El bal¨®n ¡®ahoga¡¯ a Diego Costa
Pese al 68% de posesi¨®n y 38 centros, el Atl¨¦tico pag¨® ante el Chelsea la falta de espacios
Entre los posibles puntos d¨¦biles que los jugadores del Atl¨¦tico esperaban encontrar en el Chelsea, hab¨ªa uno que ten¨ªan muy claro desde d¨ªas antes a la disputa del partido. En el vestuario imaginaban que la banda izquierda, ocupada por Ashley Cole, ser¨ªa el flanco d¨¦bil del dispositivo defensivo que montar¨ªa Jos¨¦ Mourinho. Con solo 58 minutos disputados en los ¨²ltimos tres meses, pensaban que ser¨ªa un obst¨¢culo f¨¢cil de rebasar, sobre todo si ten¨ªa que medirse con Diego Costa en acciones de uno contra uno y a la carrera. Sin embargo, el planteamiento de Mourinho cerr¨® ese camino. Dio la orden el t¨¦cnico portugu¨¦s de no atacar con m¨¢s de cuatro jugadores. Tambi¨¦n hizo uso el entrenador del Chelsea de uno de los recursos con los que ya dificult¨® tanto al Barcelona, con Eto¡¯o y Pandev, en aquella semifinal con el Inter de la que sali¨® ganador en 2010. Willian fue m¨¢s un segundo lateral por delante de Cole. Lo mismo sucedi¨® en el otro costado, donde Ramires tambi¨¦n se emple¨® del mismo modo para ayudar a Azpilicueta.
Esa disposici¨®n, m¨¢s las ayudas de los tres centrocampistas (Lampard, Obi Mikel y David Luiz) impidieron al Atl¨¦tico generar superioridades en los costados. Tampoco encontr¨® la posibilidad de armar un contragolpe por ese estatismo casi general que orden¨® Mourinho en ataque. Un lance resumi¨® esa orden inmovilista. Tras una recuperaci¨®n, y con la posibilidad de irse al ataque, Cole dio un paso atr¨¢s en vez de correr hacia el bal¨®n. En ese contexto tan asfixiante, a Diego Costa solo se le vio una vez en todo el partido con la posibilidad de correr al contragolpe. ¡°Vinieron a jugar su partido y nos dificultaron nuestro juego¡±, analiz¨® el hispanobrasile?o, que solo tuvo un par de remates claros. Uno, tras un rechazo que le tapon¨® Azpilicueta, y otro en un cabezazo blando que ataj¨® sin problemas Schwarzer cuando el partido agonizaba con el 0-0. Sin espacios para correr no se encontr¨® nunca c¨®modo. Cuerpe¨® de espaldas con Terry y Cahill, pero pocas veces sali¨® ganador para encarar la porter¨ªa de Schwarzer.
Parte del plan del equipo era explotar la banda defendida por? Cole
La tela de ara?a dispuesta por el t¨¦cnico luso le gener¨® al Atl¨¦tico el partido en el que m¨¢s posesi¨®n ha tenido en toda la Liga de Campeones, un 68%, pero apenas le dio para producir ocasiones claras. ¡°Es normal que tuvi¨¦ramos m¨¢s posesi¨®n porque ellos no quisieron jugar¡±, argument¨® Costa.
Aunque el Atl¨¦tico ha trabajado para mejorar en ataque est¨¢tico y Simeone aline¨® a Diego Ribas, el equipo est¨¢ m¨¢s dise?ado para atacar los espacios tras recuperar la pelota que para generarlos desde la posesi¨®n. Para eliminar al Barcelona, no necesit¨® m¨¢s de un 30% de tenencia del bal¨®n, y para descabalgar al Milan le bast¨® con un porcentaje que no super¨® el 46% en los dos partidos.
Con m¨¢s posesi¨®n de la que est¨¢n acostumbrados, se toparon los futbolistas de Simeone con un grupo de jugadores que, como ellos mismos, tienen muy metido en la cabeza el dominio de los espacios en el repliegue. Tienen las distancias muy cogidas para bascular y realizar las ayudas y provocaron que tanta posesi¨®n derivara en el partido de la temporada en el que m¨¢s centros al ¨¢rea (38) ejecut¨®. Ni Diego Costa ni Ra¨²l Garc¨ªa pudieron imponerse en ese juego de centro-remate al que les oblig¨® el planteamiento de Mourinho. De alguna manera, se vieron frente a un contrario que les plante¨® la resoluci¨®n, desde el aspecto defensivo, de los mismos problemas que ellos le suelen generar a sus rivales. Con la entrada de Sosa y Arda, el Atl¨¦tico intent¨® jugar un poco m¨¢s con pases interiores, pero tampoco le dio para mucho.
¡°El problema es m¨¢s de ellos que de nosotros¡±, opinan en el vestuario rojiblanco
Terminado el partido, la sensaci¨®n en el vestuario era la de optimismo basado en el respeto que el Chelsea mostr¨®. La sensaci¨®n general era que si no se hab¨ªa podido resolver la eliminatoria en el Calder¨®n por ese planteamiento de Mourinho tan esperado como complicado de superar, en Stamford Bridge ¡°ya saldr¨¢n de su campo¡±. ¡°El problema es m¨¢s de ellos que de nosotros¡±, opinan en el vestuario rojiblanco.
Las bajas de Cech y Terry, lesionados, y las de Lampard y Obi Mikel por sanci¨®n afectan al espinazo del Chelsea. Otra raz¨®n m¨¢s para invitar a pensar al plantel rojiblanco que la final de Lisboa a¨²n sigue siendo un objetivo alcanzable. ¡°S¨¦ que vamos a jugar a ganar en el campo del Chelsea¡±, advert¨ªa el capit¨¢n Gabi, que se perder¨¢ la vuelta tambi¨¦n por tarjetas.
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