Brayan vuelve a ser libre
El Tribunal Deportivo anula el acuerdo de un fondo de inversi¨®n con el lateral del Granada tras denunciar explotaci¨®n El TAS dict¨® que otro contrato ¡°restring¨ªa la libertad personal¡±
Brayan Angulo vuelve a ser un trabajador. Vuelve a poder elegir la empresa para la que quiere trabajar, en su caso el club de f¨²tbol. Porque entre 2007 y 2012, hasta que se hart¨® y rompi¨® su contrato, Brayan Angulo, correoso lateral colombiano del Granada, perteneci¨® a Investfootball, una empresa del hostelero mallorqu¨ªn Bartolom¨¦ Cursach con sede en Suiza que le garantizaba un m¨ªnimo de 48.000 euros al a?o a cambio de jugar donde este dispusiera. El Tribunal Deportivo de Arbitraje (TAS) ha dado la raz¨®n al jugador. El caso muestra el creciente conflicto entre j¨®venes futbolistas, principalmente latinoamericanos, y empresas que les fichan muy j¨®venes y que marcan sus carreras.
Oficialmente, Angulo estuvo en Ginebra el 20 de junio de 2007. All¨ª, sin haber cumplido a¨²n los 16 a?os, firm¨® un contrato que le ataba a Investfootball. La empresa hab¨ªa comprado el 85% de sus derechos al Platense F¨²tbol Club por 527.000 d¨®lares. Durante cinco a?os, Investfootball ten¨ªa que pagarle casa, coche y un m¨ªnimo de 48.000 euros. A cambio, Brayan se compromet¨ªa ¡°a suscribir los contratos que le fueran indicados, bien sean los contratos laborales o los oportunos contratos de transferencia de derechos¡±. Si se negaba, deb¨ªa pagar seis millones de euros de penalizaci¨®n.
Carlos, el padre de Brayan, explica por tel¨¦fono desde Colombia que les pareci¨® una buena opci¨®n: ¡°Lo vio un agente y nos lo ofreci¨®. Parec¨ªa una buena oportunidad para salir¡±. ?l trabajaba como pintor en Pinto (al sur de Madrid) y no sab¨ªa de leyes. El contrato se firm¨® oficialmente en presencia de la madre.
En enero de 2008, Brayan da el salto a Europa, la tierra prometida del f¨²tbol. Firma por el Boavista, portugu¨¦s, por 7.429 euros al mes m¨¢s otros mil para vivienda y coche. Un a?o despu¨¦s pasa al Leixoes. ¡°Los equipos los buscaba yo. Nos llegamos a entrenar solos en un parque en Madrid¡±, recuerda el padre, que comenz¨® a estudiar para agente de futbolistas y lo apost¨® todo al futuro de su hijo en el deporte.
La UEFA, contra el sistema
Los fondos de inversi¨®n copan cada d¨ªa m¨¢s espacio en el f¨²tbol. Y lo hacen pese a las cr¨ªticas que generan en la UEFA. El espa?ol Emilio Garc¨ªa, responsable de Integridad del organismo europeo del f¨²tbol, avisa de que ¡°si la FIFA no los proh¨ªbe, la UEFA lo har¨¢¡±. El organismo considera que vulneran el esp¨ªritu de la competici¨®n al regir el destino de clubes y jugadores y que son una fuente de conflicto de intereses. Adem¨¢s, se?ala que la rentabilidad que obtienen con los traspasos de jugadores se genera a costa de detraer dinero del mundo del f¨²tbol. Francia e Inglaterra han prohibido que los jugadores pertenezcan a fondos, pero en Espa?a, Portugal y Am¨¦rica Latina son cada vez m¨¢s comunes.
El abogado Jaime Ferrero defiende que si act¨²an bien los fondos de inversi¨®n son una fuente leg¨ªtima de financiaci¨®n para los clubes: ¡°Los activos de un club de f¨²tbol son los derechos de sus jugadores. Es normal que sirvan como garant¨ªa para que se puedan financiar¡±.
Investfootball debe de ver futuro en Brayan porque en junio de 2009 le compra al padre de Angulo el 15% restante de los derechos por otros 30.000 euros. Solo un mes despu¨¦s el Deportivo de A Coru?a ficha a Brayan por 100.000 euros. Ya est¨¢ en Primera divisi¨®n.
¡°Al terminar esa temporada, Brayan quer¨ªa seguir en el Deportivo y ten¨ªa una oferta de renovaci¨®n, pero Invesfootball le mand¨® al Rayo, que jugaba en Segunda. ?Qu¨¦ progreso quer¨ªan para el deportista?¡±, se pregunta el padre. Los intereses de uno y otro ya comenzaban a separarse. Aun as¨ª, Brayan sigue en el f¨²tbol profesional y cobra 120.000 euros al a?o. Ese mes, a propuesta de Investfootball, prorrogan el acuerdo una temporada m¨¢s, hasta junio de 2013 con una serie de pagos garantizados al padre y un 10% de la venta para Brayan si el fondo vend¨ªa sus derechos.
Ah¨ª todo se tuerce. El due?o de Investfootball monta su propio equipo de f¨²tbol, el Atl¨¦tico Baleares, y manda a Brayan a jugar en segunda B por 48.000 euros, seg¨²n la familia. El padre cuenta que le dijo a Brayan que se entrenara y que destacara en Segunda B, que fuera profesional y que aguantara.
En marzo de 2012, los Angulo comienzan a reclamar en el juzgado las cantidades que le adeudan e Investfootball responde que solo lo har¨¢ si renueva por tres a?os m¨¢s (esta vez le garantizan 180.000 euros si juega en Primera Divisi¨®n).
En junio de 2012, Brayan se niega a renovar con el equipo de Segunda B y un mes despu¨¦s firma por el Granada, de Primera, con un sueldo de 250.000 euros al a?o, mucho m¨¢s de lo que le ofrec¨ªa Investfootball. Considera roto el contrato. ¡°Aquello era una explotaci¨®n, una esclavitud moderna en la que Brayan no pod¨ªa decidir nada. Era impersionante¡±, se queja Carlos.
La empresa denunci¨® al futbolista al TAS y le reclam¨® un mill¨®n de euros. El abogado de Brayan, Ignacio Espinosa, intent¨® demostrar que todo el contrato era nulo, que un menor que no hab¨ªa estado en su vida en Suiza no pod¨ªa haber firmado all¨ª nada. A?adi¨® que Investfootball ¡°encamin¨® al jugador hacia el m¨¢s absoluto desastre en cuanto a su proyecci¨®n econ¨®mica y deportiva¡±.
Una empresa fich¨® al colombiano cuando era menor y decid¨ªa en qu¨¦ equipo deb¨ªa jugar
La empresa, que no ha querido hablar para este reportaje, seg¨²n su abogado, Eduardo Sanz, neg¨® en la vista las reclamaciones de explotaci¨®n. ¡°El jugador no puede ser considerado en ning¨²n caso una suerte de ¡®esclavo moderno¡¯, sino un futbolista profesional que decidi¨® firmar un contrato con una empresa especializada, Investfootabll, con miras a potenciar su carrera profesional y garantizarse un cierto nivel de ingresos¡±, y asegur¨® que ¡°nunca limit¨® la autonom¨ªa del jugador ya que era este junto a su padre quien decid¨ªa libremente el equipo donde quer¨ªa jugar¡±. Sanz defiende los contratos de empresas con futbolistas porque ¡°protegen al jugador y le garantizan un salario m¨ªnimo¡± adem¨¢s de ayudar a financiar a los clubes.
El pasado 20 de diciembre, en un laudo confidencial, el TAS dio la raz¨®n a Angulo. No entra en el fondo del asunto de si hab¨ªa o no explotaci¨®n sino en que Investfootball hab¨ªa incumplido el contrato con algunos pagos al pdre.
Brayan no es el primero de librarse del este yugo. Investfootball adquiri¨® los derechos del lateral portugu¨¦s Vasco Fernandes en 2007 por 150.000 euros. Pas¨® por el Salamanca, el Leixoes, el Celta de Vigo y el Elche. En 2011, y en contra de los avisos de Investfootball, firm¨® un contrato con el Beira Mar, de la Primera portuguesa, a cambio de 70.000 euros al a?o. La empresa le demand¨® en el TAS, donde le reclamaba medio mill¨®n de euros.
Investfootball le mand¨® a 2? B por 48.000 euros, pese a tener ofertas de Segunda
En junio de 2012, el TAS, en un duro laudo, consider¨® que todo el contrato era nulo porque ¡°supone una restricci¨®n a la libertad personal, a la elecci¨®n de empleo y al desarrollo profesional del jugador que transgrede los l¨ªmites aceptables en cualquier acto de disposici¨®n contractual¡±. Se?alaba que ¡°el principio de la autonom¨ªa de la voluntad es esencial en el derecho suizo¡±, donde tiene su sede el TAS, y a?ad¨ªa que las cl¨¢usulas presentaban un ¡°excesivo desequilibrio entre las partes¡±.
Jaime Ferrero, abogado de Vasco Fernandes, explica el tipo de contrato, que califica de leonino: ¡°El derecho al trabajo es inalienable, no se puede vender, porque la esclavitud est¨¢ abolida¡±. Aun as¨ª, ¡°ha habido muchas sociedades que han comprado derechos deportivos al jugador, que luego tienen que obedecerles. Esos contratos son nulos, pero mucha gente se ha aprovechado, sobre todo en Sudam¨¦rica¡±.
Es imposible saber cu¨¢ntos jugadores hay en esta situaci¨®n porque los contratos son privados, como los laudos del TAS. Santiago Nebot, secretario de la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles, pide acabar con los brayan: ¡°Estos contratos cercenan la libertad de los trabajadores¡±.
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