?Qui¨¦n no se acuerda de ¨¦l?

Lo primero que se me viene a la cabeza con Luis Aragon¨¦s son los magn¨ªficos recuerdos que tengo de ¨¦l como jugador. Fue una instituci¨®n en el campo, uno de los futbolistas que m¨¢s ha contribuido a engrandecer la historia del Atl¨¦tico. Es inolvidable su gol al Bayern de M¨²nich en la final de la Copa de Europa de Bruselas, que bien merec¨ªa el t¨ªtulo que se nos escap¨®. Tengo las im¨¢genes en la retina, en blanco y negro, con el bal¨®n entrando en la porter¨ªa con ese efecto que le daba a las faltas. Era un hombre de una fuerte personalidad, pero tambi¨¦n muy simp¨¢tico y divertido. Como entrenador, le recuerdo entrando en tensi¨®n antes de los partidos, en el hotel o en el autob¨²s y trataba de rebajarla contando chistes. Es un hombre al que la vida le ense?¨® de todo.

Para m¨ª hay dos momentos cuando fue entrenador del Atl¨¦tico que fueron especiales. El primero, la Copa que le ganamos al Real Madrid en 1992, tambi¨¦n, como esta ¨²ltima en el Santiago Bernab¨¦u. Fue el Atl¨¦tico de Luis, el del contragolpe, el Atl¨¦tico de toda su historia. El otro triunfo de ¨¦l como t¨¦cnico que signific¨® mucho para nosotros fue el del regreso a Primera Divisi¨®n despu¨¦s de esos dos a?os en Segunda.

Despu¨¦s, como seleccionador, logr¨® la Eurocopa y le dio a Espa?a el lugar que le correspond¨ªa. Cambi¨® el estilo y volvi¨® a dar muestras de ser uno de los personajes m¨¢s trascendentes de la historia del Atl¨¦tico y del f¨²tbol espa?ol. ?Qui¨¦n no se va a acordar de Luis?