No hay ning¨²n plan contra Vettel

A Red Bull le importa un bledo que los rivales hayan dimitido. Le da igual que McLaren comenzara de pena, que a Mercedes se le fundieran los plomos en el peor momento y que Ferrari se haya terminado borrando de la gresca por el Mundial para centrarse en el a?o que viene, el de la revoluci¨®n t¨¦cnica m¨¢s grande de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. El viernes, primer d¨ªa de ensayos en Singapur, Sebastian Vettel y Mark Webber lideraron la tabla de tiempos con la solvencia habitual, con un margen de m¨¢s de un segundo sobre el tercero, Nico Rosberg. Aquella misma noche, la actividad en la pista concluy¨® a las 11 de la noche, cosas de este gran premio tan ex¨®tico, y a pesar de haber pasado el rodillo, sus mec¨¢nicos no abandonaron el complejo de Marina Bay hasta las 9 de la ma?ana, absolutamente deshechos, despu¨¦s de haberle dado la vuelta a un coche que ya era el m¨¢s r¨¢pido antes de meterle mano. Ese esp¨ªritu es la esencia de la filosof¨ªa que ha impulsado a la escuder¨ªa energ¨¦tica a convertirse en la referencia y a su primera espada a triturar todos los r¨¦cords de precocidad anteriores.

Con el RB6, Vettel desbanc¨® a Lewis Hamilton como el campe¨®n m¨¢s joven de la historia. El RB7, uno de los b¨®lidos m¨¢s dominantes que nunca ha existido, le puso a la altura de Fernando Alonso. Gracias al RB8, la temporada pasada se convirti¨® en un gigante. Llegados a este punto y a tenor de la marcha que lleva la tropa de Milton Keynes y c¨®mo ha sabido revitalizar este ¨²ltimo RB9, comienza a ser dif¨ªcil describir las haza?as de Vettel, que circula lanzado hacia su cuarto t¨ªtulo, el que le situar¨ªa en el mismo plano que Alain Prost. Lo m¨¢s llamativo del caso ya no es todo aquello que logra sino c¨®mo lo logra.

En Singapur, una de las plazas m¨¢s exigentes del calendario por el pegajoso bochorno que invade el ambiente, el buque insignia de Red Bull se dio un fest¨ªn a costa de sus rivales y se meti¨® en el zurr¨®n la s¨¦ptima victoria del curso, la tercera consecutiva y la 33? de su palmar¨¦s, una m¨¢s de las que acumula Fernando Alonso. Ferrari lo hizo todo bien en la medida de las posibilidades del F138 y el espa?ol termin¨® el segundo, otra remontada, esta vez desde la s¨¦ptima plaza, mientras que el tercero fue Kimi Raikkonen, que corri¨® doblado por un pinzamiento en la espalda que le sobrevino la noche del viernes al s¨¢bado, mientras visitaba la ciudad con unos amigos suyos que hab¨ªan venido a verle desde Finlandia.

Lo m¨¢s llamativo del l¨ªder del Mundial ya no es lo que logra sino c¨®mo lo logra

Hace un a?o, Vettel inici¨® aqu¨ª una serie de cuatro triunfos que le reengancharon a la pelea por el campeonato. Esta vez el estir¨®n comenz¨® antes, en B¨¦lgica, nada m¨¢s volver de vacaciones. Eso significa que el prototipo del b¨²falo rojo est¨¢ m¨¢s afilado que nunca, circunstancia que, combinada con el extraordinario talento de su conductor, constituye una mezcla devastadora, capaz de adjudicarse la victoria, la pole y la vuelta r¨¢pida en una prueba tan dura como esta.

El s¨¢bado, en la cronometrada, el alem¨¢n se coloc¨® al frente del pelot¨®n con una sola intentona y eso le permiti¨® reservar un juego de neum¨¢ticos blandos para el d¨ªa siguiente. Ayer, el l¨ªder del certamen lo bord¨®. En la arrancada se defendi¨® con arte de Rosberg, que le tir¨® el mercedes en la primera curva, pero se fue largo en la segunda, para despu¨¦s hacer una espantada de las suyas.

Vettel es tan r¨¢pido que ni siquiera el coche de seguridad, ese al que la mayor¨ªa considera el coco por la capacidad que tiene de ponerlo todo patas arriba, le provoca tiritona. Le resbala perder un coj¨ªn de 11 segundos (vuelta 25) porque despu¨¦s, ya con pista libre, consigue medio minuto en solo 13 giros, una diferencia que le lleva a salir de nuevo en cabeza, con ese set extra de gomas blandas, y a perderse irremediablemente hasta cruzar la meta 32 segundos antes que Alonso, su perseguidor m¨¢s inmediato y que ya est¨¢ a 60 puntos en la clasificaci¨®n del Mundial. Ferrari opt¨® por un camino distinto y no cometi¨® un solo fallo, pero tal como est¨¢n las cosas, contra Vettel no hay plan que valga.