Que no haya l¨ªmites a la ambici¨®n
Unzue en la presentaci¨®n del Movistar: "Con Nairo podemos ir al Tour pensando en ganar"
De las contradicciones nacen la vida y la historia, y de las contradicciones tambi¨¦n viven los equipos ciclistas. O al menos uno, el ¨²nico de Espa?a de nivel mundial.
El esfuerzo, pasado de moda, se bate en retirada ante la llegada de la tecnolog¨ªa como nuevo ¨ªdolo al que adorar
Antes, hist¨®ricamente, en las presentaciones del equipo bajo sus diferentes pieles, las de los maillots de Reynolds, Banesto, Baleares o Caisse d¡¯?pargne, los dos conceptos m¨¢s repetidos en los discursos de jefes y dirigentes se refer¨ªan al valor de la marca que promocionaban y al ciclismo como s¨ªmbolo de esfuerzo y sudor. Ahora, ayer mismo en el complejo de Telef¨®nica, durante la presentaci¨®n del Movistar, la ¨²ltima encarnaci¨®n del equipo de Eusebio Unzue, que ya inicia su quinto a?o como patrocinador, la marca ha cedido el paso a un concepto m¨¢s difuso, llamado imagen; el esfuerzo, pasado de moda, se bate en retirada ante la llegada de la tecnolog¨ªa como nuevo ¨ªdolo al que adorar.
De Telef¨®nica, de sus dirigentes, se dec¨ªa que eran ajenos al valor deportivo de sus patrocinados, a los resultados que consiguieran, pero el discurso del representante telef¨®nico que tuvo la responsabilidad de hablar en un acto en el que se dieron cita el gotha deportivo y empresarial espa?ol ¡ªC¨¦sar Alierta y Miguel Cardenal al frente¡ª envi¨® precisamente el mensaje contrario. "Si 2014 fue muy bueno, y el equipo termin¨® una vez m¨¢s primero en el r¨¢nking mundial, queremos que en 2015 sea mejor. Somos exigentes", dijo Carlos L¨®pez Blanco, despu¨¦s de aceptar que los ciclistas hab¨ªan sabido cuidar la marca y la reputaci¨®n que se les hab¨ªa prestado, y haber justificado los gastos incurridos en su funcionamiento, unos 14 millones de euros al a?o. "Queremos que juegue a todo, a Giro, a Tour, a Vuelta, sin l¨ªmites en su ambici¨®n".
A esta contradicci¨®n del dirigente telef¨®nico, tan poco acorde con los valores ol¨ªmpicos de que lo importante es participar o con los mensajes que env¨ªan las autoridades de que pensar solo en la victoria no es bueno, respondi¨® con una propia el propio Unzue, paradigma toda su larga carrera deportiva de la sabidur¨ªa paciente y la calma. "Podemos ir al Tour como antes ¨ªbamos, con posibilidades reales de ganarlo, porque tenemos a Nairo Quintana", dijo el m¨¢nager general del Movistar, en referencia a los a?os Indurain, evidentemente, cuando ganar no era una posibilidad, sino una obligaci¨®n. Y despu¨¦s de la afirmaci¨®n, de la proclamaci¨®n, la contradicci¨®n. "Pero no perdamos la calma. Aunque yo tambi¨¦n estoy ansioso por ver llegado el momento hay que pedirle tranquilidad a Nairo porque es joven y a¨²n le falta experiencia, y tiene muchos a?os por delante para conseguirlo".
De la Vuelta, en los planes de Unzue para rellenar las casillas que le exige un patrocinador al que el a?o pasado le dio su primera gran ronda con el Giro que gan¨® a los 24 a?os el ciclista colombiano ¡ªlo que permiti¨® a Telef¨®nica rentabilizar de manera extraordinaria e inesperada su inversi¨®n gracias al gran mercado colombiano y latinoamericano¡ª, se encargar¨¢ el inoxidable Alejandro Valverde, 10 a?os mayor que Quintana, a quien tambi¨¦n pidi¨® Unzue que ganara para Movistar al menos uno de los cinco monumentos del ciclismo mundial, preferentemente una nueva Lieja o una Lombard¨ªa. De otro de los proyectos que tambi¨¦n Miguel Indurain asumi¨® en sus tiempos, hace 20 a?os, del intento del r¨¦cord de la hora, se encargar¨¢ el 27 de febrero en Londres su corredor ingl¨¦s Alex Dowsett.
En las presentaciones de los equipos cambian los discursos, cambian las formas, cambian los trajes de los miembros del staff pero no cambian los ciclistas
En las presentaciones de los equipos cambian los discursos, cambian las formas, cambian los trajes de los miembros del staff (y elegant¨ªsimos estaban todos con los cuellos extraordinarios de las camisas dise?adas para ellos por la firma Scalpers, de Rafael Medina), pero no cambian los ciclistas, presentados siempre en fila y uniformados, como soldados de un ej¨¦rcito. Tampoco cambian sus motivaciones. Al lado de la ambici¨®n sin l¨ªmites que debe distinguir a los campeones, a Valverde o Quintana, que no entienden la vida sin disfrutar de las victorias y sin hacer disfrutar a los aficionados con la derrota de sus rivales, escarbando entre sus 25 compa?eros se pod¨ªa dar con realistas, como Jonathan Castroviejo, quien, como los buenos actores, ha dado con el papel que mejor se le da representar (el de lugarteniente de confianza de Quintana, con el que comparte la talla de bici), o con falsos conformistas, como Igor Anton, el escalador vasco que podr¨ªa haber sido un grande, que podr¨ªa haber ganado la Vuelta de 2010 y que iniciar¨¢ su segunda temporada como gregario en el Movistar. "He reflexionado sobre ello mucho y a m¨ª ni me ha movido ni las victorias ni lograr mejores contratos ni el dinero", dice Anton. "Mi mejor temporada fue la de 2010. Fue el a?o que diagnosticaron un c¨¢ncer a mi madre y el a?o que me dej¨® la novia. Fue el a?o en que corr¨ª con rabia para rebelarme contra la realidad. No he vuelto a correr como entonces".
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