Rakitic deshace el embrollo

El Sevilla solo ve a trav¨¦s de los ojos de Rakitic. Un magistral pase del centrocampista croata, en plenitud, que acab¨® en penalti sobre Bacca, fulmin¨® la resistencia del Friburgo, un equipo que vino a Sevilla sin sus mejores hombres y a defenderse como ¨²nico argumento, dejando bien claro que la Liga Europa le importa m¨¢s bien poco. Ese ramalazo de f¨²tbol, una delicia, le sirvi¨® al Sevilla para sumar su segundo triunfo en la fase de grupos y para demostrar, de paso, que fue un oasis en el juego de un equipo que no carbura. Todo se gest¨® en ese pase de Rakitic, que finaliz¨® en penalti, expulsi¨®n del central Diagn¨¦ y gol de Perotti. El resto invita m¨¢s a la reflexi¨®n, como la suplencia de Marin y sus extra?os movimientos en el campo, donde sus pases jam¨¢s encuentran al compa?ero. El crecimiento, no obstante, ser¨¢ m¨¢s fiable con victorias, que deben de ir forjando cualquier proyecto, incluido el de este Sevilla l¨ªder de su grupo a pesar de las dudas que sigue ofreciendo su juego.

Hab¨ªa sido en Europa donde el Sevilla hab¨ªa ofrecido lo m¨¢s granado de su, hasta ahora, escaso repertorio. Vivi¨® el conjunto andaluz dos eliminatorias previas donde mostr¨® una enorme superioridad ante rivales de un perfil peque?o, pero fue un equipo vivo, r¨¢pido, de buen toque, muy bien conducido por Rakitic y Marin. Las buenas sensaciones se extendieron al primer encuentro de la fase de grupos, en Estoril, donde el Sevilla gan¨® y sigui¨® alimentando su buena trayectoria continental. Cuando parec¨ªa que en la Liga Europa el Sevilla ofrec¨ªa su mejor cara, el equipo de Emery se atasc¨® de forma inesperada ante el Friburgo. El conjunto alem¨¢n, si bien tiene el valor de haber sido el ¨²nico equipo capaz de detener al Bayern de Guardiola, con el que empat¨® a uno en la Bundesliga, lleg¨® a Nervi¨®n pen¨²ltimo de su Liga y sin muchas ganas de pelea. Si acaso, un poco de orden y una buena colocaci¨®n en el campo. Lo m¨ªnimo para ser competitivo. Muy poco para que el Sevilla se fundiera con un f¨²tbol espeso y llegara, por momentos, a desesperar con un juego plano y muy lento. Emery quer¨ªa la posesi¨®n de bal¨®n como argumento b¨¢sico para el triunfo, pero una cosa es tener la pelota y otra ser un equipo capaz de generar peligro con ella. Con Marin en el banquillo, Rakitic volvi¨® a gozar de toda la libertad del mundo para organizar el juego del Sevilla, un equipo roto, sin ligaz¨®n ni desborde, que apenas encontr¨® un resquicio para superar al Friburgo. Solo en alg¨²n pelotazo de Rakitic cre¨® problemas el conjunto andaluz, con las l¨ªneas demasiado separadas, sin un plan ante un argumento tan b¨¢sico como present¨® el Friburgo. El bal¨®n se mov¨ªa entre los centrales Cala y Parejo para acabar perdido en un pase mal medido o en una eterna conducci¨®n de los tres mediapuntas con los que Emery siempre puebla su once. Especialmente fall¨®n estuvo Perotti en su regreso.

Falto de imaginaci¨®n y sin velocidad, el Sevilla nada m¨¢s cre¨® peligro a los 20 minutos, cuando Jairo se hizo con el bal¨®n en el ¨¢rea. Su disparo, cruzado, fue bien rechazado por Baumann, portero internacional sub 21 de Alemania. El p¨²blico, g¨¦lido hasta el momento, estall¨® en una sonora pita al descanso. El f¨²tbol, sin velocidad ni desborde, casi nunca tiene sentido. El Friburgo, que se dej¨® en Alemania a sus dos mejores jugadores acuciado por su crisis en la Liga, estaba m¨¢s que contento con el empate.

El ritmo plano del partido lo rompi¨® el pase al hueco de Rakitic. Cuando m¨¢s asentado estaba el Friburgo lleg¨® la jugada que cambi¨® el sino de un partido gris. Rakitic es el alma del Sevilla, que cerr¨® el encuentro con un gol de Bacca en el descuento.