De Brasil a M¨¦xico en ¡®escarabajo¡¯ para no ver el Mundial
Dos amigos brasile?os repiten el 'road trip' que en 1970 los llev¨® a a ver la Copa a Norteam¨¦rica Esta vez, su aventura se convertir¨¢ en pel¨ªcula
La hoja de ruta de este viaje tiene un poco de On The Road, biblia de la generaci¨®n beat de Jack Kerouac en la d¨¦cada de 1950, y de Into the Wild, del periodista Jon Krakauer, publicado en la d¨¦cada siguiente. El elenco lo forman solo tres personajes: los brasile?os Ivan Charoux y Fael Sawaya, que se conocen desde los seis a?os, cuando eran vecinos en una calle tranquila del barrio de Lapa en S?o Paulo. El tercer protagonista es un escarabajo (fusca, como se le conoce en Brasil) del a?o 1962, color blanco ¡°impecable¡±, como lo describe uno de ellos.
Todo sucedi¨® en 1970, a?o del Mundial en M¨¦xico, la novena edici¨®n del campeonato que se celebr¨® entre el 31 de mayo y el 21 de junio en las ciudades de Le¨®n, Ciudad de M¨¦xico, Puebla, Guadalajara y Toluca. Los dos amigos, entonces solteros, sin hijos y con las pocas responsabilidades de unos veintea?eros, decidieron que asistir¨ªan a todos los partidos de Brasil aquel a?o. En vivo y en directo.
Y as¨ª fue. Partieron con su escarabajo de S?o Paulo hacia Guadalajara, con mil d¨®lares en el bolsillo cada uno. ¡°Y algunos cruzeiros (una antigua moneda brasile?a) que despu¨¦s cambiamos en una tiendita de antig¨¹edades¡±, cuenta Sawaya.
La experiencia se les qued¨® grabada. Tanto que ha motivado a la pareja a revivir la aventura. Ahora, 44 a?os despu¨¦s, los amigos partir¨¢n nuevamente hacia M¨¦xico del mismo modo que lo hicieron aquel a?o de Mundial. Con dos grandes diferencias: una, que la Copa estar¨¢ celebr¨¢ndose en Brasil cuando viajen. Otra, que la gran aventura de su vida va a convertirse en pel¨ªcula. En colaboraci¨®n con una productora brasile?a y una mexicana, y con una infraestructura de cine, Fael y Ivan ya tienen las maletas listas para el nuevo viaje, que debe comenzar en los pr¨®ximos d¨ªas.
Seg¨²n el cineasta responsable por la parte de Brasil, Cao Quincas, el recorrido debe durar poco m¨¢s de un mes. ¡°Calculamos 64 d¨ªas de viaje a bordo de un escarabajo id¨¦ntico al que usaron en 1970¡±, cuenta. Parte de la pel¨ªcula, bautizada como Filhos da Pista (Hijos de la carretera), incluir¨¢ las grabaciones de los amigos durante aquel primer viaje de hace m¨¢s de 40 a?os. Est¨¢ previsto que todo el material est¨¦ listo para ser transmitido por televisi¨®n inmediatamente despu¨¦s de la final del Mundial.
Para ello, Sawaya dejar¨¢ por algunos d¨ªas su trabajo en una editorial en S?o Paulo, y Charoux tendr¨¢ que interrumpir sus actividades como constructor en Ilhabela, litoral norte de S?o Paulo. Adem¨¢s, probablemente los dos se perder¨¢n el Mundial, ya que estar¨¢n on the road durante los partidos. "Aunque estuviera aqu¨ª, yo no asistir¨ªa a ninguno", dice Charoux. "Hoy existe mucha violencia, los tiempos son otros".
Si Charoux asegura que no tiene planes de asistir a los partidos de la selecci¨®n, en su anterior viaje sigui¨® de cerca todo el campeonato. "Vimos todos los partidos de Brasil. No nos perdimos ninguno", dice Sawaya.
Aunque aficionados convencidos en aquella ¨¦poca, en realidad la Copa fue solo un fin para justificar el medio. El viaje, ese s¨ª, era el gran acontecimiento. Socios en una tienda de coches, hab¨ªan acabado de comprar el escarabajo del 62, que terminar¨ªa siendo el medio de transporte para el viaje que dur¨® 22 d¨ªas hasta M¨¦xico. ¡°Fueron 15 d¨ªas conduciendo. Los otros siete fueron paradas a lo largo del camino¡±, explica Fael Sawaya.
Al llegar a M¨¦xico, con poco dinero y mucho esp¨ªritu aventurero, la salida era hacer amigos. No fue muy dif¨ªcil. ¡°Bastaba con ser brasile?o en Guadalajara en 1970. Uno no necesitaba nada m¨¢s¡±, cuenta Sawaya. Y el f¨²tbol fue el gran v¨ªnculo entre los hu¨¦spedes brasile?os y los anfitriones mexicanos. ¡°Como en aquella ¨¦poca M¨¦xico no ten¨ªa equipo, acabaron animando a Brasil¡±, recuerda Charoux. ¡°Y vibraban, lloraban, era una gran fiesta¡±, se?ala Sawaya. ¡°Los mexicanos quer¨ªan mostrarle al mundo que a¨²n exist¨ªa la amistad¡±, dice Sawaya.
El Mundial acab¨® con la selecci¨®n brasile?a levantando la copa tras una final de 4-1 frente a Italia. Ya hab¨ªa sonado el pitido final, pero los amigos decidieron seguir en M¨¦xico otro mes antes de partir. Aunque no hacia casa, sino a Estados Unidos, segundo destino del viaje. ¡°Despu¨¦s del fin del Mundial acab¨®, nos quedamos otro mes en M¨¦xico, gratis, viviendo en la casa de unos amigos que hicimos por all¨¢¡±, explica Charoux. ¡°Y lo ¨²nico que quer¨ªan era que bail¨¢ramos samba y jug¨¢ramos al f¨²tbol, porque ellos eran muy malos en el f¨²tbol¡±, a?ade Sawaya.
Desde M¨¦xico, los brasile?os partieron rumbo a Nueva York y despu¨¦s a Chicago. ¡°Entramos en EE UU y se acab¨® la hospitalidad¡±, dice Sawaya. De ah¨ª partieron rumbo a Canad¨¢ y despu¨¦s hacia Alaska. ¡°No fuimos a Rusia porque no hab¨ªa una carretera que nos llevara¡±, dice Charoux.
El escarabajo aguant¨® el viaje, aunque con algunos imprevistos. ¡°Se congel¨® en Alaska. No sab¨ªamos que eso era posible, pero s¨ª. Se congela por dentro y uno tiene que calentar el coche¡±, recuerda Sawaya. El retorno lo hicieron por la costa oeste de Estados Unidos, trabajando algunos d¨ªas en las ciudades en las que paraban para poder comprar regalos para la familia. ¡°No pod¨ªamos volver de manos vac¨ªas¡±, recuerda Sawaya.
Cuando se les pregunta si har¨ªan todo ese recorrido de nuevo, Sawaya no lo piensa dos veces: ¡°Yo ir¨ªa. Tengo un Calhambeque de 1929 y me gustar¨ªa volver a Alaska con ¨¦l¡±, cuenta. Su amigo no est¨¢ tan seguro. ¡°No s¨¦¡±, dice Charoux, ¡°el coche quiz¨¢ aguantar¨ªa, ?el que no aguantar¨ªa ser¨ªa yo!¡±.
Por eso, el viaje que repetir¨¢n este a?o tendr¨¢ M¨¦xico como destino final. Y si la hoja de ruta es fiel a la de 1970, la Copa del Mundo ser¨¢, otra vez, para la selecci¨®n brasile?a.
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