El Espanyol no se entiende

El f¨²tbol del Espanyol no dicta los resultados de un equipo de contrastes y sinsentidos, capaz de descomponer a los rivales cuando destila un juego aburrido y primitivo, del mismo modo que suma batacazos cuando adelanta las l¨ªneas y protege el bal¨®n. Frente al Villarreal, por m¨¢s que se encasquillara con el cuero entre los pies, renunci¨® a su versi¨®n taca?a y fue tan protagonista en la composici¨®n como est¨¦ril en la finalizaci¨®n, desquiciado en el ¨²ltimo pase y el remate, tambi¨¦n en el penalti sobre la bocina que Sergio Garc¨ªa no acert¨® a embocar. Penuria que no padece el equipo de Marcelino, que se present¨® tres veces en el ¨¢rea de Casilla y atin¨® en dos, suficiente para doblegar a un Espanyol que ol¨ªa a Europa y se qued¨® con las ganas.

Le tiene pillada la medida el Villarreal al equipo blanquiazul, toda vez que los quebraderos de cabeza de Aguirre nacieron en el duelo de la primera vuelta, cuando en un ataque de t¨¦cnico decidi¨® hacer ocho rotaciones en el once. Desde entonces, tras remover el dibujo t¨¢ctico y sus int¨¦rpretes hasta la saciedad, ha encontrado dos f¨®rmulas v¨¢lidas, la de los tres ejes y un punta, adem¨¢s de la del 4-4-2, con C¨®rdoba como escudero de Sergio Garc¨ªa. As¨ª, consciente de que el Villarreal se expresa por los pasillos interiores, validado por su buen pie para filtrar el pase definitivo por dentro, opt¨® el Espanyol por agolpar efectivos en la medular con Abraham, V¨ªctor S¨¢nchez y David L¨®pez, los tres mosqueteros, todo brega y despliegue, denuedo y esfuerzo. Se hicieron con el campo y el bal¨®n, atrevidos a la hora de dar un paso al frente ¡ªpor m¨¢s que David L¨®pez hiciera de tercer central a la hora de sacar el cuero¡ª, con rupturas desde la segunda l¨ªnea y disparos lejanos. M¨¢s fuegos artificiales que chicha porque Asenjo bloc¨® sin sobresalto alguno.

Tampoco es que padeciera demasiado el Espanyol, encimando a Gio para que no se girara ni recibiera con sus diagonales, fijando a Perbert para que no facilitara jugadas con la descarga. Solo V¨ªctor S¨¢nchez, en un error descomunal, en un pase atr¨¢s, facilit¨® la galopada de Perbert, que se lio en el quiebro sobre Casilla y que lanz¨® flojo, con tiempo para que Moreno deshiciera el desaguisado sobre la l¨ªnea de gol. Pero el Espanyol no tuvo en cuenta a Nahuel, interior de 17 a?os que asemejaba temblar sobre el c¨¦sped porque siempre escog¨ªa la opci¨®n m¨¢s dif¨ªcil. Era, sin embargo, un espejismo. Nahuel es imaginaci¨®n, gallard¨ªa y bravura. Dio la pista con un disparo envenenado desde el balc¨®n del ¨¢rea, cuando arm¨® la pierna en un santiam¨¦n y el bal¨®n, juguet¨®n, le hizo cosquillas al palo. Y se laure¨® despu¨¦s, inteligente, porque ocup¨® el lateral del campo, donde nadie le esperaba. Ah¨ª, aguant¨® el esf¨¦rico a la espera del desmarque de Moi G¨®mez. Centro raso; remate y gol del Moi.

Desaparecido Stuani, habitual coj¨ªn para los balonazos directos, qued¨® difuminado Sergio Garc¨ªa, que no enlaz¨® con la medular. Y sin el 9 no hay magia ni f¨²tbol, y menos gol. Una losa para el Espanyol, que remarc¨® su destartalada faceta de francotirador, pero que trat¨® de corregirse en el segundo acto con la inclusi¨®n de Pizzi y C¨®rdoba, pase y velocidad. No encontr¨®, sin embargo, las rampas al gol. Un problema desconocido para el Villarreal.

Lo prob¨® Pina con un zapatazo que le cuchiche¨® al palo y festej¨® Perbert, que recogi¨® un bal¨®n muerto despu¨¦s de una picada de Giovani deshecha por Casilla. Fue un gol pol¨¦mico porque Gio arranc¨® en fuera de juego por mil¨ªmetros, pero no fue un espejismo, sino la realidad de este Espanyol, que requiere de retos hom¨¦ricos ¡ªcomo vencer con 10 al Granada o ajar el nuevo San Mam¨¦s¡ª para mostrar su mejor versi¨®n. As¨ª, con dos tantos en contra, C¨®rdoba resolvi¨® una contra con un zurdazo y estrech¨® el duelo. Mordi¨® y achuch¨® el equipo blanquiazul ¡ªreflejo de Aguirre; de nuevo expulsado¡ª y logr¨® un penalti por mano de Gabriel. Pero Sergio Garc¨ªa fall¨® el chut.

Un castigo a la alegr¨ªa futbol¨ªstica del Espanyol y al 9, delantero que tanto da y que tan poco se llev¨® anoche.