Cesc marca el norte del Bar?a
El volante lidera con su ritmo y sus goles la evoluci¨®n del juego del equipo que pretende Martino
Francesc F¨¤bregas (Arenys, 1987) resulta un futbolista enorme, tan ¨²til como prematuro. Hace 10 a?os su juego le bast¨® para debutar en la m¨¢xima exigencia con el Arsenal; lo us¨® Luis Aragon¨¦s al proyectar una Roja camino de los t¨ªtulos en el Mundial de Alemania 2006. Desde entonces, Cesc no olvida el consejo del t¨¦cnico de Hortaleza cuando le avis¨® de que por su juego hablan los n¨²meros. Obr¨® en consecuencia en la Eurocopa 2008 y en el Mundial 2010, siempre presente, y en eso sigue, m¨¢s all¨¢ de su obsesi¨®n por ser ¨²til al Barcelona en la transici¨®n tras Guardiola.
F¨¤bregas, a estas alturas, le sirve a Martino para capitalizar la evoluci¨®n futbol¨ªstica del Barcelona, liderando una idea de juego que reivindica la multiplicaci¨®n del ritmo por encima de la esencia intocable de aferrarse al toque. F¨¤bregas, que debut¨® hace 10 a?os con el Arsenal, aupado por Wenger de manera tan acelerada que se convirti¨® en el futbolista m¨¢s joven al debutar en la Copa inglesa, resulta ahora un jugador de tal magnitud que sirve como contrapunto para el juego de Xavi y de Iniesta, y de acomodo para Messi si es necesario. Tambi¨¦n como goleador, con sus dos dianas ante el Celta el martes.
Cesc fue el primer capit¨¢n espa?ol en la Premier y sigue siendo un referente al norte de Londres, donde su juego de arquitecto se recuerda en Highbury. No le result¨® f¨¢cil irse de all¨ª y solo cogi¨® el avi¨®n para volver a casa, porque mientras capitane¨® al Arsenal no pudo ser m¨¢s feliz. S¨ª lo recuerda Senderos, su amigo y compa?ero en los a?os en que ambos so?aban con ser lo que son, por mucho que hoy el suizo juegue en el Fulham: ¡°No conoc¨ªamos nada, ni ¨¦l ni yo, y tuvimos que aprender muchas cosas. Compartimos mucho. Viv¨ªamos en Barnet, en casa de una se?ora con la que a¨²n hablamos y disfrutamos mucho porque aprendimos una barbaridad, de f¨²tbol y de la vida¡±, recuerda el suizo. ¡°Jug¨¢bamos a la play, nos mov¨ªamos por Londres descubriendo la ciudad, b¨¢sicamente por Camden, que nos pillaba cerca y nos gustaba y donde nadie nos reconoc¨ªa... Seguimos manteniendo contacto, porque somos amigos. En eso, no ha cambiado nada¡±, dice el central, que ve por televisi¨®n los goles del catal¨¢n, y no se sorprende: ¡°Es un pedazo de jugador y siempre fue un talento, lo sab¨ªamos todos. Ve¨ªa el juego de otra manera. Ahora es m¨¢s maduro, piensa m¨¢s¡±, dice su amigo.
¡°Siempre fue un l¨ªder, muy futbol¨ªstico¡±, le recuerda Reyes de su etapa en el Arsenal
¡°Siempre fue un l¨ªder, muy futbol¨ªstico¡±, recuerda Reyes, que le recuerda papeando jam¨®n en su casa reci¨¦n llegado de Sevilla al Arsenal. ¡°Pasaba mucho tiempo en casa. Ten¨ªamos dos o tres frigor¨ªficos llenos de comida. Mi padre llevaba jamones y lomo a Londres y com¨ªamos juntos¡±, recuerda el delantero sevillano entre risas. ¡°Tiene hoy m¨¢s gol, pero no m¨¢s juego¡±, dice Henry, otro que le vio llegar a la ¨¦lite. ¡°Juega m¨¢s arriba¡±, asegura.
A estas alturas, F¨¤bregas no es una opci¨®n, resulta una realidad. Si Vilanova convenci¨® a Guardiola para darle una vuelta de tuerca al Bar?a, Martino le ha se?alado como el norte. Diez a?os despu¨¦s de asomar al mundo, F¨¤bregas sigue creciendo.
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