Ali?o del Celta ante un manso

Algo ha pasado en el Levante, irreconocible respecto al de pasadas temporadas, a aquel cori¨¢ceo colectivo que extra¨ªa el m¨¢ximo rendimiento de sus limitados recursos con una identidad basada en el esfuerzo y el ardor. De pronto se ha domesticado. Falta por testar como le sientan los planes de Lucas Alcaraz, si puede ser el reactivo de un equipo con muy mala pinta y que se equivocar¨ªa si disculpa la derrota de Bala¨ªdos en un gol en fuera de juego que abri¨® el marcador y en un zurdazo de Ivanschitz que muri¨® en el larguero y que pudo suponer el empate a veinte minutos del final.

El f¨²tbol est¨¢ muy por encima de dos acciones puntuales. Y el Levante, a d¨ªa de hoy, no lo tiene. En Bala¨ªdos, cay¨® sin apenas revolverse, la peor de las noticias para aquellos que habitan en puestos de descenso. Triunf¨® el Celta con una faena de ali?o tras un partido en el que se manej¨® con una placidez asombrosa ante un oponente replegado, leve en las disputas, condenado a correr tras la pelota porque fue incapaz de dar tres pases seguidos. Un manso.

El Levante caus¨® una impresi¨®n lamentable. Sobrevivi¨® con opciones en el marcador porque el partido deriv¨® hacia una suerte de abulia que propici¨® que sus protagonistas jugasen durante largos minutos como ralentizados. Al Celta le falt¨® su acostumbrada fluidez con el bal¨®n porque ech¨® de menos en esa faceta tanto a Orellana, sancionado, como a ?lex L¨®pez, que esper¨® turno en el banquillo. Sus sustitutos, Santi Mina y Hern¨¢ndez, aportan otros valores, son m¨¢s concretos, m¨¢s llegadores, seguramente menos dotados para la circulaci¨®n.

El Levante se aprovech¨® de esa carencia y acostado en tablas como estaba, invit¨® al rival a un mon¨®logo a la espera de que se abrieran espacios. Y el Celta estuvo espeso hasta que la zaga se abri¨® sola, hasta que el lateral Nikos Karabelas arriesg¨® y encim¨® a Santi Mina cuando lo adecuado era temporizar. Un error al que acompa?¨® una buena maniobra del joven delantero local. Justamente ¨¦l y Hern¨¢ndez fabricaron el gol de Larrivey, que apenas hab¨ªa tocado bola y resolvi¨® bien, con la ventaja, eso s¨ª, de haber partido en posici¨®n levemente ilegal, adelantado sobre el ¨²ltimo defensa granota.

El gol mejor¨® al Celta, no subi¨® el ritmo de manera exponencial, pero engran¨® un poco mejor y siempre estaba ah¨ª Nolito, menos relevante que otras veces, pero siempre presto a agitar el partido con su variado repertorio, indescifrable para los defensas, que no siempre atinaron a discernir el perfil por el que les encaraba o que decisiones tomaba. Sigui¨® sin haber noticias del Levante, paralizado con el empate y tambi¨¦n en desventaja, sin m¨¢s producci¨®n ofensiva durante la primera parte que un centro al ¨¢rea que propici¨® un barullo que muri¨® en las manos del meta Sergio ?lvarez, afortunado para llegar vivo al descanso despu¨¦s de que Larrivey culminara con un chut cruzado cerca del palo el en¨¦simo caracoleo de Nolito.

Alcaraz tom¨® decisiones en la caseta ante la cat¨¢strofe futbol¨ªstica que hab¨ªa contemplado. Retir¨® a sus in¨¦ditas alas, Morales y Rub¨¦n Garc¨ªa, y cambi¨® el dibujo para que V¨ªctor Casades¨²s apoyase a Barral en la delantera, quiz¨¢s tanto para llegar a la meta como para impedir que el rival iniciase desde la cueva sin mayores apuros, siempre con el faro de Radoja, que cada vez luce m¨¢s. Pero se dej¨® llevar en su superioridad el Celta y pudo pagarlo en la ¨²nica llegada del Levante en una hora, una oportunidad para la que no precis¨® siquiera pisar el ¨¢rea local, terreno que le parec¨ªa vedado. Esa ocasi¨®n, en realidad la ocasi¨®n, pareci¨® abrir un ep¨ªlogo de esperanza para el Levante. No fue as¨ª. Con los tres cambios realizados se golpe¨® Diop y se lesion¨® H¨¦ctor Rodas, se abri¨® un agujero en la defensa y Larrivey y ?lex L¨®pez culminaron la faena.