De la puerta grande a la falsa
La Real Sociedad se va de Europa tras ser barrida (4-0) por el Shakhtar Donetsk
Hay formas y formas de abandonar Europa. Y la Real eligi¨® la peor: recibiendo una goleada, palideciendo tras el primer tanto, asumiendo su inferioridad antes de que Douglas Costa le abofetease dos veces, como r¨²brica de su magn¨ªfica actuaci¨®n so pena de expulsi¨®n, y cometiendo errores imperdonables en un partido donde estaban prohibidos. La Real que lleg¨® a la Champions por la puerta grande, la abandona por la puerta falsa ante un equipo que ha hecho del mestizaje ucranio-brasile?o una mezcla futbol¨ªstica m¨¢s que aparente. Los ucranios defienden, los brasile?os atacan.
Jugar dos partidos a la vez y solo intervenir en uno es una pirueta que exige m¨¢xima concentraci¨®n en el que juegas y rezos, muchos rezos, en el que no juegas. La Real jugaba con la camiseta blanquiazul y la roja del Manchester United por debajo. La roja cumpli¨®; la blanquiazul se desti?¨® precisamente por falta de concentraci¨®n, un detalle imperdonable cuando te juegas Europa en cualquier suspiro, en cualquier soplido y casi te llega el agua al cuello. Hay muchas formas de perder, pero hay una muy dolorosa, la que proviene de una falta de atenci¨®n, de una chiquillada casi, que tira por tierra un planteamiento sensato, una actitud futbol¨ªstica razonable y un juego cre¨ªble.
SHAKHTAR, 4 - R. SOCIEDAD, 0
Shakthar: Pyatov; Srna, Rakitskiy, Kucher, Shevchuk; Fred, Stepanenko; Douglas Costa, Alex Teixeira (Eduardo, m. 74), Bernard (Taison, m. 68); y Luiz Adriano (Ferreyra, m. 71). No utilizados: Kanibolotskiy, Krivtsov, H¨¹bschman y Fernando.
Real Sociedad: Bravo; Cadamuro, Ansotegi, ??igo Mart¨ªnez, De la Bella; Xabi Prieto, Elustondo, Rub¨¦n Pardo (Ros, m. 68); Chory Castro, Vela (Seferovic, m. 74) y Griezmann (Agirretxe, m. 74). No utilizados: Zubikarai, Mikel Gonz¨¢lez, Jos¨¦ ?ngel y Gazta?aga.
Goles: 1-0. M. 36. Luiz Adriano. 2-0. M. 47. Teixeira. 3-0. M. 67. Douglas Costa. 4-0. M. 86. Douglas Costa.
?rbitro: Benqueren?a (Portugal). Amonest¨® a Rakitskiy, Elustondo y Stepanenko
Unos 50.000 espectadores en el Donbass Arena
Resulta que el bal¨®n se fue a c¨®rner y todos los jugadores le dieron la espalda. Para cuando se dieron cuenta de que el Shakhtar lo hab¨ªa sacado en corto, ten¨ªan a Teixeira en el ¨¢rea peque?a y su centro paralelo lo empuj¨® Luiz Adriano a 10 cent¨ªmetros de la raya de gol. Hasta que la pelota no acarici¨® la red, ning¨²n jugador de la Real sab¨ªa lo que hab¨ªa ocurrido. Pero suced¨ªa que todas las buenas intenciones con las que hab¨ªa accedido al Donbass Arena hab¨ªan ca¨ªdo en el pozo de los lamentos. El llanto definitivo no tard¨® en llegar, y por el mismo camino: I?igo Mart¨ªnez confundi¨® el partido con un recreo y concedi¨® un error monumental que aprovech¨® Teixeira, un delantero aplicado.
Quedaba la segunda parte casi entera, pero se antojaba m¨¢s una tortura que una oportunidad. Los dos goles, fruto de los errores propios y no de los aciertos ajenos, borraron la aseada puesta en escena de la Real, con posesiones largas, rob¨¢ndole el bal¨®n y el campo al Shahktar, desquici¨¢ndole y sacando los silbidos de una grada impaciente. Adem¨¢s, los goles empezaban a caer a favor del Manchester United en Alemania y Xabi Prieto hab¨ªa desempolvado su manual de estilo en su mejor versi¨®n de la temporada. Bien es cierto que ni Vela ni Griezmann ten¨ªan pegada, que se asomaban m¨¢s que se expon¨ªan en el ¨¢rea. Pero la primera fase iba seg¨²n lo previsto: control de la pelota, tranquilidad, combinaci¨®n. Y, como estaba previsto, sufrimiento por la banda derecha, donde se acomod¨® Cadamuro como ¨²nico recurso con el infortunio de que por ese flanco circula un tal Bernard Anicio Duarte Caldeira, al que llaman Bernard. Con 160 cent¨ªmeros de estatura y la piel pegada al hueso, m¨¢s parece un equilibrista del bal¨®n que un futbolista al uso. En el otro costado, Douglas Costa, am¨¦n de equilibrista, es el hombre bala con un ca?¨®n en el pie cuya mecha encendi¨®, con el partido ya vencido, en un contragolpe que redonde¨® con un ob¨²s colado por la escuadra derecha.
La Real solo estuvo media hora sobre el c¨¦sped. En el momento decisivo y cuando el United le hac¨ªa los deberes en Leverkusen, le temblaron las piernas y las manos y comenz¨® a echar borrones sobre el tapiz verde de un estadio majestuoso. Le vino grande el rival, el partido y la competici¨®n en la que solo ha marcado un gol y conseguido un punto. Muy poco ha escrito en su cuaderno europeo, a veces por infortunio, a veces por su incapacidad para responder a la competici¨®n m¨¢s exigente.
A la media hora, la cornada de Luiz Adriano le hizo un boquete; al regreso del descanso, el tanto de Teixeira le sac¨® la sangre. Lo que vino despu¨¦s fue una agon¨ªa, una manera de ver pasar el tiempo sabiendo que Europa le cerraba todas las puertas: la de la Champions y la de la Liga Europa. La Real ser¨¢ cuarta pase lo que pase en el ¨²ltimo partido en Anoeta frente al Leverkusen donde ser¨¢ juez, pero no parte del litigio.
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