Un Madrid sin t¨¦rmino medio

Carlo Ancelotti asegura a sus amigos que Florentino P¨¦rez es el cuarto ¡°presidente-m¨¢nager¡± que se encuentra en su carrera, despu¨¦s de Berlusconi, Abramovich y Al-Khelaifi. Estos ¡°presidentes-m¨¢nager¡± se caracterizan por el doble papel que desempe?an en sus clubes: la representaci¨®n institucional y el dise?o de la estrategia deportiva, con especial atenci¨®n al estilo de juego.

El s¨¢bado en Vallecas, ante el adversario m¨¢s pobre de la Liga, el Madrid se llev¨® los tres puntos (2-3) pero verific¨® que la estrategia que se propuso en primavera dista mucho de realizarse en oto?o. Los veteranos de la plantilla afirman que este Madrid insiste en el contragolpe hasta cuando se entrena y esto no es lo que quer¨ªa Florentino P¨¦rez.

El primer objetivo que se propuso el presidente-m¨¢nager del Madrid tras la marcha de Jos¨¦ Mourinho fue cambiar la forma de jugar del equipo. Su intenci¨®n apunt¨® a superar el f¨²tbol directo y dotar al Madrid de herramientas sofisticadas que le permitieran tener m¨¢s el bal¨®n y llevar la iniciativa, como hacen los equipos dominantes de la Champions, como el Bar?a, el Bayern, y tambi¨¦n el Dortmund. As¨ª se lo traslad¨® P¨¦rez a Ancelotti y a sus asesores en materia deportiva en la primavera pasada. El proyecto deb¨ªa estimular el f¨²tbol de toque.

Ram¨®n Mart¨ªnez y Miguel Pardeza, responsables del departamento de f¨²tbol, se sintieron obligados a recomendarle a P¨¦rez el fichaje de Gundogan y Reus, dos jugadores perfectos para el cambio de estilo que se propon¨ªa. Le indicaron que Gareth Bale no ayudar¨ªa a desarrollar ese f¨²tbol combinativo al que aspiraba y que adem¨¢s le costar¨ªa mucho m¨¢s dinero que los hombres del Dortmund. Para contratar a Reus no necesitaba ni negociar: solo tendr¨ªa que pagar los 35 millones de euros de su cl¨¢usula de rescisi¨®n. En cuanto a Gundogan, que acaba contrato el a?o que viene, estaban seguros de que le podr¨ªa comprar por 30. El presidente, sin embargo, opt¨® por Bale.

Desde 2010 los goles en contra se disparan: 6, 8, 9 y 16 en la jornada 12? de Liga

Ancelotti, que se present¨® en el Bernab¨¦u en junio asegurando que har¨ªa que el Madrid practicase el f¨²tbol ¡°espectacular¡± que so?aba el presidente, advirti¨® a sus colaboradores en septiembre que si el club pretend¨ªa jugar con Bale, Benzema y Cristiano la estrategia revelaba una contradicci¨®n. El tridente que le impon¨ªan era el mejor del mundo para atacar espacios pero limitaba al equipo en su intento de hacer un juego m¨¢s elaborado. La venta de ?zil enfatiz¨® la dificultad de la tarea.

El debut de Bale en Villarreal fue revelador. En el vestuario observaron que Ancelotti pidi¨® al gal¨¦s que cerrara su banda, como un volante externo en el 4-4-2. Sin embargo, Bale se olvid¨® de defender. Si no fuese porque todos dieron por sentado que el muchacho ten¨ªa problemas de adaptaci¨®n, se habr¨ªa dicho que Bale no estaba dispuesto a cumplir con seg¨²n qu¨¦ deberes. El enfado de Ancelotti en Villarreal fue memorable por inusual. Un mes m¨¢s tarde, el t¨¦cnico ha tenido que cambiar su esquema: del 4-4-2 al 4-3-3. As¨ª se par¨® el Madrid contra el Rayo y el Sevilla. As¨ª Bale juega con las espaldas bien cubiertas.

Decretada la delantera y m¨¢s o menos definida la defensa, Ancelotti se afana en organizar un centro del campo suficientemente s¨®lido. La fuga de Bale al frente le obliga a contar con solo tres hombres. Desde la pretemporada confiesa a sus ayudantes que no encuentra soluciones sencillas en la media. Solo en Liga ha formado nueve combinaciones distintas en el centro del campo. La ausencia m¨¢s elocuente en relaci¨®n al arranque del campeonato es Isco.

Junto con Bale e Illarramendi, Isco es uno de esos fichajes estrat¨¦gicos impulsados por P¨¦rez para redefinir el juego del Madrid. Sus goles de agosto y septiembre le dieron vuelo pero a Ancelotti nunca le gust¨® para su 4-4-2 y mucho menos para el 4-3-3. El t¨¦cnico le considera un excelente segunda punta pero dice que ah¨ª ya tiene a Cristiano. Como volante le observa carencias en defensa y como punta asegura que no posee la velocidad de los mejores. Ancelotti coment¨® en Valdebebas que el club le ha sugerido que cambie el dibujo t¨¢ctico, a un 4-2-3-1, para que Isco juegue por detr¨¢s de Benzema. Pero a ¨¦l no le convence. En contra de la opini¨®n de P¨¦rez, prefiere a Modric.

El t¨¦cnico cree que es muy complejo tener m¨¢s tiempo el bal¨®n con la actual plantilla

Antes del cl¨¢sico, un emisario del club sugiri¨® a Ancelotti que quitase a Di Mar¨ªa para hacer sitio a Bale. Pero el italiano cree que Di Mar¨ªa es el jugador que m¨¢s cosas aport¨® en estos meses, despu¨¦s de Cristiano y piensa que mientras rinda a este nivel es imprescindible. Por eso decidi¨® utilizarlo como interior en Vallecas junto a Modric y a Xabi Alonso.

Alonso es el mediocampista m¨¢s competente, en opini¨®n del entrenador. Illarramendi necesita madurar mucho para inspirarle tanta confianza. Fue notoria la conversaci¨®n que mantuvo Ancelotti con sus asistentes en el Camp Nou criticando la falta de atenci¨®n que puso Illarra en una jugada de Messi que casi acaba en gol del Bar?a. El italiano rest¨® cr¨¦dito a Illarra para operar delante de los centrales porque, dice, acostumbrado a jugar protegido por Bergara en la Real, es incapaz de concentrarse 90 minutos. Frente a los despistes, Ancelotti cree en Khedira. Sabe que se esconde a la hora de combinar pero cada vez que es preciso obstaculizar al rival le ve dispuesto.

Ancelotti piensa mucho en defender. En eso se parece a Mourinho. Pero el Madrid evoluciona en sentido contrario a todas las precauciones de sus t¨¦cnicos y a la estrategia del presidente. Desde la temporada 2010-11 no ha dejado de elaborar salt¨¢ndose el medio campo con el pretexto de armarse en defensa. Sin embargo, cada vez roba menos balones y encaja m¨¢s goles. Sucesivamente, desde la temporada 2010-11 quit¨® 73, 70, 67 y 66 balones por partido de media. Considerando la jornada 12? en los cuatro torneos desde la Liga 2010-11, los goles en contra se disparan: 6, 8, 9 y 16. Mientras tanto, los goles a favor disminuyen: 33, 43, 32 y 30.