Espa?a, un a?o sin aura

Dec¨ªa anoche Vicente del Bosque, con rostro taciturno y despu¨¦s de que Espa?a cayese frente Alemania en Bala¨ªdos (0-1), que el de 2014 ¡°no ha sido un buen a?o¡±. Y no le falta raz¨®n al seleccionador. A tenor de las cifras y algunas cuestiones nucleares del equipo, parece evidente que Espa?a ha perdido el aura que le acompa?¨® en el ciclo triunfal de 2008 a 2012, cuando engarz¨® tres triunfos consecutivos, uno Mundial y los otros dos continentales. ¡°No puedo estar contento con lo que pas¨® en Brasil, pero afrontamos una ¨¦poca de transici¨®n y hay que afrontar con optimismo el futuro¡±, se consuela el t¨¦cnico.

El topetazo en el ¨²ltimo Mundial simboliz¨® la degeneraci¨®n de un equipo que poco a poco ha ido perdiendo el pulso. En 2014, la selecci¨®n ha disputado 12 partidos, con un balance de siete victorias y cinco derrotas, 22 goles a favor y 12 en su contra. Desde 1991 no perd¨ªa La Roja tantos partidos en un a?o natural. Aquel curso, Espa?a lo empez¨® con Luis Su¨¢rez en en banquillo y lo acab¨® con Vicente Miera. En total, fueron cinco derrotas, dos victorias y un empate. La selecci¨®n de Luis Su¨¢rez sucumbi¨® tres veces (ante Francia en choque clasificatorio para la Eurocopa de Suecia 1992; y en dos amistosos frente a Hungr¨ªa y Ruman¨ªa); y el combinado de Miera perdi¨® en dos ocasiones, las dos camino del torneo sueco que acabar¨ªa ganando Dinamarca (contra Islandia y otra vez ante la Francia de Michel Platini como entrenador)

En 2014, La Roja cay¨® ante Holanda y Chile en la Copa del Mundo, en la que qued¨® apeada en la fase de grupos; inclin¨® la rodilla en un amistoso contra Francia, en Par¨ªs; se qued¨® en pa?os menores en el clasificatorio ante Eslovaquia, a principios de octubre; y volvi¨® a besar la lona este martes ante la campeona Alemania, en una muestra m¨¢s de que ha perdido su pujanza frente a las m¨¢s grandes.

Despu¨¦s de 33 meses al frente del ranking de la FIFA, de una soberan¨ªa incontestable, la selecci¨®n ha ca¨ªdo hasta el d¨¦cimo puesto. Pese al empe?o del seleccionador en minimizar las fisuras, la estructura del equipo nacional exige una revisi¨®n de arriba abajo.

Fuerte con las d¨¦biles, d¨¦bil con las fuertes. A lo largo de este a?o, Espa?a ha doblegado a rivales como Bolivia, El Salvador, Italia, Australia, Macedonia, Luxemburgo y Bielorrusia. A excepci¨®n del cuadro transalpino, todos ellos sin apenas pedigr¨ª. Hegem¨®nica antes, competitiva a m¨¢s no poder ante adversarios de altura, hoy d¨ªa se agarrota frente a las m¨¢s potentes. El moderno proyecto alem¨¢n le ha volteado, por Francia asoma una generaci¨®n prometedora e incluso la rom¨¢ntica Holanda cambi¨® su plan para ganar vitalidad. En Italia, Prandelli dio un paso a un lado y se ha apostado por el molde de Conte, exitoso con el Juventus, mientras la Inglaterra de Hodgson por fin busca algo m¨¢s all¨¢ del box to box y el juego lanzado.

Dificultades en el relevo. Espa?a acudi¨® a Brasil con una media de casi 28 a?os (27,8), una edad talluda que el cuerpo t¨¦cnico trata ahora de ir rebajando. Con el ¨²ltimo listado se ha refrescado hasta los 26. Aparecen nuevas caras y futbolistas hambrientos que invitan a pensar en nuevos registros, ya sean De Gea, Isco, Koke, Callej¨®n, Ra¨²l Garc¨ªa o en ¨²ltima instancia Nolito. Intenta Del Bosque garantizar el relevo y desentumecer al equipo, aletargado, pero a¨²n no se divisan sustitutos de empaque para referentes de tant¨ªsimo peso en la columna vertebral como Puyol, Xavi, Xabi Alonso o Villa, que progresivamente fueron dejando paso.

El desgaste de los pilares. Pese a la marcha de varios estandartes contin¨²an algunos t¨®tems de los ¨¦xitos. Sin embargo, la realidad es preocupante en torno a algunos de ellos. Pare m¨¢s o menos, Casillas est¨¢ sometido a un examen permanente, m¨¢s tras su pobre rendimiento en Brasil y una actuaci¨®n muy cuestionable frente a Eslovaquia; en la zaga, Piqu¨¦ no atraviesa por un buen momento y apenas se parece al cacique de anta?o; Busquets y sus problemas f¨ªsicos han debilitado el motor, tambi¨¦n gripado en la fase m¨¢s creativa por las intermitencias de Silva e Iniesta, este ¨²ltimo muy diluido; y tambi¨¦n se ha acusado mucho la desaparici¨®n de jugadores que aportaban consistencia y continuidad como Vald¨¦s, Javi Mart¨ªnez, Cazorla, Mata o Jes¨²s Navas.

Atasco en la sala de m¨¢quinas. La esencia de la selecci¨®n, su sello de distinci¨®n y el aspecto m¨¢s definidor de su estilo, recibi¨® un aguijonazo frente Alemania. Por primera vez en la era Del Bosque el equipo perdi¨® la posesi¨®n (48% frente al 52% de los teutones). Actualmente, es el cuadro de L?w el icono pelotero bajo la batuta de Kroos, el doble n¨®rdico de Xavi. Ausente el catal¨¢n, una de las prioridades es hallar otra pieza que d¨¦ sentido al engranaje colectivo.

El enigma del 9. El hecho de que Pedro y Villa hayan sido los delanteros m¨¢s prol¨ªficos de 2014, con tres dianas cada uno, es significativo. El azulgrana, un extremo, es suplente y ha perdido presencia en su club, mientras que el asturiano hizo sus ¨²ltimos servicios sabiendo ya que escrib¨ªa el ep¨ªlogo de su carrera. Desde que Fernando Torres qued¨® apeado, La Roja no ha resuelto el enigma del goleador. Ni Llorente, ni Negredo, ni Soldado han contado con el favor del entrenador y despu¨¦s de un kilom¨¦trico embrollo burocr¨¢tico, el encaje de Diego Costa est¨¢ resultando tortuoso. Se prueba ahora con savia nueva y una v¨ªa m¨¢s directa, con ca?oneros puros como Paco Alc¨¢cer y Morata, y se ha abortado la f¨®rmula del falso ariete que tan buenos resultados dio con Cesc.

El muro resquebrajado. Abrigada a trav¨¦s de la posesi¨®n de la pelota y por dos colosos como Ramos y Piqu¨¦, la defensa presenta ahora filtraciones por el centro y grietas en los costados. Cuestionado el barcelonista en su club, donde no cuenta con la confianza de Luis Enrique y calienta el banquillo, el central andaluz echa en falta un escudero, si bien es cierto al azulgrana se ha mostrado entonado en los dos ¨²ltimos compromisos. Se conserva el comod¨ªn de Albiol y crece la apuesta por Bartra, pero el vac¨ªo dejado por Puyol y la inestabilidad de Piqu¨¦, al que se le ha puesto en tela de juicio su implicaci¨®n, como a F¨¤bregas y Costa por sus lesiones, es grande. En la derecha se observa con mucha esperanza el despegue de Carvajal para que compita con Juanfran y Azpilicueta, ubicado tambi¨¦n en la izquierda para tapar las lagunas de Jordi Alba, muy alejado de ese cohete que maravill¨® hace dos a?os. Bernat, catapultado en el Bayern pero con escasa experiencia, es la otra opci¨®n para ese flanco.