El Madrid ya no reparte caviar
El equipo de Ancelotti se instala en el contragolpe para aplastar al Celta con un triplete de Cristiano El as portugu¨¦s marca su 23? gol en los 13 partidos que ha disputado
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El Madrid aplast¨® al Celta pero perdi¨® encanto. Aquel equipo que fascin¨® a los hinchas seg¨²n avanzaba el oto?o va qued¨¢ndose sin follaje a la vista de las Navidades. La lecci¨®n es vieja pero dif¨ªcil de asimilar. No hay talento intercambiable. La lesi¨®n de Modric despoj¨® al conjunto de un punto de apoyo y la sanci¨®n a Isco profundiz¨® en las dificultades. En estas condiciones resulta alarmante el percance muscular que retir¨® a James. Tan preocupante como bien sobrellevado por los compa?eros. A la p¨¦rdida de juego interior, el Madrid respondi¨® con el oficio de su defensa y la voracidad de Cristiano. El 3-0 final es un resultado con ramificaciones asombrosas. Supone 51 goles en 14 jornadas y una racha de 18 victorias consecutivas, solo igualada en la historia del f¨²tbol espa?ol por el Barcelona de Rijkaard.
A la p¨¦rdida de juego interior, el cuadro local respondi¨® con oficio defensivo y el voraz CR
Ancelotti procur¨® alterar la organizaci¨®n lo menos posible. Mantuvo a Kroos por delante de los centrales y concedi¨® a Illarramendi el papel de rueda de auxilio. El vasco, que cumpli¨® su segunda titularidad en Liga, se despleg¨® a la derecha. All¨ª se mostr¨® atento, prolijo, correcto. M¨¢s dispuesto a la cobertura que sus compa?eros en el mediocampo en un d¨ªa en el que ni Kroos ni James se destacaron por su atenci¨®n a las tareas defensivas. El equipo se parti¨® por la mitad con una frecuencia peligrosa. Si Illarra no sufri¨® el desamparo fue porque goz¨® de la compa?¨ªa de Carvajal a su derecha y de Pepe y Ramos a su espalda. Son raros los d¨ªas en que los defensas del Madrid recogen elogios. La propaganda suele exaltar a otros. Pero este equipo est¨¢ en deuda con su l¨ªnea de zagueros. Desde hace muchos meses.
REAL MADRID, 3-CELTA, 0
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Bale, Illarramendi, Kroos, James (Arbeloa, m. 53); Benzema (Coentr?o, m. 81) y Cristiano (Chicharito, m. 86). No utilizados: Medr¨¢n, Varane, Keylor, Nacho.
Celta: Sergio ?lvarez; Hugo Mallo, Cabral (sergi G¨®mez, m. 74), Font¨¢s, Jonny; Hern¨¢ndez, Radoja, Krohn-Dehli (mina, m. 84); Orellana (Augusto, m. 69) , Larrivey y Nolito. No utilizados: Charles, Blanco, Planas.
Goles: 1-0. M. 35. Cristiano (p). 2-0. M. 65. Cristiano. 3-0. M. 82. Cristiano.
?rbitro: Alberto Undiano Mallenco. Amonest¨® a Cabral, Jonny, Nolito, James, Carvajal, Hern¨¢ndez, Arbeloa e Illarramendi.
Unos 85.000 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u.
El Celta caus¨® impacto en el Bernab¨¦u. No se caracteriza por la abundancia de talento en sus filas pero igual resulta pint¨®n. Es el efecto visual de la combinaci¨®n de orden y resoluci¨®n. Sus jugadores van arriba, aprietan en sincron¨ªa, ofrecen variantes sorprendentes y no se dejan intimidar. De entrada presionaron en campo rival y lograron dos cosas encadenadas. Primero, que Casillas recurriera en exceso al saque en largo; segundo, que el Madrid perdiera el dominio del bal¨®n. Fue una incidencia trascendental. Por m¨¢s que Benzema intent¨® jugar de espaldas para agrupar a los suyos, por m¨¢s que baj¨® a conectar con los volantes, el equipo se fue olvidando de Kroos y James. De pronto, el Madrid regres¨® a la sombras. Y ante la duda se repleg¨® y tir¨® del recurso de subsistencia. Es decir: pelotazos a Cristiano y pelotazos a Bale.
Se consum¨ªa el primer tiempo cuando uno de estos pases al vac¨ªo transform¨® el partido. Cristiano corri¨® con m¨¢s fe que posibilidades, gan¨® la posici¨®n y Jonny se dej¨® impresionar. En lugar de dejarle, el lateral le persigui¨® de cerca. El delantero se tir¨® al suelo y el ¨¢rbitro vio derribo donde solo hubo roce. El propio Cristiano ejecut¨® el penalti. Fue el 1-0. Su s¨¦ptimo penalti del campeonato. Lo celebr¨® con gesto desencajado mientras el fondo sur le aclamaba: ¡°?Cristiano-Bal¨®n-de-Oroooo¡!¡±.
El Celta tuvo el control del bal¨®n pero no logr¨® ni un disparo entre los tres palos hasta pasada la hora de partido. Casillas se fue al descanso sin una mancha en la camiseta. Nolito, Larrivey, Krohn-Dehli y Hern¨¢ndez se quedaron con las ganas en un pu?ado de avances bien ligados. Bien administrados por los visitantes y mejor desbaratados por Carvajal, Pepe y Ramos. Los defensas del Madrid estuvieron espl¨¦ndidos. Sobrados de categor¨ªa. Resolvieron todos los problemas con solvencia, sin alardes, sin aparentar apuro, con contundencia. Carvajal, adem¨¢s, se proyect¨® en ataque hasta convertirse, junto con Marcelo, en uno de las pocas soluciones que ofreci¨® el equipo para desequilibrar al Celta en jugada elaborada.
Los zagueros blancos estuvieron sobrados de categor¨ªa. Resolvieron todos los problemas
La salida de James en la segunda parte, lesionado en un gemelo, abund¨® en la falta de continuidad del juego. Los gritos desesperados de Casillas a sus compa?eros resumieron la preocupaci¨®n del capit¨¢n ante los desajustes t¨¢cticos. ¡°?Vamos a estar m¨¢s juntos, joder!¡±, mandaba el portero. Ancelotti reestructur¨® el equipo adelantando al mediocampo a Marcelo y Carvajal y poniendo en los laterales a Arbeloa y Coentr?o. El Madrid acab¨® la noche con cuatro laterales en el campo.
Las angustias, si las hubo, se desvanecieron en un avance atropellado de Kroos. El bal¨®n qued¨® botando en el coraz¨®n del ¨¢rea y Cristiano lo empalm¨® con el exterior, de derecha. Fue el 2-0. El final de la contienda. El comienzo de la rendici¨®n del Celta, que asisti¨® desolado al 3-0, otra vez de Cristiano. El portugu¨¦s culmin¨® de volea una jugada de Marcelo y sum¨® su gol n¨²mero 23 en el campeonato. Tremendo. Emocionante para la multitud, que pidi¨® reconocimiento inmediato: ¡°?Cristiano-Bal¨®n-de-Oroooo¡!¡±.
Llega el fr¨ªo y el Madrid extra?a la armon¨ªa de otros tiempos. Mientras tanto, le sobra con el car¨¢cter y la pegada.
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