¡°Mi meta es ser el n¨²mero uno¡±

¡°?Puede ganar a Rafael Nadal?¡±, le preguntan a Nick Kyrgios, gigant¨®n (1,93m) de 19 a?os, el m¨¢s joven del cuadro de Wimbledon. ¡°S¨ª¡±, contesta rotundo el rival del espa?ol, con el que se enfrentar¨¢ el martes en octavos. Si algo define a este hijo de padre griego y madre malasia es el convencimiento de estar predestinado al n¨²mero uno, la fe en que su saque, que golpea con la contundencia del martillo contra el yunque, y su drive, todo un mazo, le abrir¨¢n m¨¢s pronto que tarde las puertas del Olimpo.

Nunca pens¨¦ que con 19 a?os me enfrentar¨ªa a Rafa en octavos de Wimbledon. Que vaya a ocurrir es abrumador y emocionante Kyrgios, rival de Nadal

¡°Mi meta es ser el n¨²mero uno del mundo. Puedo hacer algo especial en este deporte. S¨¦ que el viaje es largo, que habr¨¢ subidas y bajadas, pero tambi¨¦n s¨¦ que si enlazo el trabajo duro con mi habilidad en la pista, todo es posible¡±, explica el n¨²mero 144 mundial, que con su resultado en Londres ingresar¨¢ entre los 100 mejores y se convertir¨¢ en el tenista m¨¢s joven de la elite. ¡°Abrazo la oportunidad de enfrentarme a Rafa¡±, contin¨²a el australiano, que en segunda ronda super¨® nueve puntos de partido ante Richard Gasquet, se?al de su convencimiento y r¨¦cord para un partido masculino en los grandes. ¡°Mi saque tendr¨¢ un papel clave en el partido. Nunca pens¨¦ que con 19 a?os me enfrentar¨ªa a Rafa en octavos de Wimbledon. Que vaya a ocurrir es abrumador y emocionante¡±.

Con 17 a?os, Kyrgios ya hab¨ªa ganado dos t¨ªtulos challengers, el escal¨®n m¨¢s bajo de los profesionales. Solo otros 15 tenistas han logrado eso en la historia del juego. De ellos, cinco ganaron torneos grandes, alcanzando el n¨²mero uno, y once fueron top-10 (tres de los cuatro que no lo lograron siguen en activo y a¨²n podr¨ªan conseguirlo). Por encima de su expresividad en la pista y sus aires de rapero (sale siempre a la cancha con sus cascos, escuchando m¨²sica a todo volumen), el australiano es un tenista que se ha ganado fama de buen competidor, trabajador duro y observador atento: en las concentraciones del equipo australiano, y al contrario que Bernard Tomic, la estrella descarriada del tenis australiano, Kyrgios ha sabido hacer migas con Lleyton Hewitt, que le explica los intangibles del juego.

El chico de Canberra, que iba para estrella del baloncesto (ah¨ª est¨¢ el v¨ªdeo en el que se enfrenta al franc¨¦s Monfils durante un Francia-Australia de Copa Davis), tiene un estilo muy parecido al de Jo-Wilfried Tsonga, un cuerpo que ya le ha dado problemas (lesi¨®n de hombro a principios de curso) y un espejo en el que mirarse: Boris Boom-Boom Becker, que de saque en saque, sin pensar, alz¨® el t¨ªtulo de Wimbledon 1985 con 17 a?os y sin ser cabeza de serie.