Cristiano vale por 34 ¡®pichichis¡¯
Los 23 goles del portugu¨¦s en el torneo igualan o superan la marca de muchos de los m¨¢ximos artilleros de la historia
Cristiano Ronaldo marc¨® tres goles en 25 partidos el a?o de su debut en Primera, con el Sporting de Lisboa: un tanto cada ocho jornadas de media. Ten¨ªa 17 a?os. A lo largo de m¨¢s de medio siglo de f¨²tbol profesional son muchos los jugadores extraordinarios que han hecho cosas parecidas con 17 a?os. Lo que convierte a Cristiano en algo m¨¢s que un gran futbolista es la regularidad de su progreso. A punto de cumplir 30 a?os, el delantero del Madrid est¨¢ completando la mejor temporada de su carrera. Suma 23 goles en 13 jornadas de Liga: dos tantos por partido. N¨²mero que a falta de cinco citas para el ecuador del campeonato le habr¨ªa valido para obtener el trofeo Pichichi en 34 de las Ligas celebradas en Espa?a desde 1928.
Los registros de Cristiano coinciden con una ¨¦poca del f¨²tbol que las generaciones venideras destinar¨¢n a la mitificaci¨®n. Su duelo con Messi es un hito que abre una brecha sideral con el pasado, muchos de cuyos pichichis parecen repentinamente empeque?ecidos. De los 90 m¨¢ximos goleadores de las Ligas celebradas, 34 metieron 23 o menos goles para lograr este trofeo individual. Hombres como Amancio (14 goles en 29 jornadas disputadas con el Madrid en la temporada 68-69); Luis Aragon¨¦s (16 goles en 30 partidos con el Atl¨¦tico en la 69-70); Rexach (17 tantos en 29 partidos con el Bar?a en la 70-71) o Butrague?o (19 goles en 35 jornadas con el Madrid en la 90-91) fueron m¨¢ximos artilleros con la mitad de eficacia.
Hasta 1950, los promedios goleadores de los atacantes legendarios eran con frecuencia fabulosos, aunque las Ligas eran cortas y no pasaban de los 23 goles. En muchas ocasiones superaban el tanto por partido a lo largo de una campa?a: 1,11 (Gorostiza en el Athletic); 1,59 (Sauto Bata en el Athletic); 1,14 (Olivares en el Madrid); 1,56, 1,23 y 1,29 (Isidro L¨¢ngara en el Oviedo); 1,39 (Mariano Mart¨ªn en el Barcelona); o 1,27 (Telmo Zarra en el Athletic), son los registros m¨¢s eficaces antes de la instauraci¨®n total del profesionalismo y la llegada de Di St¨¦fano y Puskas al Madrid.
La producci¨®n decae a medida que mejora la Liga y aumenta la competici¨®n. Entre 1953 y 1989 solo en dos temporadas el pichichi super¨® el promedio de un gol por partido: Di St¨¦fano en el curso 56-57 con 31 goles en 30 partidos, y Puskas en la 59-60 con 26 tantos en 24 jornadas. Hugo S¨¢nchez volvi¨® a romper la barrera en la temporada 89-90, el apogeo de la Quinta del Buitre, cuando meti¨® 38 goles en 35 partidos. La marca de Hugo fue tan notable que hasta el curso 2010-11 ning¨²n goleador super¨® el gol por partido. Fue el primer pichichi de Cristiano: 41 goles en 34 encuentros. El atacante no ha dejado de mejorar su promedio. Ha debido hacerlo para imponerse a Messi, que fue pichichi en 2012 y 2013 con medias de 1,6 y 1,4 goles por partido. Hoy la Liga vive la mayor disputa de ca?oneros de siempre.
El atacante del Madrid suma siete tantos de penalti. M¨¢s que nadie en las Ligas europeas
Desde que Cristiano debut¨® en el Sporting, en 2002, su promedio anotador por partido fue, sucesivamente, de 0,16; 0,15; 0,18; 0,26; 0,43; 0,86; 049; 0,94; 0,98; 1,09; 1,00; 1,09; y 1,38 en esta campa?a. El incremento es sostenido. Con ayuda de los penaltis. Desde 2009 el portugu¨¦s es el jugador que m¨¢s penaltis ha ejecutado en Europa. Este curso suma siete penaltis en Liga. M¨¢s que ning¨²n delantero en los grandes campeonatos. En Alemania el m¨¢ximo goleador de penalti (Verhaegh) suma cinco, en Italia (M¨¦nez) suma cuatro, y en Francia (Ayew) e Inglaterra (Jedinak) tres.
Su promedio de tantos por partido desde 2009 es 0,94; 0,98; 1,1; 1,0; 1,1; y 1,38
Son numerosos los integrantes de la actual plantilla del Madrid que han convivido con virtuosos como Ronaldo Nazario, Van Nistelrooy, Ra¨²l, Kak¨¢, Falcao, Villa, Rib¨¦ry, Robben o Neymar. Cuando juzgan a Cristiano en comparaci¨®n con los dem¨¢s, se?alan que aquello que diferencia al portugu¨¦s es la frecuencia con que repite lo extraordinario. Su predisposici¨®n al trabajo es singular. Obsesiva. Si ha tenido problemas f¨ªsicos no ha sido por falta de preparaci¨®n sino por exceso. La tendinitis de rodilla que padeci¨® la temporada pasada fue producto de su obstinaci¨®n. Quer¨ªa meter goles en todos los partidos para ganar su tercer Bal¨®n de Oro. Salvo sorpresa, el pr¨®ximo 12 de enero la FIFA le dar¨¢ el premio.
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