Nole espanta fantasmas

¡°Tuve lagunas de concentraci¨®n¡±. ¡°Sent¨ª alivio al final del partido¡±. ¡°Era indispensable para mi confianza¡±. ¡°Trat¨¦ de mantenerme en el presente, en el momento¡±. Las frases no son confesiones pronunciadas sobre el div¨¢n de un psic¨®logo. Son las palabras del campe¨®n del Master 1000 de Indian Wells. Cuando Novak Djokovic remonta 3-6, 6-3 y 7-6 en la final a Roger Federer, que le rompe el saque la primera vez que sirve por el t¨ªtulo, no piensa en que ese es el primer torneo que gana en 2014; o en que la victoria llega en compa?¨ªa de Marian Vajda, su t¨¦cnico de siempre, y no de Boris Becker, el nuevo. No. Djokovic piensa en fantasmas, en miedos, en dificultades superadas. Desnuda su coraz¨®n en p¨²blico para reconocer que es un campe¨®n a la b¨²squeda de su mejor versi¨®n, a¨²n inconstante sobre la pista, sin la solidez de la que una vez hizo gala. As¨ª, el n¨²mero dos sigue en la lista de tenistas que viven 2014 como un intento de reafirmarse, porque dudan, dudan y dudan.

Ah¨ª est¨¢ Rafael Nadal, que no encuentra su mejor juego desde que la espalda le doli¨® en la final del Abierto de Australia. Djokovic, que lo perdi¨® cuando se inclin¨® en cuartos de Melbourne, su templo. Federer, que sube y baja. David Ferrer, que se acopla a un cambio de t¨¦cnico, que ahora defiende la final de Miami 2013 (desde ma?ana) y que fue baja por lesi¨®n en California. Murray, que no es el mismo desde que se oper¨® la espalda. Wawrinka,que a¨²n digiere su triunfo en el primer grande del curso. Y Del Potro, que vuelve a dolerse de la mu?eca que a punto estuvo de acabar con su carrera... por todas partes hay dudas, toda una novedad en un deporte que se acostumbr¨® en el ¨²ltimo decenio a que los mejores mandaran sin alterar el gesto.

Con su victoria, el serbio le recort¨® la friolera de 1595 puntos a Nadal, el n¨²mero uno

¡°Y la forma en la que gan¨¦ el t¨ªtulo me da mucha satisfacci¨®n mental¡±, abund¨® tras su triunfo Nole. ¡°Los partidos de cuartos [Cilic], semifinales [Isner] y final fueron a tres sets, muy tensos y emotivos¡±, continu¨®. ¡°Hubo puntos que pudo ganar cualquiera y acab¨¦ ganando yo¡±, a?adi¨®. ¡°Me mantuve fuerte mentalmente y eso me da muchas fuerzas¡±.

Por eso, no fue una victoria cualquiera para Nole. Supuso que el serbio, que es el n¨²mero dos, le recorte la friolera de 1.595 puntos a Nadal, el mejor del mundo, y deje la distancia en 2.230. Le da la oportunidad de medir con m¨¢s tranquilidad su relaci¨®n con Becker, que hasta ahora no ha sido m¨¢s que una influencia negativa. Igual que en la desastrosa experiencia con Todd Martin en 2010, cuando el estadounidense quiso retocar su t¨¦cnica de servicio, algo parece haber cambiado en el gesto del serbio. Por ahora, va por mal camino. Y de ah¨ª, parte de sus dudas: en Miami cometi¨® 15 dobles faltas, algunas concentradas en momentos fundamentales, como en su primer juego al saque de la final (dos), en el que irremisiblemente entreg¨® el break. Eso permiti¨® un arranque huracanado de Federer, que luego pas¨® a ser un viento racheado: igual que crec¨ªa como en una tormenta (?Qu¨¦ ganadores! ?Qu¨¦ pinceladas!), luego mor¨ªa como una suave brisa de verano (?Qu¨¦ errores! ?Qu¨¦ brochazos!)

¡°Y hay dos formas de ver esto¡±, reflexion¨® el suizo, que se despidi¨® tras ganar solo un punto menos que Djokovic. ¡°O te decepcionas mucho, porque has estado muy cerca de ganar, o te acuerdas de d¨®nde estabas el a?o pasado a estas alturas [se lesion¨® la espalda] He sido capaz de volver y jugar un gran tenis. Eso disminuye la decepci¨®n¡±.

En Miami, donde el sorteo le asegur¨® a Nadal no cruzarse con Djokovic, Federer, Murray o Ferrer hasta la final, los mejores intentan espantar fantasmas.