Los jugadores recuperan el cl¨¢sico
Superado el conflicto ideol¨®gico entre posesi¨®n y contragolpe, queda el partido que mide a las mejores plantillas del mundo Por primera vez en a?os el Madrid disputar¨¢ la posesi¨®n al Bar?a
Hay partidos de entrenadores y partidos de jugadores. El cl¨¢sico que se disputa este s¨¢bado en el Bernab¨¦u (18.00 horas, Canal+ Liga y Gol T) vuelve a los futbolistas. Primero porque en el Madrid gobierna un presidente que ha decidido que sea as¨ª saturando la plantilla de medias puntas y haciendo casi inviable la gesti¨®n estrat¨¦gica de un entrenador cuyo gran m¨¦rito consiste en hacer que la tropa se sienta c¨®moda desempe?ando labores que le resultan extra?as. Luego porque el Barcelona ha regresado a las dudas existenciales. Cuestionado Xavi, el modelo se difumina. La ¨²nica certeza es Messi y su socio Neymar.
El partido m¨¢s popular del mundo fue durante una d¨¦cada objeto de un riguroso control t¨¢ctico por parte de entrenadores obsesivos que, en uno u otro bando, influyeron de forma determinante en el curso de los acontecimientos. Esta tendencia abarc¨® t¨¦cnicos de paso ef¨ªmero, como Capello, pero sobre todo a Guardiola y Mourinho, dos urdidores meticulosos que, con distinta finalidad, acabaron por condicionar las conductas colectivas de hombres entregados a ejecutar. El aire estaba tan impregnado del esp¨ªritu de los dise?adores que se hablaba de equipos ¡°en construcci¨®n¡±.
Hasta ahora el Madrid y el Barcelona exhibieron automatismos heredados de una ¨¦poca de ideas extremas. Eso se acab¨® este verano con el traspaso de Alonso en el Madrid y la llegada de Luis Enrique al Camp Nou. El panorama que se abre es desconcertante. Ninguno de los dos equipos preserva el estilo que lo caracteriz¨®. Ninguno ha definido su nueva identidad. Superada la noci¨®n del cl¨¢sico como conflicto ideol¨®gico de trascendencia ¡ªposesi¨®n frente a contraataque¡ª, queda el partido. El partido que mide a las mejores plantillas que existen.
Nada resume mejor este periodo que la aparente superficialidad del plan del Barcelona. Si por algo si distingui¨® el club catal¨¢n en los ¨²ltimos a?os es por su car¨¢cter resuelto y vanguardista. Desde 2004 el Bar?a tom¨® la iniciativa, invitando al Madrid a interpretar el papel de la reacci¨®n. Xavi Hern¨¢ndez fue el brujo de la tribu. El l¨ªder que uni¨® generaciones y proyectos. El mejor centrocampista espa?ol de siempre. Alguien llamado a retirarse en su casa. Pero el Bar?a deriva hacia la disgregaci¨®n. Las dudas de Luis Enrique no pueden justificarse en la edad de Xavi (34 a?os). Que el jugador estuviera a punto de emigrar a Qatar para ser relevado por Rakitic habla de la perplejidad del hombre que ocupa el banquillo. Puesto a determinar qu¨¦ quiere que sea su equipo, el t¨¦cnico se muestra vacilante.
Estoy preparando sorpresas. Sin presi¨®n. Con felicidad¡±, dice Ancelotti
La alineaci¨®n del Bar?a ya no se puede recitar de memoria. Las inc¨®gnitas son estructurales y afectan a todas las l¨ªneas. En defensa no se sabe si jugar¨¢ Piqu¨¦, o Mascherano, o si Mathieu ocupar¨¢ el lateral izquierdo. En el medio regresa Busquets pero queda por resolver la presencia de Xavi o Rakitic, o ambos a la vez. Adelante es incierto que Luis Su¨¢rez juegue de inicio.
Luis Enrique alterna dudas y sospechas. Sospecha, y con raz¨®n, que este Madrid le puede arrebatar el bal¨®n y presiente que ser¨ªa la perdici¨®n de su equipo. ¡°Me preocupa que nos discutan la posesi¨®n, y las contras. A nosotros nos interesa tener controlados los partidos. Si aceleramos es por sorprender en un determinado momento. Pero queremos tener el bal¨®n m¨¢s tiempo que ellos¡±.
Me preocupa que nos discutan la posesi¨®n. Nos interesa el control¡±, reconoce Luis Enrique
El entrenador del Bar?a vislumbra un cambio radical en el esquema del Madrid. Algo se mueve en Chamart¨ªn. El aluvi¨®n de medias puntas ¡ªIsco, James, Modric, Kroos, y hasta Benzema¡ª exaltado por la lesi¨®n de Bale ha alterado el comportamiento del equipo. El perfil de los jugadores ya no les permite esperar atr¨¢s el contragolpe. Para evitar que el equipo se parta, Ancelotti ha ideado un nuevo plan. Un programa que no pretende tanto condicionar la conducta de sus jugadores como hacer que se sientan confortables para expresar su vocaci¨®n de control y pase.
Por primera vez en mucho tiempo el Madrid saldr¨¢ a intentar tener la pelota m¨¢s que su rival. Sin el victimismo de otro tiempo, sin complejos. Con el car¨¢cter de Ancelotti, que parece que no manda pero predispone al trabajo, desdramatiza e inspira confianza en un momento cr¨ªtico de la temporada. La derrota dejar¨ªa al Madrid a siete puntos de su m¨¢ximo rival. ¡°Es una felicidad preparar este partido¡±, dijo este viernes el t¨¦cnico, que pareci¨® re¨ªrse de sus propias dudas. ¡°No tengo presi¨®n y estoy preparando sorpresas. Lo hice el a?o pasado y no me sali¨® bien, pero me ha salido bien muchas otras veces. Puede ser que ponga un centrocampista y quite un delantero, o quite un mediocampista y ponga otro delantero¡±.
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