El gran vuelo de C¨¢ceres
El alicantino domina a todos sus rivales en la calificaci¨®n de longitud con un salto de 8,25m
Cuando termin¨® de volar, un vuelo interminable, un pedaleo en el aire que parec¨ªa no acabar nunca pese a que no dur¨® m¨¢s de 90 cent¨¦simas de segundo, Eusebio C¨¢ceres aterriz¨® con limpieza en la s¨¢bana de arena acogedora. Despu¨¦s, se gir¨® lo suficiente para comprobar que no hubiera dejado inadvertidamente una marca detr¨¢s de ¨¦l con la mano al caer, se levant¨® y ofreci¨® al mundo una sonrisa de felicidad espl¨¦ndida. ¡°Bueno, al mundo, no¡±, precisa, ¡°se la regal¨¦ a mi entrenador, Jes¨²s Gil, que es la primera vez que viaja conmigo y estaba ah¨ª delante, en la grada¡±.
No son ni las 11 de la ma?ana en un Mosc¨² soleado, caluroso, despu¨¦s de una noche de lluvias y tormentas y C¨¢ceres, de Onil (Alicante), un chaval de 21 a?os, acaba de irse a 8,25m en su primer salto de calificaci¨®n para la final de ma?ana. Con esa distancia, el espa?ol hubiera sido plata en Londres 2012, a seis cent¨ªmetros del oro. Hace solo un a?o, C¨¢ceres no pas¨® de 7,92m y no estuvo en la final de los Juegos.
En Mosc¨², mientras ¨¦l sonr¨ªe, a su alrededor solo se distinguen muescas crispadas, caras preocupadas, las de los mejores saltadores del mundo que se enfrentan a uno de los procesos m¨¢s temidos por los saltadores de longitud, la calificaci¨®n para la final. La altura requerida son 8,10m y ninguno de ellos, ni el multicampe¨®n Dwight Philips, que cojea del tend¨®n de Aquiles, ni el campe¨®n ol¨ªmpico Greg Rutherford, ni el ingeniero mexicano Luis Rivera, la sensaci¨®n del a?o, ni siquiera Alexander Menkov, el gran favorito que salta en casa, ni el sudafricano habitual Godfrey Mokoena, han logrado a¨²n el salto que les permita sonre¨ªr y se preparan para seguir sufriendo. En la grada, Ram¨®n Cid, director t¨¦cnico nacional, se exalta ante el salto que confirmaba todas las esperanzas. ¡°?Qu¨¦ salto! ?Qu¨¦ solvencia y limpieza!¡±, grita feliz Cid, que ha sido saltador, y bueno, en su juventud, y que c¨®mo t¨¦cnico disfruta de nuevo de las sensaciones hermosas que vivi¨® cuando el gran Yago Lamela. ¡°Les ha convertido a los dem¨¢s en teloneros. Pero¡±, advierte, ¡°no perdamos la perspectiva, no nos creamos que ya est¨¢ todo conseguido¡±. Pero, pese a la precauci¨®n no quiere frenar su alegr¨ªa. Al final le ha llegado a ¨¦l la oportunidad de decir good luck a los rusos y goza cada segundo del momento.
Con la distancia alcanzada en Mosc¨², el espa?ol hubiera sido plata en Londres 2012
En casi todas las calificaciones de longitud a las que asiste, son sus espa?oles los que penan y solo a la tercera clavan el salto salvador. As¨ª le ocurri¨® hasta a Lamela en su camino hacia la plata del Mundial de Sevilla en 1999. Y en todas esas ocasiones, Cid sufr¨ªa en silencio mientras los t¨¦cnicos de los que calificaban a la primera se marchaban enseguida, m¨¢s chulos que un ruso, dej¨¢ndoles con un good luck de despedida animosa. ¡°Y yo siempre pensaba, ¡®ya nos podr¨ªa tocar alguna vez a nosotros decir good luck¡±, cuenta Cid. ¡°Y tantos good luck hemos sufrido que acabamos llamando un good luck a una calificaci¨®n a la primera¡±.
C¨¢ceres, que despu¨¦s de calificarse se ha sentado en las gradas para seguir analizando a los que ser¨¢n sus rivales en la lucha por la victoria ma?ana y abrazarse con su entrenador, no para de sonre¨ªr mientras escucha la historia de Cid. No para de sonre¨ªr, de hecho, desde el salto que le quit¨® todos los miedos, que lleg¨® despu¨¦s de una noche de poco y mal sue?o. ¡°No porque estuviera nervioso e insomne¡±, explica, ¡°porque soy un gran dormil¨®n en todas las circunstancias. Pero me he agarrado un resfriado en el peor momento y se me ha congestionado la nariz y apenas he podido dormir. Menos mal que el resfriado no afecta al nervio, que es con lo que funciono yo¡¡± Y desde la grada, C¨¢ceres observa c¨®mo Menkov se califica a la segunda con 8,11 m ¡ª¡°pero solo ha hecho media carrera, est¨¢ muy bien¡±¡ª. Eusebio tambi¨¦n ve c¨®mo Philips pasa pese a estar cojo ¡ª¡°y har¨¢ bien alg¨²n salto¡±¡ª, y c¨®mo tambi¨¦n se clasifica Rivera, el mejor del a?o, con 8,46 m, nueve cent¨ªmetros m¨¢s lejos que la mejor marca suya, 8, 37 m, conseguida este verano al proclamarse campe¨®n de Europa sub 23, un oro que une a una plata mundial j¨²nior y a un bronce juvenil. El alicantino tambi¨¦n ve quedar fuera al campe¨®n ol¨ªmpico Rutherford. Y es como un ni?o entre hombres tan grandes, pero un ni?o que sabe lo que vale ¨¦l y lo que valen los dem¨¢s, que no se achanta.
¡°He tenido mucha suerte en mi salto, en hacerlo a la primera¡±, dice el atleta de Onil. ¡°He saltado con sensaciones muy nerviosas, como a m¨ª me gusta, con la intenci¨®n de no hacer un nulo. Sal¨ª muy contento de la batida. He despegado bien y en el vuelo me he sentido muy bien. Ya sab¨ªa que ser¨ªa un salto muy bueno. ?Y ahora? La final es otra cosa, otra hora, otras circunstancias, otro d¨ªa. ?Una medalla? Yo en medalla no pienso nada. Yo voy a la final a luchar, a vivir la ilusi¨®n de la final de un Mundial¡±.
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