El Valencia cumple con oficio

El renovado Valencia sabe lo que quiere y c¨®mo conseguirlo. Y act¨²a en consecuencia arreglo a sus necesidades. Y anoche al cuadro de Pizzi le requer¨ªa administrar la ventaja conseguida en la ida. Y lo hizo con oficio y solvencia frente a un Dinamo de Kiev correcto, con m¨¢s apariencia que fuste. Fue en un ejercicio pr¨¢ctico, apenas sublime de un Valencia con menos chispa en ataque de lo habitual. Con el equipo justo de efectivos, conserv¨® el conjunto che el resultado inicial que avalaba el 0-2 cosechado en Nicosia una semana atr¨¢s. Y en octavos de final de la Liga Europa le aguarda el Ludogorets de Bulgaria, contra todo pron¨®stico vencedor de la eliminatoria frente al Lazio.

Dotar de una personalidad que se adapte a las caracter¨ªsticas propias, resulta la alquimia a encontrar en un equipo de f¨²tbol. Desde la llegada de Juan Antonio Pizzi, el Valencia es otro, ordenado y reconocible, con la necesaria prudencia y la justa ambici¨®n. La metamorfosis conseguida en tiempo r¨¦cord por el conjunto che, la adaptaci¨®n al sistema y al equipo de las ¨²ltimas incorporaciones, valida la tesis de que el juego pertenece a los futbolistas y el estilo lo dota el entrenador. De la mando de Pizzi, el Valencia actual, sin alardes, compite y bien. Y la grada de Mestalla agradece la dedicaci¨®n, el esfuerzo y las formas aplicadas para el bien com¨²n.

Con ocho ausencias obligadas y con cuatro chavales del filial en la convocatoria, Pizzi opt¨® por alinear su mejor once disponible. A pesar de la clara ventaja obtenida una semana atr¨¢s en Chipre, el t¨¦cnico del Valencia no quer¨ªa conceder nada al conjunto del m¨ªtico Oleg Blokhin, que esta vez s¨ª pudo contar con Yarmolenko, l¨ªder y alma del Dinamo de Kiev. Europa merece un respeto. Y desde el once inicial, el preparador argentino lanz¨® el mensaje de apetito instalado en Mestalla desde su llegada.

No se dio por vencido ni eliminado el conjunto ucraniano. Y en el inicio se lo hizo saber al Valencia que se dedic¨® en primera instancia a atemperar el ¨¢nimo del rival dotado de buen f¨ªsico y aceptable toque. A partir de la organizaci¨®n defensiva, el Valencia resguard¨® de primeras la renta conseguida en la neutral Nicosia. Firme y seguro, el cuadro valenciano creci¨® a partir de la aparici¨®n en el juego de Parejo, alma del nuevo Valencia, el futbolista con m¨¢s imaginaci¨®n y creatividad. Custodiado por Keita, curtido en mil batallas, el centrocampista madrile?o dota de serenidad al equipo y rompe l¨ªneas contrarias con sus dulces conducciones con el bal¨®n cosido a su pie derecho. A Fede Cartabia le correspond¨ªa el papel de agitador, pero la toma de decisiones es la asignatura pendiente del joven argentino de an¨¢rquico potencial que ilusiona y exaspera a la vez.

Ante las prestaciones defensivas del Valencia, paulatinamente fue decayendo el empe?o del Dinamo de Kiev, incapaz de encontrar caminos y fisuras en el ensamblado esquema valenciano y su solidaria voluntad. El m¨¦rito del Valencia fue que sucediera lo m¨ªnimo en el encuentro y que lo sustancial ocurriese lejos de Diego Alves que vivi¨® una pl¨¢cida noche europea salvo un tiro al travesa?o recibido mediada la segunda mitad. Fue todo el potencial expuesto por un Dinamo de Kiev incapaz de redimirse de la derrota una semana atr¨¢s, rebajado por la profesionalidad y oficio del Valencia que crece d¨ªa a d¨ªa y avanza con firmeza en Europa.