El paria del f¨²tbol brit¨¢nico
Ched Evans, el internacional gal¨¦s que cumpli¨® condena por violaci¨®n, ve frustrado su fichaje por tres clubes debido a las presiones de hinchas y patrocinadores
Una enorme controversia sacude al f¨²tbol ingl¨¦s. Chedwyn Michael Evans, alias Ched, nacido hace 26 a?os en la min¨²scula localidad galesa de Saint Asaph, compa?ero de Gareth Bale en la selecci¨®n nacional, de apariencia de yerno perfecto, est¨¢ siendo marginado profesionalmente debido a su pasado delictivo. En 2012 fue condenado por violaci¨®n.
La junta directiva del Oldham Athletic, un equipo de tercera categor¨ªa, decidi¨® en el ¨²ltimo momento del pasado jueves no contratar al delantero internacional (13 apariciones, 1 gol con la zamarra de Gales) tras recibir fuertes presiones de sus patrocinadores y graves amenazas por parte de sus seguidores. La adquisici¨®n de Evans estaba hecha ¡°al 80%¡±, seg¨²n palabras de su propietario Simon Corney. Pero el club no pudo soportar la presi¨®n en contra.
El Oldham es el tercer club que se retracta en las ¨²ltimas semanas, despu¨¦s de que el protagonista de esta historia que convulsiona a todo el Reino Unido saliera de la c¨¢rcel el pasado 17 de octubre tras cumplir tres a?os de prisi¨®n. El Hibernians de Malta y el Hartlepool de Inglaterra tambi¨¦n dieron marcha atr¨¢s. ¡°Si lo fichan, violaremos a su hija¡±, le dijo un seguidor a un directivo del Oldham, seg¨²n inform¨® el club.
La historia de Evans es una historia oscura, plagada de dudas a nivel judicial. ?Debe un futbolista, considerado un personaje p¨²blico, tener derecho a reincorporarse al mercado laboral despu¨¦s de haber cumplido una pena por un crimen tan grave como una violaci¨®n?
Si lo fichan, violaremos a su hija¡±, le dijeron a un directivo del Oldham
Directivos de f¨²tbol, pol¨ªticos, periodistas y jugadores salieron a la palestra para defender o incriminar a un futbolista que se ha convertido en un paria en toda regla. Incluso el veterano t¨¦cnico ingl¨¦s, Harry Redknapp, dio su opini¨®n sobre el asunto al ser preguntado por los medios este jueves. ¡°Ched se merece una segunda oportunidad¡±, afirm¨® el actual m¨¢nager de los Queens Park Rangers. ¡°La gente comete a veces errores terribles, pero en alg¨²n momento tienes que permitir que las personas puedan recomponerse y reiniciar su vida¡±.
La carrera futbol¨ªstica del ariete estuvo marcada por una trayectoria err¨¢tica y algo descendente. Fue excanterano del Manchester City, debut¨® en 2008 a los 19 a?os en Premier League con la camiseta de los Citizens tras haber sido cedido una temporada al Norwich, de Segunda, y acab¨® siendo vendido en 2009 al Sheffield United, de tercera categor¨ªa, por tres millones de libras. En una noche de mayo de 2011 su vida dio un vuelco.
Evans, junto con su hermano menor Ryan, otro futbolista, Clayton McDonald, que conoci¨® en la cantera del City, y dos amigos en com¨²n, Jav y Jack, salieron en busca de distracci¨®n y alcohol. Recorrieron las calles de Rhyl, una ciudad balneario situada en el norte del pa¨ªs, tristemente famosa por haber sido el poblado en el que fue ahorcada la ¨²ltima mujer en el Reino Unido.
Eran las tres de la madrugada y el recreo result¨® ser criminal. El relato que hizo el periodista irland¨¦s David Walsh del Sunday Times, el domingo pasado, es abrumador. Walsh es conocido por haber sido uno de los primeros en desvelar el esc¨¢ndalo de dopaje de Lance Armstrong junto al periodista Pierre Ballester.
Seg¨²n Walsh, que se basa en declaraciones judiciales y testimonios, Evans y McDonald coincidieron con un grupo de chicas al entrar en un restaurante kebab. Entre ellas estaba Cristina (as¨ª la llamaremos), de 19 a?os. Por un motivo desconocido, Jav y las amigas de Cristina tuvieron una discusi¨®n al esperar un pedido. Jav golpe¨® en la cabeza a una de ellas y fue detenido por la polic¨ªa instantes despu¨¦s. Finalmente, tras minutos de dudas, los testigos decidieron acudir en varios taxis a la comisar¨ªa para defender a Jav, o al contrario, para acusarle.
Ched se merece una segunda oportunidad¡±, afirm¨® Harry Redknapp
Cristina y McDonald cogieron el mismo taxi. Ambos iban ebrios. Cristina hab¨ªa tomado varias copas de vino, McDonald se decant¨® por unos Jack Daniels and Coke. Simpatizaron en el coche de camino a la comisar¨ªa y decidieron ir a un motel cercano para descansar. En el viaje, McDonald envi¨® un mensaje por tel¨¦fono a Ched, tramsit¨¢ndole su localizaci¨®n. Ched acudi¨®. Los dos mantuvieron relaciones sexuales con Cristina. A la ma?ana siguiente la chica los denunci¨®.
El Tribunal Criminal de Caernarfon no encontr¨® culpable a McDonald pero conden¨® a Evans en abril de 2012. El futbolista aleg¨® que hubo consentimiento. El juez le record¨® que ¨¦l debi¨® haberse percatado de que la muchacha estaba demasiado borracha para comprender lo que hac¨ªa.
Evans estaba en la c¨¢rcel cuando el Sheffield United, su club, le comunic¨® que la mantendr¨ªa el contrato si segu¨ªa un programa de mantenimiento f¨ªsico. La directiva le prometi¨® que le reincorporar¨ªan a la plantilla cuando saliera de prisi¨®n. Evans abandon¨® la c¨¢rcel a los tres a?os, por buen comportamiento. Cuando acudi¨® al Sheffield se encontr¨® que el club romp¨ªa su promesa. La m¨ªtica atleta brit¨¢nica Jessica Ennis Hill, socia honoraria del Sheffield, amenaz¨® al consejo de administraci¨®n con retirar su nombre de la grada que la honra en el Bramall Lane.
Evans, que mantiene su inocencia, pidi¨® perd¨®n a los aficionados del Oldham, as¨ª como a Cristina, por los da?os que pudo ocasionarle inconscientemente. Pero insiste en que se cree v¨ªctima de ¡°una campa?a del sector m¨¢s radical de la sociedad¡±. Y sigue en el paro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.