¡°M¨¦xico juega al l¨ªmite de su sistema nervioso¡±
Valdano analiza a la selecci¨®n norteamericana de cara a la repesca y la forma de ejercer el liderazgo de Mourinho
Jorge Valdano (Las Parejas, Argentina, 1955) entiende que el f¨²tbol es un estado de ¨¢nimo y, en ese sentido, el de M¨¦xico se asemeja al de un funeral. Considera que la selecci¨®n tiene que acabar con dos problemas que de otra manera le complicar¨¢n la vida frente a Nueva Zelanda, a la que se enfrenta el d¨ªa 13 en la repesca. Es su ¨²ltima oportunidad de ir al Mundial de Brasil en 2014. "Primero, existe una enorme confusi¨®n, natural cuando te cambian el conductor cada partido. No hay un l¨ªder claro. Y segundo, el miedo. En torno al equipo se han creado una expectativas a la que los jugadores no pueden hacer frente y se ve una tensi¨®n tremenda", disecciona Valdano en un hotel del paseo de la Reforma, una de las principales avenidas de la Ciudad de M¨¦xico, a las cinco de la tarde, la hora del t¨¦ y los toros. Hab¨ªamos quedado para hablar de su nuevo libro, Los 11 poderes del l¨ªder (Conecta), pero el exjugador y comentarista argentino se ha convertido a alguien a quien preguntar en caso de duda existencial relacionada con el bal¨®n.
M¨¦xico a d¨ªa de hoy tiene m¨¢s preguntas que certezas. Tras ganar el oro ol¨ªmpico en Londres se esperaba que el Tri se consolidara como un equipo a tener en cuenta en la cita mundialista. Ocurri¨® que hasta se cuestiona su presencia. La selecci¨®n se ha puesto en manos del quinto entrenador en un a?o, Miguel Herrera, un t¨¦cnico con m¨¢s pasi¨®n que discurso a quien se le pide que replique el modelo exitoso del Am¨¦rica. Valdano encuentra m¨¢s explicaciones dentro del terreno de juego que en la banda: "Los mexicanos est¨¢n superados por la situaci¨®n. Jugar al l¨ªmite del sistema nervioso te hace perder reflejos, concentraci¨®n, coordinaci¨®n¡ Eso es terrible".
?Recuerda alguna jugada concreta que ejemplifique ese nerviosismo? "La de Chicharito contra Costa Rica. Cualquier otro d¨ªa le tiran una gallina y la clava en un ¨¢ngulo. Pero ese estaba solo, sin arquero y se tropieza. Parec¨ªa una conjura de los dioses. Cuando el sistema nervioso se te tensa, te conviertes en una caricatura de futbolista".
Al entrar, en la puerta del hotel hab¨ªa congregegada una multitud de adolescentes que parec¨ªan esperar un aut¨®grafo suyo. En realidad hac¨ªan guardia por Muse, una banda inglesa de rock. El escritor lleg¨® puntual a la recepci¨®n, acompa?ado por una asistente de la editorial. Se mostr¨® c¨¢lido y cercano, como si fu¨¦ramos viejos conocidos. En unas horas hab¨ªa quedado para cenar con Joaqu¨ªn Sabina, que tambi¨¦n andaba por aqu¨ª. Aunque tenga amistades en el mundo de la far¨¢ndula, lo de Valdano tiene m¨¢s que ver con el papel y el c¨¦sped que con un escenario.
A trav¨¦s de an¨¦cdotas futbol¨ªsticas, el que fuera entrenador del Tenerife, Real Madrid y Valencia plantea en su ¨²ltima publicaci¨®n, el motivo ¨²ltimo de esta cita, las claves del liderazgo, tanto en una empresa como en un vestuario. Apela al talento, la credibilidad, la pasi¨®n y la humildad para tratar de explicar algunas virtudes de los exitosos.Cita m¨¢s a Cristiano Ronaldo que a Messi, a quien considera un talento natural que debe m¨¢s a sus padres que al esfuerzo. "Cristiano se lo debe a su extraordinaria profesionalidad y sentido de la perfecci¨®n. Los chicos no tienen que fijarse ni en su peinado ni en el coche ni la novia, sino en su capacidad de superaci¨®n", dice.
Leyendo el libro se encuentran ejemplos constantes de l¨ªderes que ejercen una influencia positiva sobre quienes les rodean. Habla sobre todo de Guardiola. La sensaci¨®n que da es que en los aspectos negativos se refiere constantemente, sin citarlo, a Jos¨¦ Mourinho. "Ese puente lo cruza usted como lector. Yo nunca tuve la tentaci¨®n de cruzarlo al escribirlo. Si hubiera escrito este libro hace 10 a?os, sin haberlo conocido, no hubiera tocado ni una coma. Lo que hizo Mourinho fue refrescarme la memoria sobre un determinado l¨ªder que existe desde que el hombre es hombre. Son dos maneras de ver el f¨²tbol y terminan siendo dos maneras de ver el mundo", se?ala.
En su ¨²ltimo a?o como director deportivo del Real Madrid, en 2011, mantuvo un c¨²mulo de desencuentros con el entrenador portugu¨¦s, con quien manten¨ªa una vieja enemistad. El presidente le destituy¨®. "Si esto se ha percibido como un enfrentamiento, Florentino P¨¦rez ha decantado claramente el vencedor de la lucha", dijo en una rueda de prensa que ofreci¨® en el estadio el d¨ªa de su marcha.
En uno de los cap¨ªtulos, el referente al estilo, que para Valdano lo es todo, resalta los valores que llevaron al equipo blanco a ser considerado el mejor equipo del siglo XX. Cita como ejemplos a seguir a Di St¨¦fano y a Santiago Bernab¨¦u. Reflexiona sobre lo que el Madrid fue pero no de lo que es. Se queda inconcluso. "?Se queda abierto? Posiblemente no quise llegar al final de lo que pienso. Creo que el estilo es el tesoro que tiene el club, que ante se transmit¨ªa de una manera natural, de generaci¨®n en generaci¨®n. Ahora resulta que hay otro tipo de cadencia. El f¨²tbol se hizo m¨¢s global, m¨¢s dif¨ªcil de descifrar. Hay que hacer un esfuerzo para que eso no desaparezca. Por eso estando yo dentro intent¨¦ que todos los jugadores pudieran leer el Libro Azul (un c¨®digo de conducta) para que comprendieran en qu¨¦ consiste ser jugador del club".
?Ese libro est¨¢ ahora agarrando polvo? "Creo que ya no existe, que desapareci¨®. No me consta que se entregue a los jugadores".
La trayectoria como comunicador de Valdano no se entiende sin la par¨¢bola. A ella acude constantemente para dotar de sentido lo que cuenta. Su anecdotario despu¨¦s de tantos a?os en todos los niveles del f¨²tbol es interminable. En el libro cuenta una historia deliciosa acerca de Ricardo El Gringo Giusti, campe¨®n del Mundo junto a ¨¦l con Argentina en el Mundial de M¨¦xico 86. Lejos de cualquier pretensi¨®n, Giusti vive en un pueblito donde cada domingo se organiza un partido con gente que nunca jug¨®, ni de lejos, a su nivel. En cambio, ¨¦l es quien llega cuatro horas antes, corta el c¨¦sped, limpia el vestuario y prepara el asado posterior. Valdano cree que se trata de esos tipos que pasaron por la fama, el dinero, la gloria y salieron indemnes.
Asombra su respuesta a la pregunta de si se imagina entrenando a alg¨²n equipo en el futuro: "Desde mi ¨²ltima experiencia ha pasado mucho tiempo (1997). Demasiado. Me da la sensaci¨®n de que no fue en esta vida, fue en otra". ?Recientemente ha recibido alguna propuesta? "De Asia, de Europa, de Am¨¦rica. He recibido muchas propuestas en fases distintas (¡) Hubo casos que se me ofreci¨® entrenar al Real Madrid (siendo director deportivo) pero me parec¨ªa que sentenciaba el resto del camino. A partir de ah¨ª no es que quien se sentara en el banquillo podr¨ªa percibirme como una amenaza, es que lo era".
Es m¨¢s, asegura que ya no tiene alma de entrenador. Ve a Guardiola, Bielsa, al mismo Mourinho ("gente que ha entregado su vida al f¨²tbol") y no se reconoce. Se considera una persona dispersa a la que le gusta viajar, leer, emprender cosas nuevas. Y contar historias. Antes de despedirnos vuelve a mencionar a Giusti.
-Yo en el 90 hice un intento de jugar el Mundial. Llevaba tres a?os fuera del f¨²tbol por una hepatitis. Bilardo (entonces seleccionador argentino) me llam¨® y me pidi¨® que le entregara seis meses de mi vida y ¨¦l me daba un Mundial. Yo acept¨¦. Una semana antes del torneo me dijo que no me ve¨ªa y me dej¨® fuera. A m¨ª me hab¨ªa desconvocado y a Giusti le hab¨ªa dicho: 'vos te qued¨¢s si salt¨¢s los alambrados'. Se refer¨ªa literalmente a saltar los alambrados de Trigoria (lugar de concentraci¨®n). Al d¨ªa siguiente me cruzo al gringo vestido de corto, dispuesto a saltar, yo iba con una agenda de EL PA?S, para irme al aeropuerto. Nos ¨ªbamos a despedir y me dice: 'Qu¨¦ tristeza. T¨² y yo no nos merecemos esta tristeza. Vamos a sacarnos una foto porque dentro de unos a?os la vamos a ver y nos vamos a reir'. Se fue corriendo, trajo la m¨¢quina y Pacham¨¦ (segundo de Bilardo) nos hizo la foto. Hace tres o cuatro a?os pas¨¦ por Buenos Aires y en la recepci¨®n encontr¨¦ un paquete con la foto en un marco. Y efectivamente me dio risa. Es la ¨²nica foto de f¨²tbol que tengo en mi despacho.
El mundo de Valdano se alimenta a base de recuerdos y f¨²tbol.
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