?lex M¨¢rquez, a la sombra del campe¨®n

Es tan dif¨ªcil dibujar un perfil de ?lex M¨¢rquez sin hablar de Marc como dif¨ªcil ha sido para el primero crecer ajeno a las gestas de su hermano mayor o no dejarse arrastrar por su entusiasmo. Sus vidas son casi la misma. Aunque ellos son tan diferentes como lo son sus rostros. El mayor hered¨® los ojos menudos de su padre, Juli¨¤, y su calma; el peque?o tiene la misma risotada que la madre, Roser, y es, como ella, un polvorilla. ¡°Siempre fue el gracioso de la casa, el de la co?a. Y despert¨® mucho antes que su hermano, que era m¨¢s vergonzoso¡±, explica Juli¨¤, que los sigue all¨¢ donde vayan. Despu¨¦s de que su primog¨¦nito se proclamara campe¨®n de MotoGP por segundo a?o consecutivo, el benjam¨ªn pelea por llevarse el t¨ªtulo de Moto3 en el que es, s¨®lo, su segundo a?o completo en el Mundial. Tiene 20 puntos de ventaja respecto a Miller (que saldr¨¢ desde la pole; ?lex saldr¨¢ quinto) y necesita quedar por delante del australiano o esperar a cerrar su remontada en Valencia, que acoge la ¨²ltima carrera del a?o.

Pero, ?qui¨¦n es ?lex M¨¢rquez? Es, b¨¢sicamente, un tipo feliz. Un chaval de 18 a?os despreocupado y alegre. Uno que de ni?o dec¨ªa que de mayor ser¨ªa ¡°el mec¨¢nico de Marc¡±. Pero al que desde que se subi¨® a la moto ya no hubo quien lo bajara, relata su padre, que recuerda que pudo pasar de los circuitos de karts a los grandes por la ayuda del RACC. Quer¨ªa hacer velocidad, como su hermano, pero pasar de la Metrakit de 70cc a una PreGP de 125cc costaba un dinero que la familia, que ya hac¨ªa suficientes esfuerzos, no ten¨ªa. Y el peque?o ?lex se jug¨® el puesto (y lo perdi¨®) en el equipo de Emilio Alzamora, su representante, con ?lex Rins, su actual compa?ero, ante quien tambi¨¦n perdi¨® el Campeonato de Espa?a. Eso s¨ª, lo gan¨® al segundo intento. Y desde entonces no ha parado de crecer. En el sentido literal (mide 180cm), y como deportista.

¡°Es muy cari?oso, muy atento y detallista, de los que te regala un casco firmado cuando acaba el a?o o los guantes estropeados tras una ca¨ªda, para que los guardes de recuerdo¡±, cuenta Jordi Castella, que el a?o pasado trabaj¨® con ¨¦l y es uno de los mec¨¢nicos de M¨¢rquez en Honda. Los conoce a los dos desde peque?os: los recog¨ªa del colegio una vez por semana, los llevaba a comer a casa de la abuela Sole, y se marchaban a entrenar. Era en aquella ¨¦poca en la que ?lex todav¨ªa no entend¨ªa de competici¨®n. ¡°Era muy raro de peque?o, bastante despistado. ?l s¨®lo jugaba. Marc siempre supo cu¨¢ndo estaba en una carrera y quer¨ªa ganar siempre; ¨¦l no, ¨¦l sal¨ªa a pas¨¢rselo bien. Y, a veces, se paraba en mitad de la carrera. ¡®Ya los atrapar¨¦¡¯, me dec¨ªa¡±, sonr¨ªe Juli¨¤.

No es un dibujo muy distinto del de ahora. ¡°?lex se presiona bastante menos que Marc, que es muy perfeccionista¡±, a?ade Castella. Y cree que tiene la explicaci¨®n: como siempre fue muy alto ha estado mermado en las categor¨ªas peque?as; y aunque siempre se supo r¨¢pido, ten¨ªa respuestas l¨®gicas cuando los resultados no sal¨ªan. Y no se hac¨ªa preguntas de m¨¢s. ¡°Eso le hac¨ªa pilotar sin esforzarse tanto o volverse loco por encontrar sus propios l¨ªmites. Era feliz si compet¨ªa con los mejores, si estaba a punto de hacer la pole, o a punto de ganar. Nunca le obsesion¨® la victoria¡±, reflexiona.

Ahora, ?lex sigue cobij¨¢ndose a la sombra de su hermano, tres a?os mayor, a quien espera siempre para salir a entrenarse, hacer bici, correr o nadar. Sin ¨¦l no va a ninguna parte, cosa que no hace el mayor, m¨¢s aut¨®nomo y menos holgaz¨¢n: ¡°Es Marc el que tiene que decirle: ¡®vamos a entrenarnos¡±, indica Castella. ¡°Est¨¢n todo el d¨ªa juntos. Y Marc es el que manda; el otro se deja llevar, porque siempre ha sido el peque?o de la casa¡±, sonr¨ªe el padre. Con Marc se entrena y planifica las carreras con motos de dirt track o de motocross. ¡°Simulan situaciones de cuerpo a cuerpo, se esperan y se buscan en la pista para hacerse adelantamientos. El hermano mayor le ense?a a meter rueda, a no dejar pasar a los otros, a cerrar huecos, trucos que ¨¦l todav¨ªa est¨¢ aprendiendo¡±, relata Castella.

La progresi¨®n de ?lex en los ¨²ltimos a?os ha sido tal que el proyecto que pens¨® para ¨¦l Alzamora se ha reducido de dos a tres a?os y en 2015 dar¨¢ el salto a Moto2. Lleva s¨®lo dos temporadas completas en el Mundial ¡ªhizo algunas carreras sueltas hace tres a?os¡ª y ya est¨¢ peleando por el t¨ªtulo de Moto3. ¡°Ha crecido a pasos agigantados. Es muy preciso en las trazadas, regular y constante¡±, explica el representante. ¡°Es m¨¢s preciso que yo, siempre va por la misma l¨ªnea y pilota muy suave, no como yo que siempre me voy ancho¡±, le alaba su hermano. ¡°Sacamos los codos de una forma muy parecida, pero yo pienso un poco m¨¢s encima de la moto que ¨¦l¡±, le pica el peque?o. Lo que no confesaron en p¨²blico es que esa cualidad Marc se la echa en cara: ¡°No tienes que pensar tanto encima de la moto¡±.

?lex, un b¨¢lsamo de aceite, sigue sin fustigarse o bloquearse si los resultados no son los esperados. ¡°Es de agradecer porque eso libera al equipo de presi¨®n y a s¨ª mismo, y es algo que no todos los pilotos saben hacer¡±, cierra Castella. Adem¨¢s, cuando tiene una buena oportunidad, la aprovecha. Como aprovech¨® aquel a?o con el RACC para seguir abri¨¦ndose paso. Como intenta aprovechar este, con trabajo y confianza en un proyecto, con Honda (en lugar de KTM) del que muchos dudaron al principio. ?l no.