente justo cuando los dem¨¢s, incluido el l¨ªder Froome, que no resisti¨® ayer sus ataques, entran en natural declive. ¡°Mi objetivo sigue siendo una etapa y el podio¡±.

Contador, agobiado en la meta por la marea prensil, no entr¨® a analizar sus posibilidades de podio (no estaba para ello), sus esperanzas, sus deseos. Simplemente afirm¨® que hab¨ªa tenido un mal d¨ªa, y que pese a tenerlo malo no le hab¨ªa ido tan mal, y que ni mucho menos hab¨ªa atacado, que simplemente se dej¨® ir en el descenso: ¡°Pero no arriesgu¨¦ lo m¨¢s m¨ªnimo¡±. Pero Froome, al que pas¨® rozando por las estrecha carreterilla cuando aceler¨® el de Pinto a su espalda, ten¨ªa una opini¨®n diferente (como en casi todo el Tour: la corriente buena no ha terminado de fluir entre el probable ganador del domingo y el campe¨®n espa?ol) y la expres¨®: ¡°Su ataque fue contra ellos, pues gastaron energ¨ªas en el descenso que les habr¨ªan ido muy bien en la fase decisiva¡±.