Todos los ojos puestos en Sochi

Los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Sochi est¨¢n a punto de comenzar. Y se est¨¢n produciendo, o se producir¨¢n, varios hechos notables que marcar¨¢n este gran evento deportivo y lo diferenciar¨¢n?del resto de las ediciones ol¨ªmpicas.

Unos Juegos r¨¦cord en gasto

El coste de organizar unos Juegos, como ya demostr¨® la edici¨®n de Londres 2012, siempre acaba siendo superior al estimado en los primeros presupuestos. Vladimir Putin, presidente del Gobierno ruso, cifr¨® el coste de Sochi en unos 8.700 millones de euros en el primer proyecto.

Simult¨¢neamente, otras fuentes fueron m¨¢s pesimistas. Un estudio independiente del pol¨ªtico Boris Nemtsov y el periodista Leonid Martynyuk estim¨® el gasto en 43.500 millones, especificando que casi la mitad se habr¨ªan perdido en corrupci¨®n. Otra previsi¨®n tambi¨¦n fue revelada, esta vez a cargo de la Fundaci¨®n contra la Corrupci¨®n que preside el l¨ªder de la oposici¨®n rusa, Alexei Navalny: Sochi costar¨ªa?33.000 millones. Esta ¨²ltima investigaci¨®n cita adem¨¢s que en al menos 10 de los proyectos relacionados con los Juegos el gasto se infl¨® entre un 150% y un 250%. Esgrime a su vez que varias empresas adjudicatarias privadas habr¨ªan firmado acuerdos de preferencia con el Gobierno.

Finalmente, en febrero de 2013, el vicejefe del Gobierno ruso Dmitri Kosak sali¨® al paso de las diferentes contabilidades y situ¨® la cifra en los 36.000 millones. De estas manera, Sochi establece un nuevo r¨¦cord de gasto en la historia de los Juegos. La anterior marca la ostentaban los organizados en Beijing?en 2008, que costaron 30.000 millones.

Alta tensi¨®n en Sochi

La seguridad de los Juegos ha pasado a ser un asunto capital en Sochi. Dos atentados consecutivos los d¨ªas 29 y 30 de diciembre sembraron el p¨¢nico entre la poblaci¨®n rusa y la organizaci¨®n ol¨ªmpica. El 29, una viuda negra deton¨® los explosivos que portaba en la ciudad de Volgogrado, a unos 600 kil¨®metros de la ciudad costera, durante un control en la estaci¨®n ferroviaria. Dej¨® 17 muertos y m¨¢s de medio centenar de heridos. Al d¨ªa siguiente, en un troleb¨²s en la misma ciudad, un suicida se inmol¨®?causando 14 muertos y unos cuarenta heridos.

Putin?decidi¨® entonces?incrementar la represi¨®n?sobre los islamistas, proceso que ya se ven¨ªa produciendo tras la interrupci¨®n del di¨¢logo entre radicales y moderados. La seguridad es una obsesi¨®n caracter¨ªstica de Putin, antiguo oficial de la KGB. Durante los 16 d¨ªas que duran los Juegos, la peque?a localidad de Sochi estar¨¢, a buen seguro, recubierta de efectivos policiales.

Jamaica, un curioso caso de autofinanciaci¨®n

Nadie se esperaba lo que sucedi¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1988 en Calgary, Canad¨¢. All¨ª apareci¨® un peque?o grupo de jamaicanos, donde las temperaturas en su pa¨ªs rondan los 30? grados a lo largo del a?o, para participar en la competici¨®n de 'bobsleigh', una modalidad que consiste en descender a trav¨¦s de un trineo sobre una pista tubular de nieve. El equipo se convirti¨® en una atracci¨®n para los medios de comunicaci¨®n y un ¨¦xito para el pa¨ªs. Su clasificaci¨®n fue lo de menos. La historia, que no pas¨® desapercibida para la factoria Disney, acab¨® en pel¨ªcula: Elegidos para el triunfo. Y, adem¨¢s, siguieron participando en los sucesivos Juegos. Hasta ahora. El equipo se clasific¨® oficialmente para los Juegos de Sochi el 18 de enero. Pero no hab¨ªa presupuesto para llegar a Rusia. El conductor de trineo, Winston Watts, comunic¨® a la agencia AP que no hab¨ªa patrocinador y que necesitaban 65.000 euros para cubrir los gastos del viaje y los equipos. ?Qu¨¦ hicieron? Solicitar ayuda a trav¨¦s del micromecenazgo de Internet. Soluci¨®n: m¨¢s de 90.000 euros y su presencia en Sochi garantizada.

Las 18 delegaciones ¨²nicas

Los Juegos rusos marcar¨¢n un nuevo m¨¢ximo de participaci¨®n desde Vancouver 2010: competir¨¢n en ellos 88 pa¨ªses por los 82 que acudieron a la cita canadiense. Y entre los participantes, 18 delegaciones contar¨¢n tan solo con un ¨²nico atleta. Un representante que defender¨¢ los colores de, por ejemplo, naciones tan remotas como Tonga e Islas Caim¨¢n, y de otras no tan remotas como M¨¦xico y Pakist¨¢n.