Serena Williams sigue hambrienta

¡°?Veintid¨®s torneos del Grand Slam? Bueno, la verdad es que estoy pensando en el 19. ?He dicho 19? Dios m¨ªo, otra vez¡­ No tengo remedio¡­ Bueno, 19 s¨ª, pero 22¡­. Poco a poco, de uno en uno¡±. Serena Williams, a punto de cumplir 33 a?os, 28 de ellos con una raqueta en la mano, no calma su hambre. Su 18? t¨ªtulo del Grand Slam, que consigui¨® el domingo en el Abierto de EE?UU, no ha hecho sino excitar el apetito de una tenista ¨²nica, ante la que los r¨¦cords se desmoronan y los adjetivos se agotan. ¡°18 grandes t¨ªtulos significan que ya tengo edad para hacer algunas cosas¡±, brome¨® hace unos d¨ªas la estadounidense. ¡°Bueno, tambi¨¦n que ser¨ªa algo legendario¡±, a?adi¨® m¨¢s seria.

Tras la final contra la danesa Caroline Wozniacki, Williams recibi¨® un cheque de cuatro millones de d¨®lares y una joya con un valor muy superior, infinitamente superior: un brazalete de oro con el n¨²mero 18 grabado. Se lo entregaron sus compatriotas Christ Evert y Martina Navratilova, dos mitos vivos, poseedoras de una marca similar. ¡°Nunca pude imaginar que alg¨²n d¨ªa igualar¨ªa a Chris o Martina y que estar¨ªa junto a ellas. Cuando ellas jugaban, yo era una ni?a con un sue?o y una raqueta. Viv¨ªa en Compton (California), y all¨ª nunca ha pasado algo como esto. Jam¨¢s habr¨ªa imaginado que iba a llegar hasta aqu¨ª. Mi sue?o, mi gran sue?o entonces, era ganar el Abierto de Estados Unidos. Y ahora estoy empezando¡­. Bueno, no estoy empezando, pero pensaba que este a?o se me iba a escapar el t¨ªtulo 18. Y lo he conseguido, por eso estaba tan emocionada tras la final¡±, declar¨® Williams.

S¨®lo otra jugadora tiene m¨¢s t¨ªtulos mayores de la era Open (desde 1968) que Williams. Steffi Graf logr¨® 22 a lo largo de su prodigiosa carrera. Pero su marca corre peligro. No hay en el horizonte ninguna tenista capaz de hacer sombra a Williams, excepto ella misma. ¡°La verdad es que, cuando juego a mi nivel, cuesta ganarme¡±. Dif¨ªcil o imposible. Es cierto que en esta edici¨®n Williams encontr¨® un cuadro muy despejado por las sucesivas derrotas de las cabezas de serie (en cuartos de final no quedaba ninguna top 10, excepto ella, y la final fue contra la n¨²mero 11), pero otros datos avalan su haza?a. Desde 2008, ninguna otra tenista hab¨ªa ganado el trofeo sin ceder un solo set. Tres de sus seis t¨ªtulos los ha ganado sin perder una sola manga. Y en ning¨²n caso se ha dejado m¨¢s de tres juegos por manga.

Nunca pude imaginar que igualar¨ªa los trofeos de Evert o Navratilova¡±, admite Serena

Lo mejor, pese a todo, fue c¨®mo manej¨® la presi¨®n de llegar a Flushing Meadows tras haber fracasado en las tres citas anteriores del Grand Slam, con espantadas sonadas como la de Wimbledon, donde no s¨®lo fue eliminada en tercera ronda, sino que fue obligada a abandonar en el doble por una crisis de ansiedad que le llev¨® a cometer cuatro dobles faltas seguidas. ¡°Me sent¨ª muy decepcionada. Hab¨ªa trabajado muy duro, seis horas diarias de entrenamiento, sin parar. Tras lo que pas¨® all¨ª pens¨¦ que tal vez deb¨ªa entrenarme menos. Me fui una semana y media de vacaciones y no me entren¨¦ mucho. Necesitaba descansar. Me pongo demasiada presi¨®n. No tengo que hacerlo, porque no tengo necesidad de ganar m¨¢s. Adem¨¢s, ya tengo mi brazalete. Estoy lista para irme¡±, declar¨®.

Serena gan¨® su primer Abierto con 17 a?os, en 1999. Ahora tiene 32 a?os, 18 grandes en su vitrina y decenas de millones en el banco. ¡°S¨®lo puedo decir que tengo un t¨ªo al que tengo que darle una buena parte, el T¨ªo Sam¡±, brome¨® sobre los impuestos. El lunes ten¨ªa previsto presentar su colecci¨®n de ropa en la Semana de la Moda de Nueva York. ¡°?Un perfume con el n¨²mero 18? No es mala idea. Legal 18. Gracias por la idea¡±, respondi¨® a un periodista. Pese a que pueda parecer fr¨ªvola en ocasiones, es una m¨¢quina dise?ada para sumar t¨ªtulos. Pocas cosas la apartar¨¢n de su camino. ¡°?Algo mejor que esto? No he tenido ni?os, tal vez estar¨ªa bien. Pero que quede claro que este t¨ªtulo estaba muy alto en mi lista de deseos¡±.