La ¡°tit¨¢nica¡± reconstrucci¨®n de Ferrari

El mi¨¦rcoles 10 de octubre de 2001, la periodista Yvonne Ridley, del Sunday Express, aterrizaba en el aeropuerto de Heathrow en un vuelo de Emirates, tras haberse pasado 10 d¨ªas retenida en Afganist¨¢n por los talibanes. Ridley asom¨® por la terminal con unas gafas de sol y una gorra roja, de Ferrari, con el logotipo del cavallino rampante en el frontal. Aquella fotograf¨ªa dio la vuelta al mundo y, claro est¨¢, tambi¨¦n lleg¨® al cuartel general de la compa?¨ªa italiana, en Maranello, donde los responsables de m¨¢rketing no hac¨ªan m¨¢s que recibir felicitaciones por algo que ni siquiera se les hab¨ªa pasado por la cabeza. El episodio es un buen ejemplo de la potencia de la imagen de la Scuderia, el icono de carreras m¨¢s universal.

¡°Somos la ¨²nica escuder¨ªa que est¨¢ condenada a ganar¡±, repiten sus integrantes, desde Fernando Alonso, su principal baza para reconquistar un trofeo que no levantan desde hace ya siete a?os, hasta el ¨²ltimo de los mec¨¢nicos. Esa necesidad permanente, sin embargo, es m¨¢s un argumento comunicativo que un imperativo real de la empresa, que este a?o present¨® los mejores resultados de su historia, con un aumento de ingresos del 6,7%, con un beneficio total de 178,8 millones de euros Seg¨²n el departamento de m¨¢rketing de Ferrari, no hay una relaci¨®n directa entre los ¨¦xitos que consigue su divisi¨®n de F-1 y las ventas de superdeportivos.

La preponderancia y el m¨²sculo de esta marca est¨¢ m¨¢s que probada, aunque por otro lado su brazo m¨¢s visible, la estructura de F-1, vive sometida a presiones de todo tipo. Y no solo deportivas, sino tambi¨¦n pol¨ªticas. En Italia hay dos cosas sagradas: la Nazionale de f¨²tbol y Ferrari. Y ambas atraviesan momentos delicados tras una etapa en que fueron la referencia a nivel mundial. Tras cubrir la ¨¦poca m¨¢s gloriosa de un equipo de F-1 entre 2000 y 2004, a Luca de Montezemolo solo le importa ganar. Hasta ahora su modus operandi estaba condicionado por otros factores.

El en¨¦simo volantazo se centra en reclutar t¨¦cnicos y poner al d¨ªa las instalaciones

Con la marcha del triunvirato que formaron Jean Todt, Ross Brawn y Michael Schumacher, el ejecutivo italiano se vio obligado a refundar la escuder¨ªa. Hasta entonces y gracias a todos los triunfos conseguidos, Todt centralizaba gran parte del poder de decisi¨®n, e incluso se convirti¨® en administrador delegado. A Montezemolo ya le iba bien que otro dirigiera la nave porque, en caso de pifiarla, toda la responsabilidad recaer¨ªa en el franc¨¦s. Llegado el momento del cambio, las opciones eran dos: seguir con el mismo modelo y promocionar a Ross Brawn o darle la oportunidad a Stefano Domenicali, con un perfil m¨¢s bajo que el brit¨¢nico. El capo opt¨® por esta segunda v¨ªa por tres motivos: porque Domenicali le sal¨ªa mucho m¨¢s barato, porque de este modo recuperaba el poder que le hab¨ªa dado a Todt, y tambi¨¦n como punto de partida del proceso conocido como la italianizaci¨®n de Ferrari, una estrategia pol¨ªtica con vistas al 150 aniversario de la unificaci¨®n de Italia, celebrado en 2011.

El s¨ªmbolo m¨¢s reconocible del cambio seguramente es el mastod¨®ntico t¨²nel de viento que ya funciona a pleno rendimiento

Ha pasado ya demasiado tiempo desde la ¨²ltima vez que un piloto vestido de rojo se encasquet¨® la corona de campe¨®n (Raikkonen, en 2007). En todo este tiempo, Ferrari no ha dejado de reestructurarse una y otra vez sin encontrar la f¨®rmula que le permita volver a lo m¨¢s alto. Ahora, no obstante, va m¨¢s en serio que nunca. ¡°Nos hemos pasado los ¨²ltimos 10 a?os mejorando toda el ¨¢rea industrial, de producto, y ahora, en estos ¨²ltimos dos, nos hemos centrado en la F-1¡±, afirman desde el taller de los b¨®lidos rojos. En este punto se ha trabajado en dos v¨ªas: el reclutamiento de t¨¦cnicos y la puesta al d¨ªa de las instalaciones.

¡°Tengo mucha suerte de poder llegar a Ferrari ahora que se ha hecho esta tit¨¢nica inversi¨®n¡±. Quien habla es James Allison, el nuevo director t¨¦cnico, llegado hace unos meses de Lotus. Si Allison es la cara m¨¢s visible de este nuevo impulso, el s¨ªmbolo m¨¢s reconocible seguramente sea el mastod¨®ntico t¨²nel de viento que ya funciona a pleno rendimiento.