Viaje a la eternidad

Espa?a complet¨® ante Turqu¨ªa su viaje a la eternidad. En territorio hostil, a contracorriente y a contra natura, las campeonas de Europa derrotaron a las anfitrionas con otra exhibici¨®n de talento y car¨¢cter, y jugar¨¢n este domingo la final del Mundial por primera vez en su historia (20.15, La1). El a?o pasado en Orchies silenciaron La Marsellesa para lograr el oro continental y anoche apagaron la caldera del Fenerbah?e Arena para ganarse el sue?o de alcanzar una cima planetaria. Alba Torrens, con 28 puntos, seis rebotes y tres asistencias; y Sancho Lyttle, con 18 puntos y 12 rebotes, lideraron en esta ocasi¨®n una rebeli¨®n colectiva que, desde la prudencia y la abnegaci¨®n, ha encumbrado a un equipo conmovedor.

A estas alturas, Espa?a no se arruga en territorio comanche. Con ocho emigrantes en sus filas, adem¨¢s del seleccionador, las jugadoras presumen de personalidad y recursos para no ceder un palmo de terreno en la pelea. Lo demostraron precisamente dos jugadoras del Galatasaray turco el curso pasado: Alba Torrens y Sancho Lyttle, art¨ªfices de un triunfo legendario. El partido comenz¨® con un 0-5 a favor de Turqu¨ªa, pero acto seguido las de Mondelo respondieron con un 9-0 que las otorg¨® la iniciativa y sell¨® su pasaporte de madurez. El primer cuarto concluy¨® con un 19-20 que anunci¨® el equilibrio de fuerzas y abri¨® las puertas del laberinto.

Era un duelo claustrof¨®bico, t¨¢ctico y ¨¢spero. Estaba en juego la final del Mundial y la responsabilidad espes¨® los ataques y endureci¨® las defensas. Turqu¨ªa cerraba con fiereza el rebote y atajaba sin remilgos el contraataque rival. Espa?a atosigaba en la presi¨®n y afinaba desde el per¨ªmetro con una met¨®dica selecci¨®n de tiro. Comenz¨® entonces el baile en la pintura, que carg¨® de faltas a las escuderas ¨Cdos para Yilmaz y otras tantas para Nicholls- y encumbr¨® a los dos pilares de cada equipo. Lara Sanders y Sancho Lyttle comenzaron a abrillantar su hoja de servicios acaparando los argumentos ofensivos y las flechas de ambas pizarras. Pero costaba un mundo abrirse paso en la espesura e iluminar el aro.

Espa?a tard¨® cuatro minutos y medio anotar en el segundo acto, pero se agarr¨® al partido con la defensa de Xargay ejerciendo de cuatro y los puntos, con cuentagotas, de Lyttle. ¡°?Os falta chispa!¡±, clamaba Mondelo para pedir valent¨ªa a sus jugadoras. Pero a duras penas flu¨ªan los ataques. El parcial concluy¨® con un p¨ªrrico 9-7 para Espa?a. Con las dos nacionalizadas de cada equipo gestionando la tensi¨®n del choque (28-27, m 20). Al descanso, Sanders, la alemana del conjunto turco sumaba 12 puntos y 5 rebotes; y Lyttle, la caribe?a del cuadro espa?ol 10 puntos y 4 rebotes.

Turqu¨ªa ense?¨® los colmillos tras la reanudaci¨®n y, con Yilmaz como estilete, encendi¨® Fenerbah?e Arena hasta la frontera de la ebullici¨®n. La torre turca anot¨® siete puntos consecutivos, forz¨® una antideportiva a Laia Palau y sell¨® un parcial de 0-9 que puso a Espa?a contra las cuerdas (32-39, m. 25). Pero en una demoledora demostraci¨®n de furia competitiva, las de Mondelo se rearmaron con tanta bravura que la reacci¨®n les llev¨® a la gloria.

Los puntos de Alba Torrens y la hiperactividad de Nuria Mart¨ªnez comenzaron a desquiciar al equipo turco primero y a su banquillo despu¨¦s. La airada protesta del t¨¦cnico Yildizoglu reclamando una falta le cost¨® una t¨¦cnica que rompi¨® definitivamente el partido para Espa?a (54-44, m. 34). Con el viento a favor se desataron las de Mondelo y despeg¨® Alba Torrens rumbo a la historia. El baloncesto espa?ol se pas¨® meses so?ando con una final mundialista frente a Estados Unidos y, tras despertar de la pesadilla que protagoniz¨® la selecci¨®n masculina, las campeonas de Europa la han logrado. Como poco ya tienen una plata de ley, pero su orgullo es de oro.