Nadal descubre un Abierto ¡®nuevo¡¯
Tras ausentarse en 2013 por lesi¨®n, el espa?ol encuentra el primer grande de 2014 transformado: pistas m¨¢s r¨¢pidas, bolas distintas¡ y el peligroso Tomic en primera ronda
Cuentan que Stan The Man Wawrinka acaba el entrenamiento ojipl¨¢tico. Rafael Nadal recibe al n¨²mero ocho cont¨¢ndole que los rumores que lleva escuchando desde hace semanas son ciertos, que las pistas del Abierto de Australia (desde el lunes) han cambiado y son m¨¢s r¨¢pidas; que tambi¨¦n son distintas las pelotas, y que eso no tiene nada que ver con lo que ¨¦l recuerda de 2012, la ¨²ltima vez que estuvo en Melbourne (fue baja por lesi¨®n en 2013). ¡°Esto es lo m¨¢s r¨¢pido que nunca me he encontrado aqu¨ª¡±, fotograf¨ªa el n¨²mero uno, cuya impresi¨®n es respaldada y celebrada luego por Roger Federer ("as¨ª esto no es un juego de espera y paciencia") y negada por la organizaci¨®n. ¡°No entiendo el cambio cuando las cosas funcionaban bien", dice el espa?ol. "No estoy seguro de que sea lo mejor para el show, pero lo respeto, solo soy un jugador. Aqu¨ª la pelota penetra mucho. Resbala. Eso da a entender que la pista est¨¢ m¨¢s r¨¢pida¡±. Wawrinka escucha todo eso y no entiende nada: es viernes, y ese Nadal que lamenta las condiciones de juego ha firmado lo que ¨¦l describe como un entrenamiento de lujo.
El n¨²mero uno busca ser el primer tenista en ganar al menos dos veces todos los grandes en la Era Abierta
Este es un grande a toda pastilla, y Nadal lo empieza a toda mecha. Con Monfils, Murray, Del Potro o Federer en el horizonte, ya en primera ronda de un cuadro plagado de minas le espera Bernard Tomic, australiano de 21 a?os, amado y odiado a partes iguales por un p¨²blico local que admira su talento para los cambios de ritmo y que no comprende la displicencia que refleja una carrera llena de picos (cuartos de final de Wimbledon con 18 a?os), valles (n¨²mero 52) y pol¨¦micas (hasta se considera perseguido por la polic¨ªa, que marca de cerca el guirigay constante que rodea a su residencia). ¡°Es un reto. Tiene un gran talento, un buen saque, control desde el fondo, y ojo para ver a d¨®nde vas a golpear¡±, resume el n¨²mero uno, que sabe que Tomic llega subido a la ola euf¨®rica de su buen papel en el torneo de Sidney, y que quiz¨¢s celebrar¨ªa debutar en la sesi¨®n nocturna, protegido por el escudo del frio de la noche de ese sol abrasador que acelera el juego.
Que hay pol¨¦mica alrededor de la velocidad de la superficie es la ¨²nica certeza de un torneo lleno de preguntas. ?C¨®mo funcionar¨¢ el c¨®ctel que forman Novak Djokovic, que debutar¨¢ contra Lacko, y Boris Becker, su nuevo entrenador? Federer, que espera al prometedor Duckworth ?va o viene? ?C¨®mo estar¨¢ Andy Murray, que arranca ante Soeda, tras parar tres meses para operarse de la espalda? ?En qu¨¦ estado llegar¨¢ David Ferrer tras perder en semifinales de Auckland, su guarida oce¨¢nica, donde hab¨ªa ganado cuatro veces? Y la rodilla izquierda de Nadal, esa que le oblig¨® a ausentarse de la edici¨®n de 2013, la misma que ahora trata con c¨¦lulas madre¡ ?qu¨¦ hay de ella?
¡°[El nuevo tratamiento] en sensaci¨®n en pista no me ha hecho mejorar much¨ªsimo la sensaci¨®n, pero s¨ª mi calidad de vida fuera de las pistas. Es muy importante¡±, explica el campe¨®n de 13 grandes, que se convertir¨¢ en el primer tenista que gana las cuatro citas del Grand Slam al menos dos veces en la Era Abierta si se corona en Australia. ¡°Estar con mucho menos dolor de lo que estaba, mentalmente es un alivio grande¡±, a?ade el mallorqu¨ªn, que se llev¨® una sorpresa al ver que se hab¨ªa roto la tradici¨®n de que las pelotas con las que compiti¨® en Doha (campe¨®n) fueran las mismas que se usan en Melbourne.
En la ciudad de las cuatro estaciones, donde amanece nublado, se vive asfixiado y se duerme con frio, todo cambia. Tambi¨¦n el torneo. De vuelta a Melbourne, donde se coron¨® en 2009 y disput¨® y perdi¨® una ¨¦pica final en 2012 (5h 53m, contra Novak Djokovic), Nadal ve c¨®mo la realidad desmiente sus recuerdos: este, dice, es un grande para velocistas.
Adi¨®s al chocolate, las patatas...
¡°Los alfajores hicieron da?o¡±. Rafael Nadal se r¨ªe al recordar su paso por Argentina, donde, se deduce de sus palabras, debieron impresionarle por igual los paisajes del Perito Moreno y las pasteler¨ªas. En Australia, sin embargo, luce m¨¢s delgado que nunca, decidido por voluntad propia a que esos kilos que pueden afectar a las rodillas no le impidan prolongar su carrera. ¡°Un poco m¨¢s delgado estoy. He intentado cuidarme un mes y algo haciendo las cosas un poco mejor de lo que lo he hecho toda mi vida a nivel de alimentaci¨®n¡±, explica el n¨²mero uno, m¨¢s delgado que nunca. ¡°Es una decisi¨®n m¨ªa, tengo 27 a?os, y todo es una ayuda. He quitado todos los desastres que hac¨ªa habitualmente con chocolates, patatilas, aceitunas¡ los heapartado del todo. Cosas que nos son buenas para el cuerpo pero que te hacen feliz durante una temporada¡±.
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