Uche destroza al Levante

Partido a partido, victoria a victoria, sigue creciendo el Villarreal, cuya etiqueta de equipo revelaci¨®n no se ajusta a la realidad. El conjunto de Marcelino tiene un gran presente y un esperanzador futuro. Con una identidad definida, reconocible en el juego, el Villarreal venci¨® al Levante que tuvo la r¨¦mora de la expulsi¨®n de Keylor Navas al inicio de partido. El esfuerzo y pasi¨®n del conjunto de Caparros, oblig¨® al Villarreal, impreciso en la definici¨®n, a esmerarse para llevarse una victoria incontestable, gobernada de principio a fin, con un f¨²tbol de alta escuela que hizo claudicar a un Levante tambi¨¦n fiel as¨ª mismo, que nunca se rinde.

El m¨¦rito de Marcelino es inmenso. Ha amplificado las prestaciones de todos sus jugadores a los que mantiene siempre en alerta y en m¨¢ximo rendimiento. Sabida la capital importancia de Bruno y Cani, que volvieron a tener una actuaci¨®n soberbia, para el t¨¦cnico asturiano su ojito derecho siempre ha sido Uche, para quien reclama m¨¢s cari?o de la afici¨®n amarilla, cr¨ªtica por la apariencia indolente del nigeriano. Uche provoc¨® un penalti y la expulsi¨®n de Keylor Navas y marc¨® dos goles de fino delantero, el segundo de ellos de una espectacular chilena.

Todo se torci¨® para el Levante a los diez minutos de partido. Una triangulaci¨®n del Villareal, que rememoraba al de los mejores tiempos, con un excelso pase final de Cani a Uche, termin¨® en derribo de Keylor Navas al delantero nigeriano, que irremediablemente supuso penalti y expulsi¨®n del portero costarricense. La pena m¨¢xima la transform¨® con tranquilidad y maestr¨ªa Bruno. El capit¨¢n ha cogido el mando y los galones del equipo que crece jornada a jornada. A su lado, Cani, que cumpl¨ªa su partido 300 con el Villarreal, se bastaban junto a Trigueros para dejar en poco al Levante.

El gol pon¨ªa de relieve lo que se intu¨ªa desde que comenz¨® a rodar el bal¨®n en la agradable y ma?ana oto?al en Valencia. El Villarreal, a trav¨¦s del esf¨¦rico y buena disposici¨®n, empeque?ec¨ªa a un Levante, que antes del la media hora tambi¨¦n perdi¨® a Baba por lesi¨®n, de buen ¨¢nimo y escaso f¨²tbol. Escaso argumento para oponerse a un gran Villarreal, que ha regresado para estar entre los mejores.

El control del partido era absolutamente amarillo. Y sin embargo, Marcelino gesticulaba en la banda. El Villarreal no acababa de atar la victoria. Lo pudo hacer antes del descanso tras un acrob¨¢tico remate de Hern¨¢n P¨¦rez que se estrell¨® en el larguero y, posteriormente tras un dur¨ªsimo disparo de Bruno, asistido de nuevo por Cani, que Javi Jim¨¦nez, que debutaba en la porter¨ªa granota, detuvo en una felina intervenci¨®n celebrada por la afici¨®n.

Se mantuvo el Levante en el partido por su innato orgullo y por la falta de acierto en el remate, por el exceso de individualismo en ocasiones. Una vez Trigueros, otra Aquino, tambi¨¦n Jonathan Pereira o Cani. Todos quer¨ªan su gol. Se desesperaba Marcelino en la banda. El conjunto de Caparros quiso llevar el encentro a una batalla, apelar a la ¨¦pica, encender a la grada susceptible ante cualquier decisi¨®n del colegiado por nimia o intrascendente que fuese. Y le entraron las dudas al Villarreal. Cada c¨®rner, cada falta cercana a la grada, supon¨ªa una oportunidad para el Levante que resisti¨® hasta el cuarto de hora final. Hasta que Bruno filtr¨® un pase a Uche y el nigeriano defini¨® con precisi¨®n primero y de manera art¨ªstica despu¨¦s. Sigue creciendo el Villarreal de Marcelino.