Aquel camarero de Rotterdam
Seis a?os de concentraciones y torneos dan para muchas historias. Eli Pinedo contar¨¢ el lado m¨¢s humano de la seleccion
Ya estamos en Serbia, no queda nada para que empiece el Mundial, aqu¨ª todo huele a balonmano ya¡ El viaje al final no result¨® tan pesado como parec¨ªas. Madrid-Roma, Roma-Belgrado y luego una horita en bus hasta Zrenjanin, donde nos alojamos y jugaremos los primeros partidos. Tuvimos que ir corriendo un poco para no perder el vuelo hacia Belgrado, pero bueno, estamos en forma, que no se diga. En el avi¨®n coincidimos con la selecci¨®n brasile?a. Estuvo bien, a muchas las conocemos porque han jugado en Espa?a. Adem¨¢s, Brasil siempre nos traer¨¢ buenos recuerdos. All¨ª ganamos la primera medalla en Mundial, el bronce que defendemos.
La verdad es que pasa el tiempo, pero las sensaciones antes de un campeonato siguen siendo las mismas. Por lo menos no tienes ya tantos nervios como las primeras veces. Recuerdo el Mundial de Francia, en 2007, el primero al que fui convocada, ¨¦ramos todas muy j¨®venes, hab¨ªa muchos nervios. Qui¨¦n nos iba a decir entonces que ¨ªbamos a conseguir tantos ¨¦xitos en el futuro, que iba a cambiar tanto todo¡ Tenemos ya muchas ganas de jugar. No ser¨¢ f¨¢cil el primer partido contra las noruegas, pero mejor encontr¨¢rnoslas ahora que no cuando est¨¦n m¨¢s rodadas. O s¨ª, porque no tenemos que tener miedo m¨¢s que a nosotras mismas.
Pero bueno, aqu¨ª lo que se trata, o eso me han pedido, es de descubriros un poco qui¨¦nes somos, sacar el lado m¨¢s personal de las guerreras. Aunque sin pasarse tampoco, que no quiero que mis compa?eras me maten... Ya s¨¦ que todas lo decimos siempre, pero es que somos una gran familia, nos llevamos muy bien. Se nota en campeonatos largos como este, en el que pasamos tantas horas juntas. Aqu¨ª cada una mata los ratos libres como puede. Hay quien le da por estudiar, escuchar m¨²sica, hablar, re¨ªr, llorar¡ Hay tiempo para todo. Nos suele gustar mucho darnos un ba?ito en la piscina para relajar los m¨²sculos. Yo aprovecho tambi¨¦n para dar alg¨²n paseo e ir a tomarme un buen caf¨¦. En la foto estoy con mis confidentes, Marta L¨®pez, Carmen Mart¨ªn y Bea Fern¨¢ndez. Marta y Bea juegan juntas en Francia y Carmen en Eslovenia, as¨ª que estas concentraciones nos sirven para ponernos al d¨ªa. Son tres t¨ªas muy divertidas, ya os contar¨¦ alguna cosilla de ellas¡
Estos seis a?os de torneos han dado para mucho. No solo en la pista. Tambi¨¦n fuera damos guerra. Para que ve¨¢is c¨®mo nos las gastamos: me estaba acordando de un torneo que jugamos en Rotterdam (Holanda) en 2008. Al acabar, tuvimos libre y salimos a cenar a un restaurante de la ciudad donde nos atendi¨® un chico muy atractivo. Nos dimos cuenta todas en cuanto le vimos. 16 mujeres juntas es lo que tiene, no se nos escapa una. El caso es que seg¨²n se acercaba hacia nosotras hubo dos o tres que empezaron a piropearle en castellano un poco ¡°bestia¡±. O m¨¢s bien, ?a saco! Bien, lo mejor fue cuando el chico lleg¨® a la mesa y nos dijo: ¡°Good night ladys, me llamo Peter y soy de padre holand¨¦s y madre espa?ola. ?Qu¨¦ desean?¡±. A m¨¢s de una se le saltaron los colores¡
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