Vettel y la rutina del campe¨®n

Cuatro a?os, la misma pregunta en el mismo momento y la misma evasiva como respuesta. ¡°?C¨®mo se siente sabiendo que ma?ana puede conseguir su cuarto t¨ªtulo de campe¨®n?¡±, se le requer¨ªa ayer en Delhi a Sebastian Vettel despu¨¦s de haber logrado su s¨¦ptima ¡®pole¡¯ de la temporada. ¡°Pues intento no pensar demasiado en ello, aunque es algo realmente dif¨ªcil cuando cada una de las personas del ¡®paddock¡¯ me preguntan por ello¡±, contest¨® ¨¦l, que est¨¢ a un tris de ponerse a la altura del franc¨¦s Alain Prost, cuatro Mundiales, en 1985, 1986 y 1989, con McLaren, y en 1993, con Williams. Para encasquetarse su cuarta corona consecutiva, a Vettel le basta este domingo (10.30, Antena 3 y TV3) con cruzar la meta el quinto independientemente de lo que haga Fernando Alonso (sale el octavo), el ¨²nico que matem¨¢ticamente a¨²n es capaz de posponer los festejos de la escuder¨ªa energ¨¦tica y su Ni?o Maravilla. Tal objetivo parece coser y cantar para el alem¨¢n, que ha encadenado cinco victorias del tir¨®n (nueve en total), y que siempre ha terminado entre los cuatro primeros, al margen del abandono que sufri¨® en Silverstone cuando circulaba en cabeza.

Desde que se convirtiera en el campe¨®n m¨¢s precoz en aquel electrizante Gran Premio de Abu Dabi de 2010, el chico de Heppenheim no ha parado de crecer en todos los aspectos. Aunque el RB7 que manej¨® en 2011 se lo puso todo de cara, el 2012 comenz¨® m¨¢s movido, tuvo que luchar como un jabato con el RB8 hasta mitad de curso, y lo mismo ha ocurrido esta vez. La desastrosa campa?a de McLaren, la flojera que sobrevino a Ferrari en junio y la inconsistencia de Lotus, combinado todo ello con la sacudida t¨¦cnica prevista para el a?o que viene, ha acelerado la resoluci¨®n de un campeonato que te¨®ricamente deb¨ªa estar igualado hasta el final. La coyuntura hizo que en marzo la mayor¨ªa pensara en un desenlace m¨¢s parecido al de 2010 o 2012 que al de 2011, cuando Vettel se impuso en Suzuka, a falta de cuatro grandes premios para la conclusi¨®n. Sin una hecatombe de por medio, Vettel lo har¨¢ una prueba despu¨¦s que entonces y en el escenario m¨¢s fruct¨ªfero de su trayectoria: se ha impuesto en India en los dos ¨²nicos precedentes ¨CIndia ya no figura en el pr¨®ximo calendario¨C, se ha adjudicado las tres ¡®pole¡¯ que se han puesto en juego y hasta el momento ha liderado el pelot¨®n en cada una de las vueltas que se han dado.

La mala campa?a de McLaren, la flojera de Ferrari y la inconsistencia de Lotus han acelerado la resoluci¨®n del Mundial campeonato

¡°Obviamente, los d¨ªas previos a la carrera decisiva en 2010 y 2012 estaba mucho m¨¢s nervioso que en 2011, porque la situaci¨®n era m¨¢s complicada¡±, aseguraba el chico de Heppenheim. Y a?ad¨ªa: ¡°En ning¨²n momento pienso: ¡®ma?ana es el gran d¨ªa, el del todo o nada¡¯. No tengo ning¨²n secreto especial para preparar estos retos, prefiero seguir mi rutina habitual¡±.

Una hora antes de que el sem¨¢foro rojo se apague, Vettel se activar¨¢ junto a su preparador f¨ªsico, Heikki, realizando algunos malabarismos con tres bolas amarillas. A falta de 10 minutos para encajonarse en el RB9 saldr¨¢ de la carpa de la escuder¨ªa energ¨¦tica con unos auriculares grandes y seguramente escuchando Bushido, un grupo de rap alem¨¢n, y cruzar¨¢ la trastienda del circuito corriendo, como cada domingo, hasta entrar en el taller. Cuando despu¨¦s regrese a ¨¦l, sobre la una de la tarde, seguramente lo har¨¢ ya como uno de los cuatro pilotos m¨¢s ilustres de la historia de la F-1 junto a Prost, Fangio y Schumacher.