Perdidos desde Schumacher
La situaci¨®n que pudo vislumbrarse en la clasificaci¨®n de Barcelona desvel¨® que el problema de Ferrari este a?o es de dimensiones insospechadas hasta ahora. Se sab¨ªa que el coche era m¨¢s lento que Mercedes, pero se pensaba, tras las primeras carreras, que pod¨ªa luchar con Red Bull por la segunda plaza. En Montmel¨® la perspectiva fue diametralmente opuesta. En una carrera donde las escuder¨ªas presentan sus primeras grandes evoluciones, Ferrari fracas¨®. En la clasificaci¨®n sus dos monoplazas estaban a casi dos segundos del Mercedes de Lewis Hamilton¡ y a ocho d¨¦cimas del Red Bull de Daniel Ricciardo, el ¨²nico que pudo demostrar su valor real porque el de Vettel se qued¨® sin cambio al iniciar la tercera tanda.
La carrera sirve a veces para lavar la cara del equipo, porque Fernando Alonso suele realizar muy buenas salidas y porque en dos horas van surgiendo problemas o aciertos estrat¨¦gicos que penalizan a unos y benefician a otros. Fue interesante la batalla entre Alonso y Raikkonen por la sexta plaza, que acab¨® ocupando el asturiano. Pero esta vez se evidenci¨® de nuevo el problema de Ferrari. Mercedes le pas¨® por encima. Red Bull le super¨® y le demostr¨® que es casi un segundo m¨¢s r¨¢pido. Y Bottas abri¨® una brecha a la incertidumbre, porque dej¨® claro que hay otras escuder¨ªas que est¨¢n a la altura o incluso por encima de los de Maranello.
Ferrari deber¨ªa dar un salto gigantesco para recuperar el terreno perdido y situarse de nuevo a la altura de Red Bull
El podio del asturiano en China aparece ahora como un espejismo en medio del desierto. Ferrari deber¨ªa dar un salto gigantesco para recuperar el terreno perdido y situarse de nuevo a la altura de Red Bull. Alcanzar a Mercedes esta temporada se plantea como una misi¨®n inasumible. Todos los equipos confiaban ver m¨¢s igualdad a partir de las mejoras introducidas en Barcelona. Pero el resultado de las evoluciones ha demostrado que los alemanes no se han dormido y que no solo han diluido las mejoras de sus rivales sino que han logrado m¨¢s distancia.
En cambio, Red Bull parece haberse consolidado en segunda posici¨®n, mientras que equipos como Williams, Lotus y McLaren han dado un paso adelante para colocarse a la altura de Ferrari. Marco Mattiacci, el nuevo director de la escuder¨ªa italiana, deber¨¢ tener la cabeza muy clara y rodearse de aquellas personas capaces de decirle lo que no quisiera escuchar, m¨¢s que de aduladores que engalanen sus o¨ªdos. Es listo y es un buen gestor. Pero ser¨ªa ya un ¨¦xito si llega al final de la temporada entendiendo el mundo de la F-1 y sabiendo qui¨¦n puede aportarle cosas y qui¨¦n no.
Sus posibilidades de invertir la situaci¨®n del equipo son pocas ahora mismo. Y, probablemente, lo m¨¢s sensato ser¨ªa mantener la estructura actual, compuesta por ingenieros de much¨ªsimo nivel como James Allison y Pat Fry entre otros, y ofrecerles tranquilidad para que puedan pensar con calma. Cuando Michael Schumacher lleg¨® a Ferrari en 1996, lo hizo arrastrando a 20 personas del equipo Bennetton. Y tard¨® cinco a?os en ser campe¨®n. Alonso est¨¢ ya en el quinto, pero la estructura t¨¦cnica ha ido cambiando constantemente. Hace falta continuidad y, en todo caso, dar entrada a un ingeniero de equipo que sepa aglutinar y comprenda la trascendencia que todo adquiere en Ferrari. Ross Brawn podr¨ªa ser un buen ejemplo. Pero, en cualquier caso, la temporada actual ya est¨¢ muy cuesta arriba y Ferrari se enfrenta a un gran dilema: ?c¨®mo resolver el problema que se arrastra desde la marcha de Schumacher?.
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