¡®No s¨¦¡¯ contra ¡®no puedo¡¯

Querer y no saber, intentar y no poder. Ambos conceptos, representados por Levante y Deportivo, v¨¢lidos los dos para ambos, se escenificaron en el Ciutat de Val¨¨ncia, un estadio que concede escasas alegr¨ªas a propios y extra?os. El conjunto de Lucas Alcaraz choc¨® contra sus limitaciones, incapaz para crear, con escasos efectivos a la hora de atacar salvo en el tramo final del partido, sostenido por su sistema defensivo, suficiente para contener a un D¨¦por ortodoxo y m¨¢s ambicioso, tierno y falto de efectividad en el ¨¢rea rival. El resultado: un empate a penurias.

Aprovechar las pocas oportunidades que se presenten resulta esencial para los equipos como el Levante o D¨¦por a los que les cuesta generarlas y materializarlas. Para finalizar lo que se crea ha llegado el ex jugador de Osasuna Oriol Riera al D¨¦por cedido por el Wigan ingl¨¦s, que debut¨® en el segundo acto, pretendido tambi¨¦n por el Levante que sigue buscando un delantero que garantice goles y sume puntos. Suena en Orriols el italiano Gilardino, todo un especialista, un campe¨®n del mundo, quiz¨¢ un sue?o inalcanzable. Con Diop en la Copa de ?frica tambi¨¦n se le antoja conveniente un centrocampista defensivo que sume oficio y m¨²sculo, como si no hubiese poco con Simao y Sissoko, dos tallos con la justa capacidad creativa. El Levante no pretende ser quien no es. No enga?a, para lo bueno o lo malo y le pone dedicaci¨®n y empe?o a las tres cosas que sabe hacer.

M¨¢s aparente en el juego, el conjunto gallego tuvo a los cinco minutos un contragolpe so?ado, con tres jugadores esperando el remate definitivo y un solo defensor para detener lo que parec¨ªa inevitable. Con todo a su favor fallo el pasador, Jos¨¦ Rodr¨ªguez, cuyo pretendido env¨ªo top¨® en la espalda de Vyntra. El ataque claro se perdi¨® entre reclamaciones injustificadas de los gallegos que entend¨ªan que el defensa griego desv¨ªo el esf¨¦rico con el brazo.

El Levante f¨ªa todo a su defensa, de inicio poco sincronizada ante el D¨¦por que, queriendo llevar la iniciativa, el rival le invitaba, sin embargo a la contra. Dos faltas a favor del Levante cerca del ¨¢rea de Fabricio, acabaron en sendas carreras deportivistas hacia Mari?o mal conducidas y peor ejecutadas. La movilidad y velocidad de Cavaleiro daba p¨¢bulo a los centrocampistas coru?eses que encontraban en la generosidad del portugu¨¦s l¨ªneas de pase. M¨¢s pulcro en el despliegue el D¨¦por, El Levante se topaba con sus limitaciones, dispuesto siempre al choque, premioso en la elaboraci¨®n.

El D¨¦por intuy¨® que el Levante anda justo de f¨²tbol, que se le presentaba una oportunidad notable en el Ciutat de Val¨¨ncia. Y tras el descanso se lanz¨® a por la victoria. In¨¦dito en el primer acto, Mari?o intervino felizmente en dos ocasiones en los primeros tres minutos con dos paradas de reflejos tras disparos cercanos de Toch¨¦ y Sidnei. Tambi¨¦n apareci¨® el portero cedido por el Valladolid al final.

Dispuesto a llevar la iniciativa, V¨ªctor Fern¨¢ndez introdujo a Oriol Romeu, silbado por la grada granota por no aceptar el Ciutat de Val¨¨ncia como destino. Apost¨® Lucas Alcaraz por Rub¨¦n y El Zhar para revertir la din¨¢mica. Nada cambi¨® para unos y otros. No supieron o no pudieron.