Los ant¨ªdotos de Ancelotti

Carlo Ancelotti estudi¨® la posibilidad de jugar con ?ngel di Mar¨ªa como extremo para sustituir a Cristiano, y retrasar a Isco a la posici¨®n de volante derecho en la final de esta noche. El t¨¦cnico del Madrid ten¨ªa casi decidido que ese ser¨ªa el mejor ant¨ªdoto para contrarrestar el veneno del Barcelona cuando los veteranos del equipo le advirtieron de que quiz¨¢s esa no sea la mejor soluci¨®n. Las objeciones de los jugadores han llevado a Ancelotti a la reflexi¨®n. Desde hace d¨ªas, el entrenador se muestra menos convencido y baraja otras dos opciones. Una, m¨¢s acorde con lo practicado hasta ahora, con Di Mar¨ªa, Alonso y Modric en el medio campo, por detr¨¢s de Isco, Benzema y Bale. Otra sin Isco, m¨¢s defensiva, con Illarra, Alonso y Modric en el medio, y Di Mar¨ªa como extremo convertible a volante.

La directiva del Madrid convalid¨® a Jos¨¦ Mourinho por ganar una Copa del Rey en su primera temporada como m¨¢nager, en 2011. Nada m¨¢s. Eran otros tiempos. Ancelotti sabe que su destino en el club no pasa por el cl¨¢sico de Mestalla. El resultado no determinar¨¢ su ¨¦xito o su fracaso. Florentino P¨¦rez, el presidente y el hombre que le fich¨®, tampoco cree que la final copera sirva para algo m¨¢s que para restaurar la pobre imagen que la directiva se ha compuesto del entrenador en estos meses. El presidente se manifiesta insatisfecho con la labor del italiano, al que acusa de no haber sabido dirigir los partidos importantes en las competiciones m¨¢s relevantes. Ancelotti ha empatado uno y ha perdido tres de los cuatro duelos que ha librado su equipo contra el Atl¨¦tico (0-1 y 2-2) y Barcelona (2-1 y 3-4) en Liga.

La directiva espera que Ancelotti arbitre soluciones t¨¢cticas para contrarrestar al Bar?a y recuerda que el t¨¦cnico dispone de plantilla suficiente para ello. Ancelotti le ha trasladado a Florentino P¨¦rez ¡ªsiempre a trav¨¦s de terceros que se encargan de llevar y traer los mensajes¡ª que la plantilla no es tan rica como ¨¦l piensa, y que Bale, m¨¢s que una soluci¨®n, supone un condicionante. No es tan sencillo, piensa el entrenador, crear un orden arm¨®nico cuando Bale, Benzema y Cristiano deben jugar por imperativo estrat¨¦gico y no ayudan a defender. Mucho menos cuando Alonso es el ¨²nico centrocampista puro.

Este dilema se acent¨²a cuando los rivales atacan en masa, apareciendo desde la segunda y la tercera l¨ªnea. Ancelotti observa que el Bar?a se muestra cada vez m¨¢s vulnerable sin bal¨®n pero sigue siendo tremendamente peligroso cuando mueve la pelota. Siguiendo este razonamiento, el t¨¦cnico piensa que el Madrid no logr¨® imponerse en el ¨²ltimo cl¨¢sico porque los adversarios superaron en n¨²mero a sus jugadores en el medio campo. Descolgados Bale, Benzema y Cristiano, los tres volantes, Modric, Alonso y Di Mar¨ªa, no pudieron contener las oleadas de Alves, Alba, Busquets, Xavi, Cesc, Neymar, Iniesta y Messi, todos capaces de entrar y salir de la zona amplia del campo para asociarse y avanzar sumando individuos al ataque.

El gran desaf¨ªo de Ancelotti desde que comenz¨® la temporada consiste en crear ese cuarto centrocampista que compense la superioridad num¨¦rica rival. La lesi¨®n de Cristiano le hizo pensar que si pon¨ªa a Di Mar¨ªa en el extremo atacar¨ªa con un 4-3-3 y lograr¨ªa formar un 4-4-2 cada vez que el Barcelona recuperase la pelota. Para ello pens¨® en Isco metido entre Alonso y Modric. Los jugadores, sin embargo, no coinciden con el entrenador en este punto.

Los veteranos han hecho dudar a Ancelotti porque le han llamado la atenci¨®n sobre la incapacidad de Isco para funcionar como centrocampista en labores defensivas. El panorama que le han descrito, en un supuesto avance del Barcelona, es pesimista: si Di Mar¨ªa, actuando como extremo, no puede recuperar la posici¨®n, Isco no ayudar¨¢ a Modric y a Alonso. Los dos centrocampistas se quedar¨¢n solos para proteger a la l¨ªnea de defensa, y Messi y sus compa?eros podr¨ªan encontrar espacios f¨¢cilmente. Los veteranos prefieren tener a Di Mar¨ªa tapando huecos en el medio y a Isco, si acaso, en la banda.

El entrenador y los veteranos coinciden en que es mejor que Benzema permanezca arriba para dar una salida a las jugadas. M¨¢s suspicacias despierta la figura de Bale, cuya escasa colaboraci¨®n sin bal¨®n es objeto de continuas quejas en el vestuario. Los centrocampistas y los defensas acusan la poca solidaridad del gal¨¦s. Los lamentos llegan a o¨ªdos del entrenador como la lluvia repicando en el techo de la caseta.

¡°Estoy muy contento de ser protagonista en este partido¡±, dijo ayer Ancelotti, que, a pesar de tener motivos para volverse hist¨¦rico, solo se muestra tenso de forma muy sutil.