Nadal no tiene piedad

La victoria est¨¢ en los pies. Para tumbar 6-3 y 6-2 al ucranianio Dolgopolov en su debut en el Masters 1000 de Shangh¨¢i, Rafael Nadal golpea el 39% de las pelotas por delante de la l¨ªnea de fondo, dominando, asentado sobre el puente de mando para dirigir sus pelotazos. Es ah¨ª, en ese metro fat¨ªdico o inspirador, dependiendo de si lo pierde o lo gana, donde el mallorqu¨ªn se juega estos d¨ªas su suerte. Sobre cemento, el n¨²mero uno mundial no puede permitirse concesiones. En la final del torneo de Pek¨ªn, que perdi¨® el domingo contra Novak Djokovic, tuvo un buen recordatorio: empujado por la brillantez del serbio, que le acul¨® contra la valla, Nadal solo golpe¨® un 11% de las bolas en ese punto estrat¨¦gico que le permite otear el horizonte como una oportunidad en lugar de como un castigo.

Dolgopolov, por supuesto, no es Djokovic. El ucraniano, que es el n¨²mero 34, es un tenista propenso a las desconexiones, que emborrona su bella partitura con fallos de parvulario. Durante casi toda la primera manga, el chico de Kiev discute de t¨² a t¨², tira plano, aprovecha la pista para sorprender a su contrario con contrapi¨¦s y contraataques fulgurantes. Ocurre que entonces llega el duelo al terreno de los fuertes, ah¨ª donde los fallos se pagan con sangre y los aciertos cuestan un mundo. Es bola de break para Nadal. Es una pelota que le deja con la primera manga virtualmente en las manos. Dolgopolov la concede de una forma incomprensible, tirando fuera del cuadril¨¢tero un remate que s¨ª o s¨ª lleva su firma.

Cometi¨® el error en el smash del 4-3 y a partir de ah¨ª el partido fue m¨¢s c¨®modo Rafael Nadal

"Cometi¨® el error en el smash del 4-3 y a partir de ah¨ª el partido fue m¨¢s c¨®modo", resume luego el ganador en los micr¨®fonos de Teledeporte.

Ah¨ª desaparece el n¨²mero 34. Nadal protagoniza un trecho del encuentro en el que suma 23 de 30 puntos, con The Dog, El Perro, como le gusta a Dolgopolov que le llamen, buscando explicaciones para el fallo en las tinieblas de su cerebro. El espa?ol juega solo. Para cuando vuelve al partido, al rapero ucraniano (tambi¨¦n se le da bien el micr¨®fono) ya no le quedan rimas. Nadal ha puesto la directa, listo para apuntarse un partido que no justific¨® con el reloj (58 minutos) los sudores con los que hizo trabajar a los recogepelotas, que tuvieron que afanarse para secar los mares que cre¨® el mejor tenista del mundo. El mallorqu¨ªn se enfrentar¨¢ ahora con el argentino Berlocq, que dio la sorpresa al despedir 6-4 y 7-6 al estadounidense John Isner. Al entrar al partido, Nadal ya sab¨ªa eso. Tambi¨¦n otra cosa: que Novak Djokovic se dobl¨® aparatosamente un tobillo y fue atendido por el fisioterapeuta para luego borrar de la pista 6-2 y 6-0 a Marcel Granollers.