El Atl¨¦tico saca oro del barro

La enciclopedia de f¨²tbol de este Atl¨¦tico presenta un amplio cat¨¢logo. Cap¨ªtulos donde se conjuga el verbo ganar gracias a partidos brillantes, repletos de calidad y buen juego. Tambi¨¦n otros donde el resultado prevalece ante todo, amparado en un buen sistema defensivo y la aparici¨®n fugaz de futbolistas de innegable talento, caso de Diego Costa o Koke. Un surtido de virtudes, en definitiva, que sostienen a este gran Atl¨¦tico, que cosech¨® una victoria de mucho m¨¦rito en La Rosaleda. Un equipo que escapa l¨ªder despu¨¦s de la trampa que le tendieron en La Rosaleda y logra su objetivo de meter mucha presi¨®n al Barcelona.

Triunfo ajeno a la espectacularidad de otras citas, lo que, a la postre, lo dignifica m¨¢s. Tres puntos que suma un Atl¨¦tico superado en muchas fases por la fogosidad de un buen M¨¢laga, y al que le bast¨® una ¨²nica jugada de Diego Costa y un remate de Koke. Victoria t¨ªpica de equipo grande que en un d¨ªa espeso gana en un escenario hostil, con un rival muy enchufado y r¨¢pido. Un excelente M¨¢laga el que molde¨® Schuster y que pele¨® hasta el final, asentado en el gran trabajo de su defensa. Le falt¨® pegada, pero puso en apuros a todo un l¨ªder.

Simeone se vio obligado a cambiar la seda de ?liver y Arda por las carreras del Cebolla y Adri¨¢n, incapaz su equipo de superar el entramado defensivo del M¨¢laga. Hubo un resquicio por el que se col¨® Diego Costa, que asisti¨® a Adri¨¢n. Caballero sac¨® el bal¨®n y Koke marc¨® el primer gol de la Liga en 2014. Para ello tuvo que pisar el ¨¢rea rival y descolgarse de una posici¨®n de mediocentro en la que no se vio nada c¨®modo. El duelo del pr¨®ximo s¨¢bado ante el Barcelona se presenta apasionante para el Atl¨¦tico y para la Liga, que muestra tambi¨¦n estadios como La Rosaleda, donde lograr el triunfo se antoja complicado. A Schuster se le ha pitado con rabia en ese campo. Incluso se ha solicitado en masa su destituci¨®n. El alem¨¢n, con prudencia, no levant¨® la voz. Se limit¨® a trabajar con lo que tiene, apenas nada comparado con lo que pusieron en manos de otros, para intentar forjar un M¨¢laga competitivo. Por eso el Atl¨¦tico se encontr¨® con un rival donde la mano de su entrenador se dej¨® notar bastante. Un planteamiento con tintes conservadores, con tres centrales, cerrado el centro del campo con Camacho y Darder y con dos laterales enchufados, G¨¢mez y Antunes, para intentar sorprender al Atl¨¦tico.

El grupo de Simeone, impecable en la presi¨®n ofensiva desde el minuto uno, sufri¨® m¨¢s de la cuenta en la creaci¨®n. El M¨¢laga cerr¨® espacios y se movi¨® en cada bal¨®n dividido con un esfuerzo conmovedor. El Atl¨¦tico echaba en falta a su faro, Gabi, tanto por la ausencia de sus prestaciones como por provocar el retraso en la posici¨®n de Koke. Los de Simeone tuvieron el bal¨®n, pero se mostraron inocuos con ¨¦l. Quiz¨¢s no es un equipo hecho para tocar, demasiado acostumbrado a las carreras de Diego Costa y los desbordes de Villa y Arda cuando la cosa se pone fea.

Tambi¨¦n le queda un trecho a ?liver, sublime con el bal¨®n en los pies, aunque demasiado alejado de los terrenos donde hace da?o, cerca del ¨¢rea rival. El M¨¢laga no dej¨® maniobrar al Atl¨¦tico, que cay¨® en la precipitaci¨®n del bal¨®n directo a sus delanteros, justo lo que quer¨ªan los de Schuster. Balones limpios para ser despejados por su amplia n¨®mina de centrales.

Sin bandas ni conexi¨®n en la l¨ªnea de tres cuartos, no hubo noticias del Atl¨¦tico en ataque hasta el minuto 20, cuando Juanfran se invent¨® un jugad¨®n que resolvi¨® el siempre efectivo Caballero. Un oasis ante la espesura del juego visitante y el ¨²nico despiste de la zaga de un M¨¢laga motivad¨ªsimo. Los de Schuster supieron a?adir a su despliegue ofensivo cinco minutos en los que se desataron en busca de Courtois. Para ello tuvo que aparecer G¨¢mez para hacer dos regates en una baldosa y asistir a Eliseu, que dispar¨® a las manos de Courtois. Samu y Filipe Luis, en un remate a propia puerta, tambi¨¦n pusieron en apuros al belga.

Simeone intent¨® solucionar el cacao mental de sus jugadores dando entrada a Adri¨¢n y sacando a ?liver. No carbur¨® el Atl¨¦tico. El s¨ªntoma m¨¢s claro de su desesperaci¨®n se reflej¨® en los aspavientos de Diego Costa, enfadado por sus p¨¦rdidas, engullido por el marcaje que le hicieron Sergio S¨¢nchez y Angeleri.

Solo hubo un resquicio. Una puertecita por la que se col¨® Diego Costa en su ¨²nica acci¨®n de m¨¦rito de toda la tarde. Su toque dej¨® solo a Adri¨¢n. Par¨® Caballero, pero Koke se liber¨® de sus cadenas para marcar de un excelente toque con el interior. El bal¨®n sorte¨® a tres defensas del M¨¢laga y entr¨® como un ob¨²s en la porter¨ªa. El tanto acab¨® con el plan de Schuster, que lo intent¨® hasta el final dando entrada a Santa Cruz y Duda. Un potente M¨¢laga que vendi¨® muy cara su derrota. Tres puntos trabajados para un Atl¨¦tico que gana cuando juega bien y cuando es frenado por su rival, con lo que ampl¨ªa sus registros de equipo grande y con aspiraciones para ganarlo todo.