Garbi?e, ¡°una bomba de relojer¨ªa¡±
La hispanovenezolana, a los 20 a?os tan ¡°irregular¡± como brillante, arrolla a Serena, la mejor
As¨ª deb¨ªa azuzar Atila a su caballo, as¨ª debe romper una baqueta tras otra el bater¨ªa de los Metallica, as¨ª debe sentirse un barco en medio de una tormenta: con una violencia y una intensidad febriles, Garbi?e Muguruza revent¨® ayer cada pelota para eliminar por 6-2 y 6-2 en segunda ronda de Roland Garros a Serena Williams, la n¨²mero uno, la ganadora de 17 grandes, la tit¨¢nica campeona.
Los datos hablan de una victoria que resume por s¨ª sola el futuro de la hispanovenezolana, de 20 a?os. Nunca se inclin¨® la estadounidense sumando tan pocos juegos (cuatro). Solo otras cuatro tenistas lograron que doblara la rodilla con la edad de la n¨²mero 35 o siendo menores (tres de ellas llegaron al n¨²mero uno y la otra, Sloane Stephens, tiene 21 a?os). Jam¨¢s se vio a Serena tan rota en gritos (¡°?No puedo sacar!¡±) y errores (19), sin argumentos, superada por fuerza en solo 1h04m. Las promesas de gloria que anuncian las estad¨ªsticas, sin embargo, no tienen por qu¨¦ trasladarse al presente. Muguruza, que a¨²n no ha decidido si ser¨¢ internacional con Venezuela o Espa?a (tiene la doble nacionalidad), se enfrentar¨¢ ahora a Anna Schmiedlova, la n¨²mero 56. Su entorno afronta con temor esa cita. Saben que est¨¢n ante ¡°una bomba de relojer¨ªa¡±.
¡°La emotividad me puede¡±, dice la tenista, que debe elegir entre Espa?a o Venezuela
¡°El siguiente partido es el m¨¢s complicado del a?o¡±, resumi¨® Alejo Mancisidor, el t¨¦cnico de la ganadora. ¡°Garbi?e ya ha demostrado que es hiperirregular, una bomba de relojer¨ªa. La situaci¨®n que lleva de altibajos es l¨®gica, les pasa a todas las tenistas de su edad, porque con 20 a?os compites con gente de 30¡±, subraya sobre su pupila, que este a?o ha levantado la Copa en Hobart y ya hab¨ªa sumado tres victorias contra tenistas del top-10. ¡°Es madura, profesional, necesita la continuidad en el d¨ªa a d¨ªa¡±.
¡°A¨²n tengo poca experiencia¡±, le continu¨® Muguruza, una mujer que explota una percha ideal (1,82m) para ser siempre protagonista: gana y pierde desde su raqueta, usando su envergadura, ¡°las palancas¡±, que dicen los biomec¨¢nicos, para imponer la ley de sus ganadores y de sus errores. ¡°Me puede mucho la emotividad de los momentos. Puedo hacer partidos muy buenos y partidos horribles. La irregularidad es lo que m¨¢s tengo que mejorar¡±.
As¨ª escribe Muguruza la p¨¢gina m¨¢s bonita de su carrera. Por la ma?ana, su equipo tiene que parar el entrenamiento y repensar la charla. Detectan que ¡°falta un poquito¡± de actitud. La jugadora se corrige. Arrancan de nuevo. Dise?an un plan de juego con la sencillez de los valientes. Mirarse cara a cara con Serena. Ir al cuerpo a cuerpo. Pegar primero. Llevar el incendio al fuego antes de que el fuego todo lo queme. Es competir rompiendo todos los par¨¢metros de la escuela espa?ola, que cuida la pelota, estructura la jugada, confunde y marea a las contrarias cambiando alturas, profundidades y efectos. Es, dir¨¢ luego Muguruza, competir ¡°como una rusa¡±. ¡°Y es que ellas¡±, se r¨ªe; ¡°son m¨¢s altas, juegan m¨¢s plano, m¨¢s fuerte¡ y me identifico¡±.
¡°Estoy muy frustrada¡±, dijo tras un partido tan oscuro como el cielo parisino
¡°Lleva tiempo trabajando en funci¨®n del cuerpo que tiene, a dos y tres tiros. Es la l¨ªnea para poder jugar de t¨² a t¨² con las buenas¡±, explica su entrenador. ¡°El plan b tiene que ser la humildad, la que tuvo Serena: ella, que iba perdiendo 6-2 y 3-0 en 40 minutos con una ni?a a la que no conoce nadie, se arrastr¨® a meter bolas, y eso es de aplaudir. Ese fue el plan b de Serena y debe ser el de Garbi?e, que ojal¨¢ encuentre tambi¨¦n un plan c, que le permita jugar un poquito por arriba¡±.
A los 32 a?os, Serena ven¨ªa de ganar el t¨ªtulo de Roma la semana pasada y se movi¨® con pesadez, sin encontrar soluciones, como si le alteraran el fr¨ªo y el viento de la jornada. ¡°Estoy muy frustrada¡±, dijo tras un partido tan oscuro como el cielo parisino. As¨ª, en el mismo d¨ªa que se despidi¨® su hermana Venus (2-6, 6-3 y 4-6 ante Schmiedlova), Serena se inclin¨® ante Muguruza, que ahora, superada la muralla m¨¢s alta, se enfrenta a un reto igualmente dif¨ªcil: ser Garbi?e todos los d¨ªas.
"Ten¨ªa muy claro qu¨¦ hacer"
Serena se despidi¨® con la elegancia que distingue a los campeones: "Si sigues jugando as¨ª, puedes ganar el torneo", le dijo a Garbi?e Muguruza cuando el partido era todav¨ªa pr¨¢cticamente presente, porque se estaban despidiendo en la red, como mandan los c¨¢nones. Luego, la ganadora analiz¨® su victoria. "Ha cambiado much¨ªsimo", dijo al comparar el duelo de hoy con el primero que les midi¨®, all¨¢ por 2013, en el Abierto de Australia, y que se llev¨® f¨¢cilmente la estadounidense. "Nunca me hab¨ªa enfrentado a ella ni hab¨ªa jugado en una pista tan grande ni hab¨ªa ganado un partido en Grand Slam. Me hice muy peque?a. Hoy me dije que no me volver¨ªa a pasar lo mismo y no me ha pasado", subray¨®. "Ten¨ªa muy claro lo que ten¨ªa que hacer"
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.