Afinando la punter¨ªa
Espa?a aprovech¨® para recuperar sensaciones sobre todo en ataque, bastante parco durante los tres primeros partidos
La selecci¨®n espa?ola aprovech¨® el partido ante Polonia para afinar su punter¨ªa con vistas a jornadas m¨¢s exigentes. El tr¨¢nsito entre lo competitivo y un entrenamiento de tiro lo logr¨® en poco menos de diez minutos, lo que tard¨® el equipo polaco en hacerse el harakiri. Sin quitar m¨¦ritos a la defensa espa?ola, que apret¨® desde el inicio, fue tal la cantidad de errores de todo tipo que r¨¢pidamente se vio que los polacos estaban de cuerpo presente pero con la concentraci¨®n y las ganas de pelea bajo m¨ªnimo. Resuelto casi desde el inicio quien se iba a llevar la victoria, Espa?a aprovech¨® el tiempo restante para recuperar sensaciones, sobre todo en lo que se refiere a su ataque, bastante parco durante los tres primeros partidos del campeonato, donde solo hab¨ªa anotado 68, 69 y 60 puntos respectivamente. Muy acorde, por otro lado, con el transcurrir de este torneo, donde se suceden anotaciones impropias y no hay d¨ªa donde no nos encontremos con unos cuantos sesentas, cincuentas o incluso cuarentas.
El baloncesto es un juego que se adapta como un guante a los n¨²meros. No todo se explica a trav¨¦s de ellos, pero cuando determinados guarismos se repiten, lo puntual se convierte en problem¨¢tico. Espa?a, con lo que se ha dejado en casa, ha pasado de ser un equipo al que costaba seguir su ritmo de anotaci¨®n en otro al que al menos hasta ahora, le ha costado alcanzar buenas productividades que no exijan la perfecci¨®n defensiva para poder ser competitivos. Parte del problema es estructural, pues el desequilibrio entre el potencial interior, concentrado sobremanera en Marc Gasol, con el exterior tiene dif¨ªcil soluci¨®n. De ah¨ª que necesite dotar a su juego de dos virtudes. Una, conseguir un buen n¨²mero de transiciones ataque-defensa para poder llegar con ventaja y sacar provecho de su infanter¨ªa ligera, lo que se posibilita a trav¨¦s de buenas defensas y adecuados cierres de rebote. La segunda, que la punter¨ªa de los jugadores de per¨ªmetro est¨¦ afinada, por lo que supone directamente y por lo que traer¨¢ como efecto secundario, la apertura de la defensa rival y que Marc consiga buenos espacios para hacer da?o.
Ricky porfi¨®, y en el segundo tiempo cogi¨® una racha espectacular que invita a la esperanza
Conocedores mejor que nadie de esta lectura del juego, los jugadores espa?oles se dedicaron a coger confianza en su tiro. Empezando por Ricky Rubio. No tuvo un buen comienzo, pero ya queda lejos aquel jugador al que le asaltaban las dudas con los errores. Ricky porfi¨®, y en el segundo tiempo cogi¨® una racha espectacular que invita a la esperanza. No fue el ¨²nico. Calder¨®n, Sergio Rodr¨ªguez, Rudy y hasta Marc Gasol se dieron un ba?o de autoestima aprovechando la defensa contemplativa de los polacos, un aut¨¦ntico desastre de colectivo, muy por debajo de lo que se le supone a un colectivo con gente como Gortac, Lampe, Kelati o Ignerski, buenos jugadores uno a uno, nefastos cuando se juntan.
El acierto en el tiro fue la mejor noticia de un partido que adem¨¢s sirvi¨® tambi¨¦n para no cargar de minutos a Marc Gasol, al que se le necesitar¨¢ fresco cuando lleguen compromisos de mayor enjundia. Xavi Rey aprovech¨® la oportunidad, asunto que no es menor, pues en la medida que Xavi est¨¦ metido en din¨¢mica, Orenga tendr¨¢ menos reparos en hacer pasar por el banquillo a Marc. Para un partido que no existi¨® en t¨¦rminos competitivos, saldarlo con un empuj¨®n de confianza en la mu?eca y un respiro para las piernas, no se puede pedir m¨¢s.
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